Un manatí fue encontrado muerto ayer en la tarde en el área de Bahía de Jobos, en Salinas, según confirmó a Primera Hora la bióloga Grisel Rodríguez Ferrer, del Programa de Rescate de Mamíferos Marinos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA).

Imágenes que circulan en redes sociales muestran el cuerpo del que fue el segundo manatí que aparece muerto en esa zona en este mes de julio, luego de que el pasado 8 de julio se encontrara entre mangles de la Reserva Estuarina Bahía de Jobos el cuerpo de una hembra, cuya cría estaba junto a ella y pudo ser rescatada.

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La experta confirmó que el ejemplar muerto se trata de “un macho adulto” de gran tamaño, impactado por alguna embarcación, que apareció en la zona conocida como Mar Negro, en la Reserva Estuarina.

“Estamos hablando de un manatí grande, de aproximadamente entre ocho a nueve pies. Lo encontraron ayer (lunes) en la tarde, nos notificaron a eso de las 4:00 p.m.”, comentó la bióloga.

A esa trágica muerte se sumó, también en el día de ayer, la de una tortuga carey, “una hembra adulta”, que fue impacta por las hélices de un bote en el área de La Parguera, en Lajas, confirmó la experta del DRNA.

Se trata, además, del quinto manatí que aparece muerto este año, indicó Rodríguez Ferrer, agregando que en tres de esas cinco muertes se ha confirmado que ocurrieron como consecuencia de impactos de embarcaciones. Un caso fue por enfermedad y el otro estaba en demasiado avanzado estado de descomposición para poder determinar la causa de muerte.

“Lamentablemente, en esta zona hay alto tráfico de embarcaciones. Se olvidan que es una reserva natural. La velocidad está jugando un papel en estas muertes”, condenó.

La bióloga indicó que este año también han ocurrido dos rescates de crías, el caso del pasado 8 de julio, y otra cría rescatada en junio en Culebra, que fue encontrada sola, y se desconoce qué pudo haber ocurrido con su madre.

En el caso de la hembra encontrada muerta el pasado 8 de julio, la necropsia que llevó a cabo personal del Centro de Conservación de Manatíes confirmó que había sido a consecuencia del impacto de una motora acuática a gran velocidad.

Su cría recién nacida, que fue encontrada refugiándose entre sus restos, fue llevada al centro, donde será atendida por los próximos dos a tres años. Fue bautizada como Taiku, que significa “espíritu noble” en lengua taína, según indicó en sus redes sociales el científico Antonio Mignucci, director del Centro.

La bióloga recordó al público que los manatíes son una especie en peligro de extinción, cuya población en las aguas alrededor del archipiélago de Puerto Rico suma apenas entre 300 a 500 individuos.

“Tenemos una población que sigue en peligro de extinción. Y lamentablemente, en vez de disminuir estos incidentes, en los últimos años han aumentado. Y estamos muy preocupados de que en estos pocos años estamos impactando esta población que está al borde de la extinción”, alertó Rodríguez Ferrer, insistiendo en la muerte de cada individuo de esta pequeña población de manatíes, “y principalmente estos adultos sanos que pueden estar reproduciéndose, son un impacto grande a esta población”.

La bióloga reiteró el llamado a los navegantes a bajar la velocidad para evitar impactar a manatíes y otras especies.

“Si vamos a la velocidad de 5 millas por hora como se supone que sea, se ve el lomo del animal, se ve la huella que deja la cola, y entonces podemos tomar la precaución para que el animal siga su rumbo y nosotros no accidentarlo. Pero a alta velocidad pues no hay manera de parar la embarcación”, afirmó.

Recordó, una vez más, que, en los casos de varamientos de mamíferos marinos en Puerto Rico, que son mayormente de manatíes, la causa principal de muerte es por impacto de embarcaciones, tanto botes como jet skis.

“El llamado es a siempre recordar que todo alrededor de la zona costera de Puerto Rico estas especies se pueden encontrar, y lo único que le pedimos al público es tomar las medidas de precaución y bajar la velocidad, tanto por su seguridad como por la de los animales”, insistió.

“Y es importante, siempre, que de ocurrir un incidente se comuniquen con el Departamento de Recursos Naturales (y Ambientales) para nosotros poder llegar lo más pronto posible y atender la situación”, añadió, agregando que, si la situación no es tan grave, se puede lograr salvar al animal.

“Ha ocurrido que hemos rescatado adultos, enfermos o heridos, se rescatan, se curan, que el Centro de Conservación de Manatíes los rehabilita, y luego se liberan. Eso ha ocurrido antes, y es exitoso. Pero necesitamos la ayuda del ciudadano, que informe rápidamente”, insistió.

Además de la triste situación de accidentes con manatíes, la bióloga confirmó que este año también han visto un aumento de impactos de embarcaciones principalmente con carey y peje blanco (o tortuga verde), así como dos enredamientos de tinglares en redes de pesca, uno de los cuales pudo ser liberado, pero el otro murió ahogado. Todas esas especies están también en peligro de extinción.