Tras el huracán María, en Puerto Rico han cerrado unos 200 laboratorios clínicos, 10 médicos emigran al día y 50 dentistas han echado la llave en sus oficinas, según datos ofrecidos por la representante del Partido Nuevo Progresista (PNP), Maricarmen Mas.

En un comunicado, explicó que presentó una medida que faculta al gobernador a que, posterior a una emergencia como un huracán, decrete que toda instalación autorizada a ofrecer servicios médicos podrá continuar operando en otro local de manera temporal con los mismos permisos y licencias expedidos.

"Hemos advenido en conocimiento de que estos profesionales de la salud que han decido relocalizar sus facilidades están confrontando problemas para comenzar a ofrecer sus servicios debido a la lentitud en el proceso para obtener los correspondientes permisos y/o licencias", dijo Mas en un comunicado.

A su vez, señaló que es "indispensable que tomemos las medidas necesarias para facilitar y agilizar dicho proceso de relocalización. No podemos permitir que cuestiones burocráticas atrasen el ofrecimiento de servicios de salud".

Se trata del Proyecto de la Cámara 1369, radicado el 14 de diciembre y el cual crea la crear la "Ley para la Utilización Temporera de Permisos de Uso y/o Licencias de Facilidades u Oficinas Relacionados a la Salud a Relocalizarse Luego de una Emergencia".

Según explicó la legisladora por el distrito 19 de Mayagüez y San Germán, tras el paso devastador del huracán María por Puerto Rico, todas las áreas relacionadas a la prestación de servicios quedaron seriamente afectadas.

"Fueron muchos los negocios que quedaron inoperantes debido a los daños sufridos, y a la falta de energía eléctrica y agua potable. La situación, sin duda, ha sido sumamente complicada para este sector", remarcó.

En este sentido, indicó que las instalaciones y oficinas autorizadas a proveer servicios de salud "no han sido la excepción".

Según datos obtenidos, han cerrado sobre 200 laboratorios clínicos, 10 médicos emigran al día y 50 dentistas han cerrado sus oficinas.

"El cuadro es crítico en el sector de la salud, donde no solo se afectan los que trabajan en dichas facilidades y oficinas, quienes han dejado de generar el sustento económico para sus familias, sino también las personas que urgentemente requieren de servicios de salud", explicó.

"Esta ley le hace justicia aquellos profesionales de la salud que quieren ayudar a su pueblo. El restablecimiento total de los servicios de energía eléctrica y agua potable alrededor de la isla va a tomar tiempo. Por ello, la prestación de servicios de salud continuará afectada. No obstante, muchos profesionales de salud desean permanecer en Puerto Rico y continuar brindando sus servicios", indicó.

Por último, especificó que algunos, incluso, "han decidido mudar sus facilidades u oficinas a lugares que ya cuentan con los servicios de agua y luz para poder operar y no es justo que tengan que volver a solicitar permisos antes de abrir operaciones". EFEUSA