Biólogos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) localizaron este sábado a un manatí muerto mientras realizaban un censo de aves en la Reserva Estuarina de Bahía de Jobos, entre Guayama y Salinas.

Pese al trágico hallazgo del animal, que se encuentra en peligro de extinción, se logró rescatar a la cría del manatí. El pequeño se refugiaba bajo su madre.

“Al organizar la recuperación para la necropsia, descubren una cría bajo el animal. En colaboración con el Centro de Conservación de Manatíes del Caribe, se logró rescatar a la cría”, se informó en un tuit.

Los manatíes se encontraron en un área de mangle de la reserva natural.

La agencia espera por el resultado de la necropsia para conocer las causas de la muerte del manatí adulto.

Datos provistos por el DRNA a Primera Hora apuntan a que “este año han muerto tres animales, uno por impacto. Hay que enfatizar que la población está entre 300 a 500 (individuos) y cada animal que se pierde es fatal, y a la razón de muerte anual que vamos estamos acelerando la extinción”.

Por su parte, el Centro de Conservación de Manatíes confirmó tras una necropsia, que la causa de la muerte del animal se debió al impacto de una motora acuática. “Nuestro equipo acudió hoy a rescatar el cadáver de una hembra de manatí en la bahía de Jobos, Salinas, Puerto Rico y hacerle una necropsia. Al llegar, el equipo encontró a su cría recién nacida viva entre sus vísceras y útero flotantes. Su madre murió atropellada por una moto acuática a gran velocidad, con una contusión en la cabeza la semana pasada de la celebración del 4 de julio.

La pequeña hembra, de cuatro pies y 62 libras, fue rescatada inmediatamente y trasladada a nuestro Centro de la Universidad Interamericana, donde será atendida por un equipo de veterinarios, técnicos veterinarios y biólogos marinos durante los próximos 2 ó 3 años.

Su nuevo nombre es Taiku, que en taíno significa “espíritu noble”, informó el director del Centro de Conservación de Manatíes, Antonio Mignucci, en sus redes sociales.