Mamita llegó el obispo / llegó el obispo de Roma / mamita, si tú lo vieras / qué cosa linda / qué cosa mona...

Feligreses católicos de distintos puntos de la Isla que visitaban ayer la Catedral de San Juan cerraron filas con el monseñor Roberto González Nieves y con El altar de la patria.

Algunos de los fieles calificaron como “una ridiculez” la supuesta orden del Vaticano al arzobispo de San Juan de quitarle el nombre patriótico al monumento religioso y de no enterrar allí próceres boricuas.

“Eso es una ridiculez. El país tiene derecho a decidir en su religión qué símbolos usa. No es cuestión de mezclar la política con la religión. Es nuestra bandera y nuestro país”, dijo Marta Román, residente de San Juan. La feligrés sostuvo que detrás de la controversia están “la ex senadora estadista Melinda Romero” y “grandes intereses”.

Doña Carmen Lydia Flores, de 85 años y residente de Trujillo Alto, dijo que apoyaba ciento por ciento El altar de la patria. “Claro, porque somos de aquí, como el coquí”, dijo.

“La patria somos todos los puertorriqueños y aquí le rendimos un homenaje a Dios, en la Iglesia estamos a los pies de Dios para que nos ayude con todos los problemas que tenemos en la patria entera”, dijo, por su parte, Elizabeth Márquez Pagán, una residente de Naranjito que oraba en la catedral junto con su madre y sus dos hermanas.

La joven exhortó a los católicos a que visiten El altar de la patria, ubicado en lo que se conocía como la sala gótica de la catedral, donde ahora hay una capilla con la imagen del Cristo Crucificado.

“Esa bandera está preciosa. Esa es la patrona de nuestra patria y ahí se va a quedar”, dijo su madre, Olga Pagán, sobre la capilla de la Virgen de la Providencia, cuya imagen lleva de fondo una monoestrellada con el azul celeste. “Apoyamos ciento por ciento al monseñor. Siempre estamos orando por él, porque se pasan metiéndolo en revoluces”, sostuvo doña Olga.

“Aunque es algo interno, yo no le veo nada malo (al altar)”, dijo William Falak, un turista nacido en Estados Unidos de madre argentina y padre español.

El arzobispo de San Juan exhortó a los medios de comunicación a verificar la procedencia de la carta y dijo que los asuntos internos de la Iglesia los trabajará con la Santa Sede, con la privacidad que amerita la situación.