Héctor Huertas lleva su “golpe de suerte” con la Lotería Tradicional
El vendedor doradeño lleva dos décadas en la faena.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 6 meses.
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Salir cada día a vender billetes de Lotería Tradicional es para Héctor Huertas, más que un trabajo, su pasión.
La faena ha sido su “golpe de suerte”, asegura, pues se convirtió en el principal sustento de su hogar por casi tres décadas y, más importante aún, en la labor que le permite mantenerse activo, a pesar de que una condición de salud lo mantiene desplazándose en silla de ruedas desde los 19 años.
“Yo fui operado del corazón para el 1989, bien chamaquito. Y por eso quedé en silla de ruedas. Entonces, ingresé a rehabilitación vocacional, terminé mi cuarto año y abrí mi negocio de enmarcado y laminado, pero cuando la economía se desplomó, yo reaccioné rápido y me metí a vender billetes. Así llevo casi 30 años vendiendo”, explicó Huertas, quien tiene 54 años, es oriundo de Dorado y decidió vender billetes como lo hacía su tío Crispín Huertas.
Así fue como incursionó en este oficio.
Su primer puesto de venta como billetero fue en una agencia de caballos, pero desde hace más de 20 años permanece en el área del Supermax de Dorado. Allí todos lo conocen y cuenta con una clientela fiel que siempre le busca de lunes a viernes, de 7:30 a.m. al mediodía.
“Yo estaba con un socio (José Carmona) en Supermax y él era mucho mayor. Hicimos una amistad y él me dijo lo que tenía que hacer para vender. Por eso llevo en el ‘shopping’ como 20 años. Aquí somos tres billeteros y los muchachos me dicen: ‘El más que vende’”, mencionó Huertas. El camino de este doradeño en la Lotería Tradicional le ha traído muchas satisfacciones, sobre todo porque ha podido vender varios premios mayores, lo que le ha ganado fama entre los clientes.
“Cuando vendí el premio mayor ($150 mil) estuve unos cuantos años vendiéndolo consecutivamente. Entonces, cogí el ‘boom’. El año pasado vendí el segundo premio ($45 mil) y el último premio que vendí fue el quinto premio. La gente que no conozco viene y me dice: ‘me dicen que tú vendes’, y yo le digo que vendo billetes, pero ellos me dicen que yo vendo premios y que por eso vienen aquí. Aquí es donde más se venden premios, en Supermax”, aseguró Huertas, cuya clientela fiel, dijo, son personas mayores.
“Estoy en un área de supermercado donde viene todo el mundo, pero casi siempre son los mismos clientes, pero son tan fieles que vienen a veces a buscar billetes a mi casa”, admitió el hombre, quien suele escoger los números para sus clientes, a petición de ellos. “La mayoría de los clientes me dicen: ‘dame uno (billete) tú ahí, al garete, a lo loco’. Así a lo loco he pegado a par de gente. Si yo llego a saber que se van a pegar esos billetes, me quedo con ellos”, dijo entre risas.
Sin embargo, se siente afortunado, pues la Lotería Tradicional le ha permitido tener su sustento de vida superando cualquier obstáculo. “Yo soy independiente, hago todo. Mi mentalidad es otra y esta es una profesión que no hay limitaciones. Puedo decir que el 80% de mi casa ha sido por el sustento que me da la venta de billetes”, afirmó el vendedor.
Y así es como Huertas tiene su fórmula ganadora: es el medio para que otros consigan su suerte; tiene su sustento y, en adición, ha ganado la empatía de muchos.