Un aumento de casos en las salas de emergencias de niños y ancianos afectados por golpes de calor, tras las altas temperaturas que azotan a la isla en las últimas semanas, tiene preocupada a la clase médica del país, quienes advierten a los tutores la importancia de la hidratación cuando se está expuesto a un ambiente caluroso.

La alerta la dio a través de Primera Hora el presidente del Colegio de Médicos Cirujanos, Víctor Ramos, al revelar que en las últimas semanas se han recibido en los hospitales a menores y envejecientes con el trastorno conocido como “heatstroke”, el cual es ocasionado por el exceso de calor en el cuerpo tras una exposición prolongada a altas temperaturas.

“Hemos estado viendo muchos pacientes con ‘heatstroke’ debido a las olas de calor que hay en Puerto Rico…sobretodo, mucho nene chiquito y ancianos. Y eso nos preocupa porque con estas altas temperaturas a los pacientes les sube una enzima que si no se trata agresivamente daña los riñones”, destacó.

“En estos casos, dependiendo el nivel de deshidratación, se hospitalizan. El asunto es evitar que haya daño renal y rabdomiólisis (lesiones del músculo esquelético)”, explicó.

Según el portal de la Clínica Mayo, el golpe de calor es la forma más grave de lesión por calor y puede ocurrir si la temperatura del cuerpo alcanza los 104 °F (40 °C) o más. Esta afección es más frecuente en los meses de verano.

Se reitera que el golpe de calor sin tratar puede dañar rápidamente el cerebro, el corazón, los riñones y los músculos. El daño empeora cuanto más se retrasa el tratamiento, lo que aumenta el riesgo de sufrir complicaciones graves o la muerte.

Algunos de los síntomas incluyen temperatura corporal elevada, alteración del estado mental o del comportamiento, alteración en la sudoración, náuseas y vómitos, piel enrojecida, respiración acelerada, frecuencia cardiaca acelerada y dolor de cabeza.

Se recomienda a la ciudadanía a usar vestimenta holgada y liviana, protegerse con bloqueadores solares y tomar líquidos para hidratar al cuerpo.