Fajardo. La posición geográfica de Fajardo y las instalaciones que ofrece a los amantes de la industria náutica para visitar las islas de Palomino, Icacos, Culebra y Vieques, entre otras joyas del Mar Caribe, convirtió al municipio en el imán que por décadas ha atraído a los propietarios de botes en y fuera de Puerto Rico.

Por eso no resulta extraño que este pueblo costero tenga unas cinco marinas que, en conjunto, son custodias de aproximadamente entre 2,000 a 3,000 embarcaciones, generando una actividad económica sin precedente debido al constante flujo de visitantes locales e internacionales, quienes permanecen más tiempo del que, generalmente, pasan otros viajeros.

Allí se encuentra la Marina Puerto del Rey, catalogada como la más grande en el Caribe con unos mil muelles y la misma cantidad de botes que coparon todo el espacio distribuido en unas 80 cuerdas de terreno entre los municipios de Fajardo y Ceiba. Tanto, que la nueva administración, Safe Harbor Marinas, creó una lista de espera porque no cuentan con más lugares para arrendamiento.

Según la vicepresidenta regional, Carolina Corral González, “Fajardo es la capital de la industria náutica porque aquí hay cinco marinas y, solamente Puerto del Rey tiene la capacidad de las otras cuatro, con cerca de mil muelles y más de 900 botes, casi mil”.

“Esta marina se conoce más que nada porque es un ‘one stop shop’; significa que todo lo que un botero necesite, lo tiene dentro de Puerto del Rey. Tenemos el área del muelle para arreglo de botes, tienda de cosas náuticas, vendedores de embarcaciones y dos restaurantes: La Cuevita del Mar y Alacena”, acotó la portavoz de la nueva administración.

“El concepto de Puerto del Rey es que, muchas de las embarcaciones son de personas locales que mantienen su bote en Fajardo y es el punto de partida de ellos de visitar las islas tanto Palomino, Icacos, Culebra, Vieques. Pero aquí tenemos gente todo el tiempo y un fin de semana grande podemos tener casi cinco mil personas entrando y saliendo de la marina”, explicó la ejecutiva de 35 años.

Mencionó que el 70% de los socios propietarios de botes son locales, pero depende del producto ya que, durante la época de huracanes, el porcentaje mayor de usuarios viene de afuera, pues desde junio hasta noviembre no pueden tener sus embarcaciones en el agua por lo que generan una actividad económica considerable al quedarse en la isla durante esos meses.

“Pienso que la marina significa mucho, no tan solo para Fajardo sino para Puerto Rico, porque esta es la marina más grande del Caribe y una de las más grandes en Norteamérica. El impacto económico que se genera aquí es bueno e importante porque, por ejemplo, el visitante regular viene un promedio de 2.6 días, pero el que viene en bote viene para hacerle mantenimiento, arreglar las velas, hacen un turismo distinto porque el que viene en bote no tiene fecha de salida, no tienen un pasaje para irse”, declaró.

De otra parte, Corral González resaltó que la marina genera cerca de 115 empleos directos, principalmente residentes de Fajardo y Ceiba, “e indirectamente son más de 1,000 empleos adicionales por los contratistas que tenemos registrados”.

Con todo el éxito logrado, sus administradores trabajan en un plan para renovar algunas áreas, entre estas, unos 19 apartamentos para arrendamiento ubicados en la localidad, además de la construcción de una piscina, “un área de gimnasio nuevo, se va a remodelar el área de combustible”.

“Ahora mismo estamos llenos, estamos viendo oportunidades de desarrollo y crecimiento, pero ahora estamos con lista de espera. Se está invirtiendo y se están haciendo muchos proyectos que yo entiendo que van a ser buenos, no solo para la marina sino para Fajardo y para la actividad económica del área”, subrayó.

Finalmente, reiteró la intención de ampliar los ofrecimientos. No obstante, destacó que antes deberán estudiar hacia dónde se dirige el mundo náutico a largo plazo y, dentro de ese marco, el papel que juega Puerto Rico en ese tipo de turismo.

“Hay que estudiarlo bien. porque el mundo náutico va cambiando bastante rápido. Un ejemplo de esto es que, antes casi no se veían catamaranes, y la producción de veleros versus catamarán era de como 10 veleros por cada catamarán. Ahora está uno a uno. Hay que ver bien hacia dónde se dirige y cómo nos mantenemos al día para saber hacia dónde movernos”, indicó.