¡Hay pescao! El mal tiempo no detiene a nuestros trabajadores del mar
Aunque el clima no ha sido el mejor, pescadores aseguran que hay producto suficientes para la demanda en esta Semana Santa.

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Aunque las condiciones del tiempo no han estado a su favor en los últimos días, los pescadores a lo largo de todas las costas del archipiélago puertorriqueño, desde Cabo Rojo hasta Fajardo, pasando por Guayama, Loíza, Cataño y cualquiera de los demás pueblos costeros, se las han arreglado para salir al mar.
Por ello, aseguran que están listos para recibir al público y venderle sus productos frescos - como el chillo, la langosta y el carrucho, entre otros- en la venidera Semana Santa.
“Ahora mismo hay unas ventoleras”
Según explicó con Miguel Ángel Ortiz Serrano desde la Villa Pesquera de Pozuelo, en Guayama, “hace como un mes, las condiciones del tiempo estaban muy favorables y se estaba pescando bastante bien. Pero da la casualidad que, según va acercándose la Semana Santa, va incrementando la demanda, y las condiciones del tiempo empezaron a empeorar”.
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Comoquiera, aseguró el también presidente de la Federación de Pescadores Comerciales de Puerto Rico (FEPDEMAR), “tengo pescado”, si bien no en las cantidades de otros años donde el clima les ha favorecido.

“Yo pensaba que iba a ser mejor, que las condiciones del tiempo iban a permitir que se pescara, pero ahora mismo hay unas ventoleras, estamos hablando de entre 20 a 25 a 30 millas por hora. Es demasiado”, comentó, agregando.
“Nosotros lo que hacemos aquí es que tratamos de pescar en la bahía lo más que podamos, pero pa salir a mar afuera está bien fuerte”, sostuvo.
El experto indicó que más bien los pescadores de nasa son los que salen temprano en la mañana para levantar sus redes, pero regresan antes del mediodía, cuando las condiciones en el mar se tornan “insoportables”.
Sin embargo, los trabajadores del mar se mostraron esperanzados en que lleguen días mejores acercándose este fin de semana, que les permitan conseguir todavía más productos para reabastecer sus neveras de cara a los días santos en los que, tradicionalmente, la población consume grandes cantidades de estos productos.
“Hasta la fecha, te digo que estamos confiados en que las condiciones del tiempo mejoren un poco más. Aún así, estamos saliendo a pescar, en la mañana tempranito, ya en la tarde ya cuando cae el viento un poco… tratamos de siempre atender la demanda”, aseguró.
“Pero tenemos abasto, cerca de unas 250 o 300 libras (en la Villa Pesquera de Pozuelo)”, insistió Ortiz Serrano, recordando que, a diferencia del pescado que se pueda encontrar en establecimientos de cadenas, que suele traerse de otros mares y pasa muchos meses en neveras, el que se vende en las villas y pescaderías locales es fresco, con apenas horas de haber sido capturado.
El pescador agregó que, en promedio, el público que acuda a las villas y pescaderías puede esperar pagar entre $9 a $12 por libra de pescado “de primera”, dependiendo de diversos factores como el producto en específico a comprar, el área donde esté la pescadería, el acuerdo con el pescador, entre otros.
El “pescado de segunda” se puede conseguir a $5 y $6. Solamente señaló al carrucho como producto que “está un poquito más caro, entre $13 y $14″. Recordó que algunas especies podrían no estar disponibles dependiendo de las vedas que estén en vigor.
Sus observaciones, así como la invitación al público en general a visitar las villas y pescaderías, fueron reafirmadas por pescadores de otras partes de la Isla.
En la Villa Pesquera Herrera, en Loíza, Rafael Pizarro de Jesús, mostró sus neveras con varias bolsas con chillos, colirrubias y otros tipos de pescado, si bien la villa está lejos de exhibir su mejor aspecto, pues la reconstrucción de la misma empezó, y están los fondos asignados a esos fines, pero por razones que a los pescadores no le han explicado con claridad, se paralizó, dejando las obras a medias y parte de su estructura enseñando todavía las huellas del azote de María.

Al igual que su colega en Guayama, admitió que “la pesca ha estado un poco lenta, por las marejadas que hay, y mucha brisa, y las corrientes, y uno pues tiene que cuidarse de eso. Hay que velar los tiempos. Si el tiempo viene bueno, uno pues sale a pescar. Mientras tanto, uno se tiene que quedar en el ‘gate’ pa evitar los problemas. Las marejadas viran cualquier embarcación, y es malo uno ir con esos tiempos malos por ahí pa’allá así”.
Sin embargo, comentó que “aquí siempre hay pescado, todos los días, gracias le doy al Padre Celestial”, y “lo que se pesca, se vende, gracias al Señor, y agradeció y echó bendiciones a los “muchos clientes” que “vienen siempre por ahí”.
Pizarro de Jesús también se mostró esperanzado en que vengan días mejores para salir a pescar más y tener una mayor oferta.
Mientras, en la Villa Pesquera de Cataño, donde afortunadamente, y en claro contraste con lo visto en Loíza, las instalaciones están arregladas y todas las labores se llevan a cabo con mucha mayor comodidad y seguridad, los pescadores también aguardan por el público que suele acudir a comprar en la Semana Santa.

“Nosotros tenemos el pescado más fresco que se puede ver en Puerto Rico” afirmó Ramón Santiago, presidente de la Villa Pesquera de Cataño. “Pero, en estos momentos, debido al clima, solamente está dando un tiempo como de por la mañana hasta el mediodía para ir a pescar. Luego, más o menos ya para la semana que viene, que es la Semana Santa, se mejora y ahí vamos a tener abundancia de pescado. Vamos a tener pulpo, carrucho, langosta, todo lo que sea para el comestible de los mariscos en Semana Santa”.
Aunque hay producto disponible, e incluso clientes que ya han hecho sus órdenes de antemano, insistió en que, una vez el tiempo mejore, “podremos ir a pescar todo el día, hasta de noche. Pero estamos en esas, para ya comenzar una Semana Santa con la bendición de Dios, para tener todo lo más fresco posible aquí en la Villa Pesquera de Cataño”.
Siempre los buscan
Indicó que la Semana Santa es un momento en que la gente “siempre viene, todos los años, a buscar el pescado fresco, pescado bueno”. Agregó que “lo más que se vende es el chillo, el arrayao, cartucho, muñamas, sierra, pulpo”.
Mientras, en Fajardo, el pescador Héctor Iván Resto Cuadrado, resaltó que afortunadamente durante la Semana Santa, “todo el mundo quiere su pescadito fresco”.

“Es algo que siempre se vende, pa esta fecha más que en cualquier otra”, explicó sobre los chillos, las colirrubias, los meros, las langostas y el carrucho.
Asimismo, el hijo de un pescador con el mismo nombre, agregó que la demanda de pescado fresco en restaurantes y hoteles también aumenta considerablemente.
Pero igual que la demanda sube, explicó el tiempo y las condiciones del mar en esta época “se nos dañan un poco.

Resaltó que, pese al mal tiempo reciente y los cambios en el clima, “gracias a Dios la pesca en Puerto Rico siempre ha sido abundante. El pescado sigue llegando… La pesca siempre llega, siempre da para poder sustentar a la familia y poder complacer a la mayoría de los clientes que uno tiene”.
El pescador, además de vender su producto tal y como lo saca del agua, también cuenta con un restaurante “donde vendemos nuestra pesca fresca allí, que todo aquel que quiera visitarnos estamos en el mismo casco urbano de Fajardo, se llama Amor y Mar, y allí, si lo quiere coger y consumirlo allí mismo, lo tiene fresquecito, puede escoger el que quiera, y allí mismo lo degusta como usted lo quiera, con tostones, con mofongo, como desee”.
En tanto, desde la Villa Pesquera Puerto Real, en Cabo Rojo, el pescador Daniel Irizarry Santiago lamentó que, en efecto, “el tiempo no está colaborando, porque se vienen muchos vientos y marejadas del norte. Pero se sale a pescar”.
Reconoció que las ventas han estado “lentas” comparado con años anteriores, pero aseguró que “los clientes pueden venir, tenemos langosta, carrucho, arrayao, mero, chillo. Hay venta a diario y en las pescaderías siempre se guarda un poco para estos días. Y el pescao de nosotros es fresco, de nuestras costas, de aquí mismo de Cabo Rojo”.
El pescador recomendó a los clientes que, si llegan a las 10:00 a.m., solamente espera “un ratito” y podrá elegir el producto fresco, según vayan llegando los trabajadores del mar.
En cualquier caso, el optimismo reina entre los pescadores, que esperan poder complacer al público con producto de calidad en la venidera Semana Santa.
“Invitamos a todo el país en general, incluyendo Vieques y Culebra, que consuman y patrocinen el pescado fresco del país, que es lo mejor, y así los pescadores se sienten bien agradecidos de que el país los patrocina. Y vamos a seguir trabajando, contra viento y marea”, exhortó Ortiz Serrano, recordando que hay villas y pescaderías listas para recibirlos por todas las costas.
“Que visiten las villas pesqueras de Puerto Rico, o las pescaderías privadas, que las auspicien. La cuestión es que vengan y no se queden sin su pescao, que no dejen de venir, no importa en que pueblo se encuentren, que lleguen a cualquiera de los 44 pueblos costeros que tenemos, que va a haber pescado fresco, y variedad”, invitó Irizarry Santiago.