Villalba. Soriana Mía Pérez Pérez restó 20 minutos de su hora libre de almuerzo para llegar temprano a su clase de historia. Esperó ansiosamente a que sus compañeros le siguieran el ejemplo y, tan pronto traspasaron el umbral del aula, Soriana tomó las riendas de la organización de lo que sería la Semana de la Puertorriqueñidad y su evento culminante, el Desfile de la Puertorriqueñidad.

“Decidí tomar el mando, porque vi que el grupo, (estuvo de acuerdo) en escogerme (como líder)”, dijo la joven, quien se detuvo por un par de minutos para conversar con Primera Hora entre impartir consejos de moda para que su clase destacara en el desfile y repartir reglas, pega, tijeras y lápices a aquellos encargados de elaborar cruzacalles que estos portarán.

El ímpetu que radia de Soriana, así como en toda la población de la escuela superior Lysander Borrero Terry, es contagioso y traspasa los limítrofes de la escuela acaparando la atención del pueblo entero, cuyos residentes lo han adoptado como una tradición villalbeña.

No es proceso simple la preparación para este macro evento. Bajo el liderato de los cinco maestros de historia- Rosa Ramos, Amarilys Pérez, Marien Rodríguez, Yainise Rodríguez y José Enrique Laboy- todos los estudiantes de la escuela reciben la asignación de representar un pueblo.

Desde principios de mes, escudriñan información del pueblo que representarán en el desfile, que se celebrará el viernes, 18 de noviembre, y aplican lo aprendido en la creación de carteles, cruzacalles y de vestimenta, incorporando en ellos las idiosincrasias e historia que descubireron por sus propios esfuerzos.

Durante el desfile, los estudiantes recorren las calles del casco urbano exhibiendo sus creaciones. La algarabía, las batucadas y la ingeniosidad de los jóvenes paraliza el pueblo, obligando a que todos pausan sus labores y quehaceres para observar, tomar fotografías y unirse a la celebración de la unicidad de cada pueblo representado.

“No va a haber nadie en uniforme o camisas de la clase”, prometió entre carcajadas la estudiante de décimo grado Paula Roche González, mientras junto a su compañera de clase Heily Santos Rivera dibujaban puños al aire y machetes para representar al Grito de Lares.

Sin lugar a duda, la Semana de la Puertorriqueñidad y el desfile de la escuela superior no se trata de cualquier evento escolar, sino de una experiencia educativa inmersiva.

“Es una preparación grande para este desfile”, aseguró Laboy.

El maestro de historia, José Enrique Laboy.
El maestro de historia, José Enrique Laboy. (Ramon "Tonito" Zayas)

De esto dan fe los mismos estudiantes, pues, aunque José Julián Zayas Santiago, de 15 años, nunca ha pisado suelo aguadeño, describe cómodamente los simbolismos de la bandera, así como otras características del municipio.

“De Aguada, siendo sincero, yo no sabía mucha información sobre ese pueblo. Pero, aprendí sobre la bandera, que en la parte baja tiene una paloma- esa paloma significa la paz-, en el medio tiene una cruz- esa cruz significa el nacimiento del cristianismo en Puerto Rico-, y en la parte arriba tiene una estrella que significa la esperanza. También, aprendí que se le llama la Ciudad Playera. Me encantaría visitar Aguada, de verdad”, explicó.

“Yo aprendí que en Arecibo se celebra un festival, llamado el Festival del Cetí, que es un pececito muy pequeño”, agregó Ostin Jeniel Santos Hernández, también de 15 años. “Yo no sabía de la existencia de ese festival, ni mucho menos del pescado. Me gustaría mucho visitarlo (y) de por lo menos visitar ese festival”, subrayó.

Ostin Jeniel Santos Hernández, Paola Nicole Díaz Rodríguez, Andrea Michelle Caraballo Rodríguez y José Julian Zayas Santiago
Ostin Jeniel Santos Hernández, Paola Nicole Díaz Rodríguez, Andrea Michelle Caraballo Rodríguez y José Julian Zayas Santiago (Sara R. Marrero Cabán)

De manera similar coincidieron Paola Nicole Díaz Rodríguez y Andrea Michelle Caraballo Rodríguez, quienes se han empapado de información para representar a Aibonito y Lares, respectivamente.

“Me dijeron que le decían (a Aibonito) el jardín de las flores y quiero ir”, indicó Paola.

“Yo me enteré que de Lares hacen mucho café, diferentes compañías, (como) el Café Lareño (y) el Oro. Estábamos familiarizados con el tema, pero sí he aprendido (más) cosas”, sostuvo Andrea.

“Es bien impresionante y realmente queremos darle un poco de color al desfile, porque cuando estábamos pensando (que) muchas personas murieron (en el Grito de Lares), hubo demasiadas personas ilustres y patriotas incluidas en eso que van a estar en nuestro desfile y es que es impresionante, de verdad”, agregó Soriana.

Laboy aseguró que las actividades de la Semana de la Puertorriqueñidad han minimizado el ausentismo, ya que en los días previos a la celebración de la semana y del desfile suele tener clases repletas y asistencia perfecta. Además, crea de la educación algo “pertinente”, por cuanto requiere que los estudiantes efectúen investigaciones individuales y se expresen artísticamente. De cumplir con los requisitos de la rúbrica que proveen los docentes, el alumno puede recibir hasta 100 puntos por la manera en la que representaron al pueblo asignado.

“Esto les gusta más que coger clase, les gusta más que sumar, restar, que hablar de Colón. De verdad que es una actividad bien importante. Sin lugar a duda, un tipo de trabajo como este, como ellos están insertados en la preparación, hace que aprendan más. No es lo mismo darle un examen que se lo embotellen y a la semana siguiente pierdan toda esa información a que ellos tengan el proceso este de aprendizaje, el cual de ‘motu proprio’ puedan ellos desarrollar las actividades, buscar información”, puntualizó.

Además del desfile, la semana comenzó con un certamen de carteles y una prueba corta interactiva de historia puertorriqueña. También, se llevará a cabo un karaoke histórico, donde los estudiantes tendrán que identificar canciones autóctonas. Este año, el desfile será festividad de partido doble, por cuanto la escuela también cumplirá 20 años de fundación.

"No es lo mismo darle un examen que se lo embotellen y a la semana siguiente pierdan toda esa información a que ellos tengan el proceso este de aprendizaje, el cual de ‘motu proprio’ puedan ellos desarrollar las actividades, buscar información", comentó Laboy.
"No es lo mismo darle un examen que se lo embotellen y a la semana siguiente pierdan toda esa información a que ellos tengan el proceso este de aprendizaje, el cual de ‘motu proprio’ puedan ellos desarrollar las actividades, buscar información", comentó Laboy. (Ramon "Tonito" Zayas)

“Obviamente, las clases son fundamentales; ellos tienen que conocer de teoría. Pero, en los 22 años que llevo (como maestro), yo he comprendido que esta tarea es más práctica, es una tarea en que ellos construyen el conocimiento. Muchas veces el maestro es quien emite la información y se convierte en el protagonista en el proceso de educación. En este caso, como el maestro no es el protagonista y ellos son los protagonistas- yo soy mero facilitador, que así se supone que sea la educación- estoy convencido que aprenden más”, aseveró Laboy.