Sin cuestionar la voluntad de Dios y aferrándose a la parábola bíblica que compara la fe con un pequeño grano de mostaza, familiares y amigos de Aleysha Díaz Vélez acudieron al cementerio La Piedad de Ponce para darle el último adiós.

Allí, en medio de la incertidumbre sobre quiénes fueron los responsables del asesinato de la joven estudiante de Comunicaciones de la Pontificia Universidad Católica, sus seres queridos consolaban su dolor mientras observaban el féretro desde donde sobresalía un globo rojo en forma de corazón con la frase “I love you”.

“Aquí tienen una figura del reino de los cielos: el grano de mostaza que un hombre tomó y sembró en su campo, es la más pequeña de las semillas, pero cuando crece se hace más grande que las plantas del huerto. Para quien lo ve desde la tierra, tal vez no sea algo significativo, pero para Jesús, el grano de mostaza sirvió para ver la vida desde la fe”, se expuso durante el mensaje de despedida a la fémina asesinada a balazos el sábado, 23 de febrero en un paraje cercano al charco La Soplaera en Peñuelas.

“Aleysha, tu fe trascendió; tu muerte es solo un cambio de posición en el infinito… sé que estas palabras no te traerían de vuelta. Dios mío, aceptando tu voluntad, te entrego mi granito de mostaza, la fe que en ella creció y se extendió, descansa en paz”, agregó la portavoz de la familia.

Durante el sepelio, familiares describieron la joven de 22 años como un ser de luz.

En tanto, su padre expresó palabras de agradecimiento y muestras de cariño de los presentes.

“Agradecido de todas las palabras de amistades que me han hecho fuerte para este momento. Agradezco todas las muestras de cariño”, dijo el progenitor de la joven que al momento de su muerte tenía 22 años.

Durante el sepelio realizado bajo un sol brillante, los familiares más cercanos evitaron hablar públicamente del caso donde también murió el joven Roberto Antonio Varela Montero, de 19 años.

No obstante, algunos vecinos y conocidos de la polifacética estudiante exigieron al responsable que se entregue a las autoridades.

Caonabo H. Creales tildó el crimen como uno “vicioso”.

“Me acuerdo de ella cuando era una nenita y siempre riéndose, le pido a Dios que cojan al que lo hizo… que se coja un buen ratito en Las Cucharas o a donde mejor lo manden porque lo hizo viciosamente. Eso se llama un abuso de poder porque ‘yo tengo un arma y tú no tienes ninguna”, manifestó Creales, que conoció a la joven en la Parroquia La Milagrosa.

“Yo sé que Papito Dios oye mis ruegos, pero ya no hay policías porque en Puerto Rico no le pagan a los policías, eso es un abuso. Es más, poco pasa pa’ los pocos policías que hay… esos fueron unos asesinatos viciosos”, agregó con evidente molestia.

Por su parte, Blanca Santiago llegó al cementerio con su esposo Luis Escobar, pues recuerdan a Aleysha desde pequeña cuando cruzaba hasta su negocio a comprar dulces.

La pareja pidió encarecidamente a la ciudadanía para ayudar a esclarecer el caso.

“Si tienen alguna información, por favor que lo diga para que paguen por lo que hicieron. Eso no fue una gracia… fue un abuso”, concluyó Escobar.