Feliz al ser candidato para prótesis
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 15 años.
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Sus ojos se iluminaron cuando el protesista Raymond Matos le dijo que “es candidato para prótesis”.
Por seis meses, Francisco Pérez Ortiz depende de muletas para ir de un sitio a otro y le deprime el no poder hacer todo lo que hacía antes de que una hélice de una lancha le cortara su pierna izquierda.
Pero se había resignado a que no podría adquirir una prótesis porque su plan médico no le cubría el costo aproximado de $40 mil.
Por lo tanto, llegó con recelo a la instalación de Nazareno Services, preguntándose por qué lo habían citado e incrédulo ante la idea de que, si era candidato para una prótesis, no le cobrarían.
“Cuando vimos la historia y el periodo de tiempo que ha pasado, dijimos: 'Vamos a ayudarlo'”, manifestó Matos sobre la entrevista a Pérez Ortiz publicada por Primera Hora la semana pasada.
Primero, Matos deseaba examinar su muñón para ver si puede aguantar una prótesis. Acostó al paciente en una camilla y vio su movimiento y su fuerza.
“Tienes una fuerza increíble y un rango de movimiento completo. Veo que hay una adherencia (piel pegada al hueso) que espero poder trabajarla con terapia física para despegarla. Pero el muñón es largo y no tiene limitación alguna. Está perfecto. Es candidato para prótesis. Física y mentalmente”, expresó Matos.
El pescador, quien mientras hacía snorkeling el 25 de julio pasado en Culebra sufrió varias cortaduras profundas en su pierna por las hélices de una lancha manejada por el empresario Alberic Colón, le dio las gracias, pero a veces lo miraba como que todavía no podía creer lo que escuchaba.
Como parte de la evaluación, el hombre de 49 años le recalcó a Matos que todavía siente su pierna izquierda como si la tuviera (diagnóstico de pierna fantasma). Dijo que la siente cómo la cortan y como si tuviese el pie en el piso.
Matos le indicó que sentir la pierna “puede ser bueno o malo”. Bueno porque podría ayudarle a controlar mejor la prótesis, pero malo por el dolor, que usualmente ocurre cuando se pierde una extremidad por trauma.
El protesista le preguntó cuál era su pasatiempo, a lo que Pérez Ortiz contestó que era nadar. A preguntas del experto, dijo que desde el accidente, solamente ha vuelto al agua en una ocasión. Relató que trató de nadar, “pero no es lo mismo”. Confesó que lo que hizo fue flotar, pero que no le tiene miedo al agua. Pero no ha vuelto a sacar su lancha porque es costoso y tuvo que dejar de trabajar tras perder su pierna.
“Los muchachos (hijastros) están locos porque vaya. Les pido tiempo porque me da miedo lastimarme”, señaló.
El protesista lo citó para más adelante para comenzar las terapias, una vez consultara con su médico de cabecera. Pero ambos esperan que sea pronto para que Pérez Ortiz pueda regresar a su rutina, y sentir la confianza de volver al agua.