Los restos del agente Joaquín Correa Ortega, de 35 años, adscrito a la División de Inteligencia de la Policía y quien fue asesinado en el cumplimiento del deber el lunes en el barrio Antón Ruiz de Humacao, serán expuestos mañana en la funeraria Boulevard Memorial de Levittown, a partir de las 7:00 p.m.

El sábado al mediodía se llevarán a cabo las honras fúnebres y el ascenso póstumo al rango de sargento en la capilla de la misma funeraria de Toa Baja, ya que Correa Ortega le había solicitado a su familia ser cremado, informó el sargento Axel Valencia, director de la Oficina de Prensa de la Policía.

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Al momento del ataque, el agente participaba de un plan conjunto de trabajo para realizar labor de inteligencia en una feria clandestina de caballos y autos con el propósito de detectar transacciones con vehículos hurtados.

Durante la balacera, el sargento Víctor M. Pérez Figueroa, de 52 años, resultó herido de bala en el rostro y una mano, y se recupera de dos operaciones en el Hospital Industrial de la Corporación para el Fondo del Seguro del Estado (CFSE).

Carlos Cabrera, director del Hospital, informó a este medio que complacerán a Pérez Figueroa en su deseo de asistir al funeral de su compañero de labores.

Al policía fallecido, que ingresó a la Policía el 12 de enero del 1998, le sobreviven sus hijas Krystina y Krystal Correa Martínez, de 11 y 15 años y quienes residen con su progenitora en Orlando, Florida; y sus padres Ramona Ortega Tirado y Joaquín Correa Pantojas.