Ponce. La vida de los estudiantes y maestros de la escuela elemental Mercedes Pérez de Serrallés podría correr peligro ya que el plantel está a punto de colapsar.

Entre la matrícula de 115 estudiantes, 40 son de educación especial y 28 tienen condición de autismo.

“Hace unas semanas, hubo un temblor de tierra y desde ahí las grietas se hicieron más notables”, informó la directora de la escuela Elba Vélez para dramatizar el peligro que corre la estructura que tiene casi 100 años.

Primera Hora visitó el plantel ubicado en el sector Mercedita del barrio La Calzada. Vélez señaló que existen varios factores que han afectado a muchas áreas de la estructura que colinda con una comunidad que no tiene servicio de alcantarillado sanitario, por lo que el agua termina en el patio de la escuela.

Además, está cerca del mar, aledaño tiene un negocio de limpieza de baños portátiles y está ubicada frente al aeropuerto Mercedita, donde la vibración y el ruido provenientes de los aviones afectan las labores, estructura y hasta el ambiente de estudio.

Vélez, quien lleva 20 años en esa escuela, indicó que clausuraron la rampa de impedidos porque tiene grietas, y cerraron los baños y varios salones por la misma situación.

La educadora solicitó al Departamento de Educación (DE) que atienda con prontitud el problema y que le brinde las alternativas necesarias para el beneficio de toda la comunidad escolar.

Una de las opciones que propuso Vélez es que los trasladen a la escuela Andrés Grillasca, que se establezca un programa de interlocking para el próximo año escolar en agosto y que ella también sea trasladada con sus estudiantes y 17 maestros.

“Esta es mi familia, queremos estar juntos en un lugar más seguro”, reiteró.

Al mismo tiempo, insistió en que si el DE no toma acción, optará por no abrir la escuela en agosto, decisión que ya anticipó a todos los padres.

“Si me ponen debajo de un palo con mis niños, debajo de un palo me voy”, añadió la directora.

Por su parte, José Colón, director regional del DE, explicó que ya han elaborado un informe en el que presentan diversas alternativas que serán evaluadas por el secretario Rafael Román.

Mencionó que espera que se atienda con carácter de urgencia la situación y que se pueda concluir un plan de acción detallado sobre los pasos a seguir sobre el futuro de los estudiantes y el personal del plantel.

Agregó que son conscientes del problema y que se atenderá con responsabilidad.

Mientras, un estudiante del plantel, que está ajeno a todo lo que puede ocurrir en un abrir y cerrar de ojos, dijo inocentemente a este diario: “Yo no quiero que cierren mi escuela, me gusta estudiar aquí”.