Los frecuentes apagones, incluso antes de la crisis de esta semana por la insuficiencia en generación, están provocando serias dificultades a un número considerable de estudiantes del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) de la Universidad de Puerto Rico (UPR), según denunció a este medio una joven estudiante de ingeniería civil.

“Es algo constante (los apagones), digamos que tres o cuatro veces por semana, por periodos de dos y tres horas. Casi siempre en horas de la tarde, que es cuando estamos estudiando y preparando nuestra comida. Y es desde antes del colapso de esta semana”, denunció Rocío Arroyo Velázquez, con evidente frustración.

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Según explicó, la situación que denuncia viene ocurriendo en el área de Mayagüez, en particular en la urbanización Mayagüez Terrace, que es continua al recinto y cuyas viviendas sirven de hospedaje para una cantidad significativa de estudiantes.

Arroyo no pudo precisar si los apagones que denuncia están también afectando con la misma severidad el recinto, pero insistió en que la situación está afectando muchísimo a los estudiantes.

“Es un caos, todas las semanas. Y sales afuera y ves los estudiantes en sillas de playa, con linternas, intentando estudiar, compartiendo internet por su teléfono, el que le queda batería, el que puede pagarlo, porque no todos tienen acceso a internet de alta velocidad que hace falta para los programas de la universidad”, condenó la estudiante. “Y todo esto además en pandemia, que es más complicado, con las mascarillas”.

Agregó que “algunos” más afortunados tienen vehículo y puede ir a algún restaurante que tenga energía y allí se pueden conectar a internet y recargar sus equipos, “pero eso no es la mayoría del estudiantado”.

Arroyo lamentó que con esa situación de continuos apagones “estamos literalmente contra el reloj, en estrés constante, haciendo trabajos a la ligera porque no sabemos cuándo se va a ir la energía y dejarte a medias. No se puede hacer con todo el esmero y la precisión que queremos”.

Por si fuera poco, agregó que “algunos profesores entienden, pero otros no, y no cambian los ‘deadlines’ (fechas límite) que tenemos ni nada”.

La joven explicó que esos apagones tienen también unas implicaciones en su alimentación, pues “muchos dependemos de estufas eléctricas, de microhornos, para poder cocinar”. Detalló que los hospedajes son inspeccionados regularmente por el Departamento de Salud y el Negociado de Bomberos, y esta última agencia exige que la estufa en estos lugares sea eléctrica “y no puedes tener una de gas”.

“Nosotros queremos dar lo mejor de nosotros, echar adelante, pero se hace complicado con estas limitaciones que no está a nuestro alcance resolver. Estamos con las manos atadas”, condenó Arroyo. “Y mudarse no es una opción para muchos de nosotros, además que tampoco es garantía que en otro lugar vayas a tener luz. Aquí muchos se transportan a pie o en bicicleta, no tienen un vehículo disponible.

“Nosotros vivimos alquilados, no sabemos si es posible poner un generador o energía solar. Pero si ponen generador probablemente suban los costos y muchos pagamos con la beca, así que no es que tengamos más fondos disponibles”, agregó.

“Entiendo que no soy única en esta situación, que es un asunto que afecta a todo Puerto Rico, pero quisiera que busquen resolver lo antes posible, y que de alguna manera le den prioridad a los estudiantes”, suplicó la joven.

La denuncia ocurre en momentos en que la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) está confrontando problemas de generación luego que se salieran de servicio importantes unidades generadores, una por mantenimiento y otras por averías. Antes de los problemas de generación de esta semana, sin embargo, ha habido denuncias constantes de ciudadanos de diversas partes de la Isla por falta de servicio eléctrico y han ocurrido apagones de mayor magnitud debido a problemas y averías en la red de transmisión y distribución que desde junio pasado está bajo control de consorcio internacional LUMA Energy.

De hecho, las interrupciones, en particular de esta semana, han forzado cierres y ajustes en horarios por doquier. En días pasados, por ejemplo, varios tribunales han tenido que cesar operaciones por la falta de electricidad.

No obstante, el gobernador Pedro Pierluisi, en expresiones hechas hoy durante una conferencia de prensa afirmó que los problemas de apagones se limitaban a esta semana y eran por “una convergencia o coincidencia” de la “demanda por el calor que hemos tenido y el polvo del Sahara” y la salida de servicio de las unidades generatrices.

Pierluisi defendió además la gestión de LUMA, asegurando que el consorcio ha logrado “una estabilidad clara en el sistema” hasta la situación de esta semana, con “una cantidad de abonados sin servicio ínfima”. Insistió en que la compañía está dando un buen servicio y minimizó las quejas en su contra.

Sin embargo, la estudiante de ingeniería afirmó que eso no es la realidad que viven los estudiantes del RUM que vienen padeciendo de constantes apagones.

“LUMA no contesta. Llamar a LUMA es morirse. Dicen que contestan, pero eso no lo que hemos visto. Y yo he llamado personalmente y no contestaron. Otros estudiantes también lo han hecho y no les han contestado. Solo un compañero logró comunicarse con ellos y le dijeron que era por baja generación y porque el sistema está sobrecargado”, denunció Arroyo, agregando que otras gestiones que han llevado a cabo en busca de alguna ayuda no han rendido frutos.

“Nuestro último remedio es recurrir a ustedes, los medios, a ver si alguien le presta atención a esto”, finalizó la estudiante, dejando sentir una vez su frustración.