Cercana su libertad.

Nelson González Pérez y Rafael Torres Marrero, convictos por los asesinatos de dos jóvenes independentistas ocurridos en el Cerro Maravilla, el 25 de julio de 1978, podrían salir en libertad bajo palabra el 25 de agosto.

Aunque la Junta de Libertad Bajo Palabra (JLBP) favoreció el otorgarles el privilegio de libertad, la decisión no es final, según supo PRIMERA HORA.

Esperarán por una evaluación de la Administración de Corrección y la opinión de los familiares de las víctimas.

Con ese propósito enviaron cartas a varios familiares con los que han mantenido contacto, en las que les notifican la decisión que tomaron, concediéndoles 20 días para que contesten.

“El peticionario de referencia ha sido recomendado para disfrutar del privilegio de libertad bajo palabra. En estos momentos la investigación administrativa que realiza la Administración de Corrección se encuentra en su etapa final. De resultar positiva dicha investigación, el peticionario podrá comenzar a disfrutar del privilegio de libertad bajo palabra el 25 de agosto de 2008. De haber un cambio en esa fecha se le notificará”, se indica en la carta enviada el 1ro de agosto, que obtuvo PRIMERA HORA.

“En mérito de lo expresado y al amparo de lo dispuesto por la Ley Num. 118 del 22 de julio de 1974, según enmendada, puede comunicarse con la Junta dentro de los próximos 20 días, para expresar su opinión al respecto”, expone la secretaria de la Junta, Juanita Morales Vega.

“De no recibir su opinión dentro de ese término, la Junta entenderá que renuncia usted al derecho que le asiste a expresar su opinión”, se le advierte a las víctimas.

En junio pasado, la JLBP celebró vistas para considerar un referido de Corrección para evaluar si González Pérez y Torres Marrero, quienes tuvieron una prominente participación en los hechos que desencadenaron los asesinatos de Darío Rosado y Soto Arriví, cualificaban para el privilegio de libertad bajo palabra.

En ese momento, una fuente indicó a PRIMERA HORA que González Pérez y Torres Marrero no correrían igual suerte que Juan Bruno González y Jaime Quiles Hernández, a quienes se les concedió la libertad bajo palabra hace unos meses, por haber tenido una participación mayor en los asesinatos.

El 18 de julio pasado y con motivo de la conmemoración de los 30 años de los sucesos del Cerro Maravilla, PRIMERA HORA entrevistó a González Pérez, Torres Marrero y Rafael Moreno Morales, en la institución carcelaria de Bayamón, y los ex policías plantearon que “ya era suficiente” y que “¿cuánto tiempo más tenían que esperar?”.

“¿Hasta cuándo van a seguir destruyendo la vida de nosotros? En 23 años yo no he pisado ni una pizca de grama. En 23 años tenemos derecho a rehabilitarnos. Esto lo han tratado como un caso político en vez de uno criminal. Cada vez que se habla algo es de nosotros, los de Maravilla. Yo me hago la pregunta, ¿los de Maravilla no tenemos derecho a ser rehabilitados? ¿No tenemos derecho de volver a estar con nuestra familia?”, cuestionó Torres Marrero.

A raíz de esa entrevista y tras los ex policías manifestar que los asesinatos respondieron a una histeria colectiva, el tío de Darío Rosado, César Torres, circuló una carta en la que calificó los asesinatos como uno de los crímenes más horrendos, rechazando que hubiesen actuado por “histeria colectiva” como alegan.

“ ...Suponiendo que no hubiese habido premeditación, se debe analizar cuántos momentos hubo a partir de que rodearon a los jóvenes y abrieron fuego contra ellos...”, inquirió.

“Hoy piden clemencia y libertad. Posiblemente, según lo establecen las leyes deben recibirla, pero, que bajo circunstancia alguna minimicen lo ocurrido ese fatídico día. Por otra parte, el pueblo sabe que ésos y los que ya están libres encubrieron a quien dio la orden principal, algo que siempre tendrán en su conciencia. No fue histeria colectiva: hubo la oportunidad de evitar llegar hasta la ejecución y no lo hicieron”, sentenció Torres.