Esposa y mamá de veteranos reclama mejores servicios en la Isla
Sonia Santiago Hernández, portavoz de Madres Contra la Guerra, lamentó el caso del veterano Christian González Martell, imputado de asesinar a su papá en medio de un cuadro clínico de esquizofrenia.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Sonia Santiago Hernández conoce de cerca el trato hacia los veteranos en Puerto Rico. Su esposo es veterano de Vietnam y su hijo veterano de Iraq y quien actualmente sufre trastorno de estrés postraumático.
Con un solo hospital para esta población, resulta apremiante que en la Isla se establezcan más instituciones médicas para los veteranos, reclamó Santiago Hernández, portavoz de Madres Contra la Guerra.
“Es el único hospital para Puerto Rico y el Caribe. Allí se atiende gente veterana de Panamá, de Islas Vírgenes, hasta de México me he encontrado yo allí. No dan abasto, es un solo hospital para todo Puerto Rico. Entendemos que debería haber, por lo menos, otro hospital en el área suroeste. Sí han puesto clínicas ambulatorias, pero es ambulatorio, te atienden y te vas a tu casa”, solicitó.
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A su juicio, Santiago Hernández indicó que hace faltan “equipos de trabajos del hospital que visiten a los veteranos en sus casas, que los monitoreen. Al hospital muchas veces no puede llegar el veterano porque no tiene transportación, está discapacitado, un familiar no lo puede atender”, manifestó.
“Hay que promocionar que se le de una orientación clara a las familias de los veteranos, porque somos los familiares los que tenemos que lidiar con ellos”, agregó.
En el marco del Día del Veterano, Santiago Hernández lamentó el caso de Christian González Martell, un veterano de guerra en Iraq y Afganistán imputado de asesinar a su papá en mayo pasado, en Arecibo.
Según la Policía, González Martell atropelló a su papá, Herminio González Maldonado de 66 años, mientras estaba frente a su residencia. Luego, le infligió varias heridas punzantes en su cuerpo con un cuchillo.
Según trascendió, el veterano padece de ansiedad y recibía tratamientos médicos para atender la condición. Actualmente está preso.
“Estuvo en esa guerra y al regreso sintomatológicamente presenta un cuadro clínico de esquizofrenia. En Carolina del Norte lo estabilizan y le dan los medicamentos, y él decide venir en abril de este año a vivir a casa de su madre. Ella se sorprende porque el hijo que va (a la guerra) no es el hijo que regresa”, contó Santiago Hernández.
González Martell recibió servicios médicos en Puerto Rico de manera virtual debido a la pandemia, afirmó. “Ese muchacho con un cuadro clínico agudo empieza a recibir medicamentos por correo y de vez en cuando lo llaman”, criticó la doctora en psicología.
“Lo que él necesita no es cárcel, lo que él necesita es un tratamiento en un hospital psiquiátrico forense pagado por el Hospital de Veteranos, pero eso no es lo que ofrecen”, señaló.
Acorde al mensaje que han predicado durante 19 años, Santiago Hernández exhortó a que la juventud no mire la milicia como una opción de vida y que los soldados se acojan a la objeción por conciencia.
“Aquí estamos las madres contra la guerra que les podemos conseguir apoyo legal para que lo logren”, sostuvo.