Kiana Sierra Vázquez aprovechó su hora de descanso de su trabajo en Condado para desayunar frente a la playa de Ocean Park. Era una de las pocas personas que, a una considerable distancia de la costa, observaba las feroces olas que sobrepasaban el área de la playa y llegaban hasta el parque Dr. José Celso Barbosa, dejando en su rastro grandes cantidades de sargazo y arena.

Varios turistas también contemplaban el mar desde lejos, mientras leían, conversaban o se bronceaban sus pieles bajo el sol caribeño. Ninguno, según observó este diario, hizo contacto con el agua, tal y como han advertido las autoridades, que desde la semana pasada han alertado de la peligrosidad del mar.

Hoy, el fuerte oleaje es producto de una gran marejada producida por un sistema frontal que salió de los Estados Unidos. Al desarrollarse sobre el Atlántico, generó energía y creó estas peligrosas marejadas que podrían alcanzar hasta 15 pies de alto en toda la costa norteña de la isla, explicó el meteorólogo del Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan, Roberto Mitchell.

“Eso va a continuar toda la semana”, sostuvo el experto a Primera Hora al señalar que este comportamiento del mar es normal para esta época.

“Lo que le estamos dejando a nuestros nietos da pena”

De estas condiciones marítimas peligrosas estaba consciente Sierra Vázquez y es por esto que apreciaba las olas desde una palma al otro lado de la calle Park Boulevard. Sin embargo, aunque en unas semanas podría apaciguarse las aguas, no podrá disfrutar de Ocean Park como lo hacía cuando era niña, ya que aquella playa donde una vez jugó ya desapareció, debido a la erosión.

“Yo me acuerdo cuando yo era más chiquitita que yo venía y podía meterme en la playa, pero ya no. Esto lleva años (así). (Ahora está) picá, por las marejadas. Pero, regularmente, esto era una playa que tú podías venir y pasar un día tranquilo. Ahora no puedes”, lamentó la fémina de 31 años y natural de Cayey.

Ante esta lúgubre realidad coincidió Enaro Salgado, quien también solía a disfrutar de la playa Ocean Park cuando aún criaba a sus hijos.

“Siempre vengo y me siento aquí y siempre hay turistas. Bañarse aquí, imposible. Ya no se puede”, sostuvo el padre y abuelo de 63 años.

Las marejadas llegan hasta la carretera.

Precisamente, la poca playa que aún permanece y que aún no ha sucumbido a la erosión, está repleta de pedazos de concreto, botellas de plástico, clavos de hierro, latas y artículos personales que visitantes han fallado en recoger.

“(Atribuyo las condiciones de esta playa) al cambio, el cambio climático. No se le está haciendo caso. No se le está haciendo caso a las emisiones de gases. Todo eso, (es) más (el sector) industrial que nosotros los domésticos. Sí podemos aportar, pero son las grandes industrias (que tienen que actuar). Y, me da pena. Le estaba diciendo a mi hija que lo que le estamos dejando a nuestros nietos da pena, porque esto es un sitio que (las nietas) podrían venir a disfrutar, (pero ya no)”, agregó Salgado.

Primera Hora solicitó reacción del municipio de San Juan y aguarda la respuesta.