Hace 10 años, la Isla Nena se hizo grande-VÍDEO
Con un acto ecuménico, viequenses recuerdan la lucha que terminó por sacar a la Marina.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 12 años.
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Vieques. Hoy, 1 de mayo, se conmemora la salida de la Marina de Estados Unidos de la Isla Nena, pero los viequenses no celebran con pompas ni fuegos artificiales ni vítores de victoria, sino con un acto ecuménico que iniciará a las 7:00 de la noche, en la plaza Luis Muñoz Rivera, donde recordarán la lucha librada para dar fin a los bombardeos, y con el pesar de que no les han devuelto sus tierras, aún contaminadas.
Ayer se observaban los preparativos para recordar “la efeméride”. Los jóvenes y estudiantes ensayaban con sus zancos, en la plaza del pueblo, los pasos de una comparsa mientras en el Museo Fortín de Vieques, en el Centro de Usos Múltiples, montaban diversas exhibiciones alusivas a la lucha contra la presencia de la Marina.
El congresista del estado de Illinois, el boricua Luis Gutiérrez, figura entre las personalidades que participarán del acto ecuménico, en el inicio de la Jornada del Décimo Aniversario del cierre del polígono de tiro, que se extenderá hasta el domingo. El sábado se espera la presencia del presidente del PIP, Rubén Berríos Martínez, y del gobernador Alejandro García Padilla, se informó.
En un pastizal rodeado de punzantes bayahondas, permanece oculta una embarcación que fue pieza clave para la transportación de los cientos de desobedientes civiles que protestaban contra la Marina durante la campaña que culminó con la salida del cuerpo castrense de Vieques.
Su capitán, Julio Luis Rosa Ponce, de 56 años, recuerda con nostalgia las proezas y artimañas a las que recurrió, en ocasiones, para esquivar las embarcaciones de la Marina y cumplir su objetivo de dejar a los desobedientes en los campamentos que se establecieron.
¿Cómo se involucra en la lucha?
Me di cuenta que la Marina iba a ser el enemigo más grande que íbamos a tener los pescadores. Ellos no tenían compasión de nada. Nos botaban las boyas, que eran nuestras trampas de coger el pescado. No solo las boyas, sino que destruían la vida marina con sus bombas y los químicos al aire.
“Mi papá, desde pequeños, nos llevó a pescar”, rememora. “Mi papá siempre respetaba las leyes. Para aquella época nos decían que, si nos arrestaban, nos iban a llevar a Atlanta. Cuando empiezo yo a pescar, me empiezan a prohibir los días de pesca”, relató.
Había muchos corales y mucha pesca, expuso, pero según las maniobras militares fueron destruyendo el entorno, los peces empezaron a emigrar.
“Si te rompen la casa, te tienes que ir. Los químicos dañaban los arrecifes, mataban los erizos que comen los pejes puercos. Si le echas insecticida a una cucaracha, la vas a matar. Una vez yo estaba buceando y cayó una bomba. Sentí como si me hubiesen dado con un marrón en el tanque”.
¿Qué lo motivaba?
Lo que me movía es que todos los pescadores estábamos afectados. Se forma la organización que dirigía “Taso” Zenón. Éramos los pescadores apoyados por los independentistas, que eran los que nos respaldaban.
Rosa hizo una analogía para explicar el dominio de los pescadores en sus aguas.
“Cuando nos encontrábamos los buques, sabíamos que no podían navegar por ciertas áreas. Es como el carey, que nace en la arena pero se cría en el mar. A nosotros los viequenses nos pasa los mismo, nacemos en tierra pero vivimos en el mar. Nos metíamos por sitios que ellos no podían llegar”.
Rosa considera que, si no hubiesen matado a David Sanes, la Marina estuviese todavía en la Isla Nena.
“Esa misma noche en que muere David, Ismael Guadalupe, Géigel y otros planeamos hacer desobediencia civil. Hicimos la cruz. El primer político en llegar fue Bhatia. Montamos la cruz en La Garata. Cuando se hacen las protestas, Tito Kayak dice que se iba a quedar allá. Se quedó. Luego Pablo Connelly, Omar Pérez, “Sombra”. Lo siguen los Zenones y los hijos, hasta que se dan los arrestos. A los tres o cinco días es que llegó Berríos en playa Allende.
¿Qué le pasó a La Garata?
En ella llevé a Berríos, a Sila Calderón, a Jesse Jackson, a Robert Kennedy, a Luis Gutiérrez, a Nydia Velázquez y muchos más. Tuvimos la mala suerte... no tuvimos dinero para arreglarla. Cuando se trajo pa’ aca, la dejamos abandoná.
Rosa considera que el Instituto de Cultura u otra entidad debe ser custodio de esa embarcación, que guarda tanta historia.
“Creo que debemos cogerla, porque fue la lancha de toda una lucha. Se puede donar. La lancha lo que habla es de la historia”.
¿Porqué se llama La Garata?
Porque cuando estábamos construyéndola, surgieron muchas controversias con mi hermano, muchas diferencias, y mi hermano dijo: “Le voy a poner La Garata”. Gracias a la lancha, ahora soy capitán en los puertos.