Escuela para niños genios
Se acabó el aburrimiento, la incomprensión y la mofa para alumnos con un intelecto superior a lo normal.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Guayama. Se aburrían en una escuela tradicional, los maestros no comprendían sus necesidades y sus compañeros se burlaban de ellos.
Rafael Díaz Brenes tiene 12 años, pero su forma de expresarse muestra que su intelecto es de una persona mayor.
A su corta edad, este futuro astrónomo conoce el rechazo de otros niños que lo echaron a un lado por “ser diferente”.
“En la otra escuela las cosas eran muy fáciles y los maestros no sabían cómo manejar a un estudiante dotado”, comentó el niño, quien mensualmente escribe una columna científica en una revista.
Como Rafael viven cientos de niños dotados, quienes afortunadamente ya cuentan con la Puerto Rico Gifted School Alliance (Prgsa), fundada en la Ciudad Bruja, especialmente para ofrecerles una educación de excelencia, adaptada a sus respectivas necesidades.
Héctor Rivera, director administrativo de la institución y padre de una adolescente dotada, explicó que siempre tuvo la inquietud y el deseo de proveerles a estos estudiantes un lugar donde cada uno de ellos fuese tratado con sensibilidad, de acuerdo con sus capacidades.
“Todo niño que tenga un IQ mayor a 130 se identifica como dotado y aprende de manera distinta”, sostuvo.
Destacó que presentó su sueño a Waleska Rivera, presidenta de la Asociación de Industriales de Puerto Rico, quien de inmediato aceptó la encomienda e hizo un compromiso de todos los industriales con el desarrollo de la escuela.
Fue entonces que unieron fuerzas y adquirieron las instalaciones del antiguo colegio San Marcos en la comunidad Machete y comenzaron su gran proyecto.
“Propusimos una matrícula de 120 estudiantes y ya vamos llegando a los 200”, comentó entusiasmado el director.
Manifestó que la escuela tiene una matrícula regular con alternativas educativas especializadas para estudiantes dotados y ofrece educación bilingüe desde el pre kínder hasta octavo grado.
Añadió que como requisito todo estudiante fue sometido a una prueba sicométrica para determinar el grado al que pertenece.
Igualmente se brindan todas las materias básicas, incluidas deportes, tecnología, música, artes e idiomas.
“Los padres son parte integral en el desarrollo de los niños, por eso les ofrecemos talleres para que contribuyan al proceso educativo de sus hijos”, dijo Rivera.
Por su parte, la presidenta de la Asociación de Industriales reiteró que su compromiso es contribuir para que Puerto Rico tenga ciudadanos responsables y preparados para aportar al país en el futuro.
“Queremos evitar que estos grandes talentos se pierdan, ya sea porque no se les atendió a tiempo o porque se nos vayan a otros países”, expresó.
Argumentó que muchas veces estos niños no son atendidos adecuadamente y por eso le pierden el interés a los estudios.
Para Tania Álvarez, madre del niño de diez años Fabián Pérez Álvarez, la escuela llega en el mejor momento, ya que son muchos los estudiantes dotados que necesitan su espacio.
“Fabián nos cambió la vida, él es un niño feliz y se lo disfruta”, comentó la madre de Patillas.
Su hijo ya cursa el séptimo grado y aunque juega como cualquier otro niño de su edad también tiene muy claro sus intereses educativos, pues quiere ser veterinario.
“Los dotados tenemos mucha inteligencia y en otras escuelas no nos ponen según nuestro coeficiente intelectual”, expresó sonriente y con aplomo el menor.
El psicólogo Luis M. Sánchez, director del Instituto de Investigación y Desarrollo para Estudiantes Dotados, explicó que en la Isla existen más de 25 mil niños dotados, de los cuales solo unos 1,200 están identificados.
“Estos niños necesitan un ambiente adecuado, pues aprenden más rápido y el sistema educativo actual no está preparado para ellos”, reiteró el director.