Escasez de amas de llaves en Puerto Rico
Gobiernos municipales y empresas privadas que ofrecen servicio de auxiliares en el hogar hacen malabares para reclutar en momentos en que aumenta la población de adultos mayores.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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La población de personas mayores de 60 años en Puerto Rico cada vez es más numerosa y con el crecimiento de este sector demográfico aumentan también las necesidades de amas de llaves o cuidadores a domicilio.
Pero el problema es que hay escasez de estos profesionales en la isla, una situación que pone en manifiesto la vulnerabilidad de miles de viejos que viven solos y sin ninguna ayuda para hacer tareas básicas, como asearse, alimentarse o limpiar sus hogares.
Datos del Censo 2020 evidencian que los signos que reflejaban que la población de la isla está envejeciendo no tan solo se acentuaron, sino que cada vez son más los miembros de la población de adultos mayores que viven solos, bajo niveles de pobreza y con alguna discapacidad.
Se estima que el 28% de los habitantes en Puerto Rico son mayores de 60 años. Es decir, que casi tres de cada 10 personas pertenecen a este grupo poblacional. Las Marías, Naranjito, Comerío, Aguada y Corozal muestran el mayor incremento. Se identificó que el 14.7% de las personas mayores de 65 años tienen que valerse por sí mismas porque viven solos. Además, se alude que el 38.5% subsiste bajo niveles de pobreza y el 47.6% tiene algún tipo de discapacidad.
Y ante este escenario el gobierno y los municipios pasan el Niágara en bicicleta para intentar atender las necesidades de esta población dependiente, que requiere cuidados especiales y que necesitan que se les provean mejores servicios de salud y de auxilio en el hogar.
Se define como ama de llaves o auxiliares en el hogar a las personas que ayudan en el cuidado de personas mayores de 60 años, o con impedimentos, que físicamente no pueden realizar sus actividades del diario, atender su cuidado personal, manejar tareas del hogar y carecen de familiares que puedan atender sus necesidades adecuadamente. Este servicio se ofrece exclusivamente en el hogar de la persona.
Por ejemplo, para el alcalde de Bayamón, Ramón Luis Rivera, el tema es “bien complicado” porque si bien es real que en la “Ciudad del chicharrón” se destinan $2.8 millones de distintos fondos para ofrecer el servicio de ama de llaves a 313 personas, también es cierto que la lista de espera de viejos que requieren auxilio es interminable y se ha convertido en un “reto”.
El jefe de ayuntamiento trata de subsanar el asunto con otros programas que incluyen servicio de entrega de suplementos, pañales y otros artículos esenciales a 161 personas; con un servicio de fiambreras en el que se les ofrece almuerzo y cena a 800 individuos; y a través del programa de centro diurno en el que se atienden a 105 participantes.
“Pero, el tema de ama de llaves es bien complicado, el reclutamiento es sumamente difícil y yo sé que ese reto lo tenemos todos los alcaldes”, expresó.
En Bayamón, una ciudad en la que poco más del 20% (37,000) de sus 185,000 habitantes son personas de 60 años o más, la lista de espera de quienes necesitan un auxiliar de hogar es de 800.
“¿Sabes cuánto el Estado nos da para este programa (de ama de llaves)? Nos dan $65,000 para cubrir 11 casos nada más. Lo demás se cubre con fondos federales y municipales... usamos bastante dinero del municipio para esta población. Prácticamente, le atendemos los casos al Departamento de la Familia. Y eso es Bayamón... imagínate lo que pasan los alcaldes de los municipios pequeños, porque somos nosotros los que nos encargamos de estos casos. Y el mayor reto, como te mencioné, es el reclutamiento. Ahora mismo le estamos diciendo a los familiares o a la persona que consigan un cuidador de su confianza y nosotros se lo pagamos, para ver si así se nos hace un poquito más fácil”, acotó Rivera.
El alcalde de Bayamón señaló, incluso, que se ha considerado subirles la paga por hora a $9.50, para atemperarlo a lo que será el mínimo federal a partir del 1 de julio, una opción que también evalúan otros jefes de ayuntamiento.
Por ejemplo, el aumento en la remuneración por hora es un asunto que se concretará en municipios como Camuy, según explicó el ejecutivo municipal y presidente de la Federación de Alcaldes, Gabriel Hernández.
“La situación de las amas de llaves está ocurriendo en todos los municipios y es algo que hemos discutido con los alcaldes federados. Y eso se debe a la escasez de recursos humanos y también a un asunto de salario, porque a estas profesionales se les paga por debajo del salario mínimo federal, pues esto es algo que aplica al sector privado, pero no al gobierno... Nosotros en Camuy, por ejemplo, hicimos el ajuste para ser competitivos y conseguir trabajadores en esta área y retener a las que ya están... pero esto tiene un impacto fiscal a los ayuntamientos. Por eso es importante que la Junta de Supervisión Fiscal (JSF) apruebe los fondos que se están pidiendo para utilizar para estos y otros fines de servicio al pueblo”, puntualizó Hernández.
Sostuvo que en caso de Camuy, actualmente hay 93 amas de llaves a las que se les paga a través de fondos de diferentes propuestas.
“Pero la lista de espera es de 300, lamentablemente. La necesidad está y es algo que se agrava en otros municipios como Las Marías, Patillas, Maunabo... que tienen unas limitaciones económicas que no les va a permitir ese ajuste que haremos en Camuy para igualar el salario mínimo a $9.50″, advirtió el líder de los alcaldes federados.
En Isabela la historia no es distinta, según constató el alcalde Miguel “Ricky” Méndez, al precisar que “estamos haciendo de tripas corazones” para buscar auxiliares del hogar.
“Cuando llegué (en 2021) teníamos 13 amas de llaves y con varios programas federales y estatales estamos ahora mismo con 100... pero ahora mismo tenemos lista de espera”, reveló.
“Esta es un área donde más que los fondos el problema es que siempre estamos buscando personal y la demanda es grande. Lo que hacemos es tratar de suplir con otros servicios, como el de llevar comidas a las residencias y el que damos a través de dos centros diurnos”, manifestó al explicar que en Isabela hay cerca de 30 hogares de cuidado prolongado de adultos mayores y si abren más “se llenan todos”, porque “hay mucha necesidad en esta población”.
En la Capital, el alcalde Miguel Romero también enfrenta limitaciones y ha tenido que ingeniárselas junto a su equipo para reforzar los servicios de ama de llaves a la población sanjuanera.
Entre las tareas que realiza el auxiliar del hogar se incluye: colaborar en la higiene de la persona, proveer un ambiente adecuado y seguro dentro del hogar, preparación de alimentos, lavado y cuidado de la ropa de la persona, aseo de la habitación y acompañamiento a citas médicas, en caso de que no haya un familiar o voluntario disponible a estos fines.
Según el ejecutivo municipal de San Juan, en el 2021 solo contaban con 25 espacios de amas de llaves a través de fondos ordinarios del mismo municipio. Posteriormente, mediante fondos federales CSBG-Cares se aumentó el número a 75.
Dos años después, la cifra se elevó a 250 los espacios.
“Existe una lista de espera de 150 personas”, reconoció el alcalde en declaraciones escritas a Primera Hora.
“En conjunto con los esfuerzos del municipio para lograr la continuidad de los servicios y por primera vez luego de muchos años, se logró contratar dos compañías de servicios de asistencia al hogar: COSALL (Corporación de Servicio de Ama de Llaves) y Care Helpers. Esto nos ha permitido colocar con mayor rapidez a las cuidadoras”, sostuvo Romero.
Enfatizó que entre los retos que enfrentó al tomar las riendas de la administración se destacaba el salario versus la responsabilidad del cuidado; la cantidad de requisitos que se exige para reclutar; y el aumento en la población que requiere cuidado en el hogar con recursos económicos y familiares limitados.
“Entre las alternativas que se han asumido se encuentra: visitar comunidades y coordinar reuniones con líderes para orientar y reclutar; aumento en el salario de cuidadoras; flexibilidad para que el solicitante identifique un candidato para su cuidado; acuerdos colaborativos con instituciones educativas en el área de enfermería; y alianzas con programas de Vivienda Pública que capacitan a residentes y nos refieren para reclutamiento a los participantes”, subrayó.
¿Qué se está haciendo a nivel de gobierno central?
Recientemente, el gobernador Pedro Pierluisi informó que se destinarían $20 millones del presupuesto para reforzar los servicios a adultos mayores, tales como el cuidado sustituto y el programa de ama de llaves.
Primera Hora realizó múltiples gestiones por entrevistar a la secretaria interina del Departamento de la Familia, Ciení Rodríguez, o algún otro personal relacionado al programa de ama de llaves de la agencia, pero los esfuerzos no rindieron fruto. En el DF el servicio de Auxiliar en el Hogar a adultos mayores y adultos con impedimentos físicos se tramita a través de la Administración de Familias y Niños (ADFAN).
Trascendió que el DF contaría con un presupuesto consolidado de $3,518,310,000 para el año fiscal 2023-2024. Entre la información que este diario quiere indagar con la titular de la agencia es conocer los fondos disponibles para subvencionar los servicios de auxiliares en el hogar y acompañamiento de adultos mayores.
Asimismo, saber cómo se distribuyen los fondos, cuántas amas de llave o auxiliares de hogar se cubren con el presupuesto asignado, así como los obstáculos, si alguno, que confrontan las empresas subcontratadas por la agencia, como por ejemplo Cosall, para reclutar este tipo de profesionales. Del mismo modo, es imperante saber qué estrategias establece el DF para garantizar el servicio a esta población.
Compañías privadas también pasan su víacrucis
La crisis de recursos humanos para los servicios de amas de llaves no se limita a los municipios, pues es un problema que se traslada también a las compañías privadas que ofrecen servicios directos a las familias o a través de agencias gubernamentales o federales que los subcontratan.
Ana María Nieves, encargada del mercadeo de Caregivers -empresa dedicada al cuidado en el hogar por más de 23 años y principal proveedor de ama de llaves para los beneficiarios de la administración de Veteranos- expresó que existe una realidad “antes y otra después de la pandemia”.
“Antes de la pandemia no vivimos esta situación de no tener personal disponible. Incluso, ni siquiera lo vivimos después del huracán María (2017) que muchos pensarían que se afectó, pero no. El efecto dominó fue cuando llegó el COVID, que la posibilidad de las personas que pudieran trabajar disminuyó. Pero esa situación nunca mermó hasta el punto que yo diría que es casi nula la oportunidad de conseguir personal para trabajar con nosotros. Hemos mantenido a las personas que ya teníamos, pero la demanda fue increíble en época de pandemia y tuvimos que decir que no, porque no tenemos gente para brindar el servicio... incluso, nos llaman de municipios y agencias del gobierno y no podemos (colaborar)”, destacó Nieves al explicar que hay familias en lista de espera, incluyendo pacientes que requieren cuidados especiales, pues tienen demencia o alzheimer avanzado.
En Caregivers han intentado varias estrategias, incluyendo hacer anuncios de reclutamiento en redes sociales como Facebook.
“De primera intención hay 20 personas interesadas, pero cuando los citas, 10 no llegan. Entonces, los otros que sí pasan por el proceso de entrevistas y se reclutan, no llegan a su primer día de trabajo y nos dejan guindando. Esto era algo continuo y tuvimos que dejar de hacerlo, porque afectaba la dinámica de nuestro trabajo. Es como que la gente después de la pandemia no quiere trabajar”, expresó.
Entre las estrategias que se evalúan para mitigar las limitaciones está considerar un bono de ingreso para los que decidan trabajar con la compañía, así como recurrir a la academia o escuelas de enfermería para entrenar a estudiantes que buscan ir ganando experiencia en el área de cuidados en el hogar.
“Esto ha sido bien frustrante”, añadió Nieves sobre la situación de Caregivers.
La portavoz de otra compañía -que ofrece servicios a través del gobierno y algunos municipios, pero que prefirió hablar bajo anonimato-, confirmó que el panorama en su empresa, con más de 20 años de trayectoria, es similar a la de Caregivers.
“En nuestro caso, lo que hicimos fue que expandimos un poco los criterios y nos enfocamos en reclutar para trabajos temporeros a jóvenes, en su mayoría estudiantes de enfermería. Nos tiramos a la calle, los adiestramos y ahí pudimos reclutar algunos”, sostuvo la empleada administrativa al agregar que otro atractivo fue adelantar hace algunos meses el salario mínimo de $9.50.
¿Qué se puede hacer para subsanar la demanda de amas de llaves?
Por su parte, José Acarón, director estatal de la organización AARP Puerto Rico, expresó que ante la realidad demográfica de Puerto Rico -una población de personas mayores de 60 años que aumenta con los años- el gobierno debe ir observando estrategias para afrontar estas “fragilidades”.
“Nosotros hicimos un estudio y se determinó que el 87% de la población mayor de 60 años quiere envejecer en su casa, pero necesitan apoyo. Y eso se complica porque en muchas ocasiones los hijos de estas personas se han ido o no están disponibles y hay menos red de apoyo”, dijo Acarón.
Crear modelos comunitarios para que surjan redes de apoyo en estos entornos y, de paso, crear una posible fuerza laboral interna a las comunidades es una de las opciones que se han discutido entre los profesionales que estudian el fenómeno.
“Y en lo inmediato vemos que ya hay municipios que están diciéndole a los familiares que consigan el recurso y ellos se encargan de reclutarlos. Eso crea una ventaja para ambas partes. También vemos modelos, como uno que hay en Nueva York, en el que se les paga a familiares para que sean cuidadores... creo que hay que ir observando y considerando flexibilizar”, acotó el portavoz de AARP en la isla.
De igual forma, se debe apostar a instar a las instituciones académicas a promover la enfermería para población geriátrica.
“Hay que ir tomando decisiones inmediatas y otras de cara al futuro y crear un ecosistema que apoye a la gente mayor. Crear estrategias de país para ir cubriendo las necesidades de la población mayor que es y será de gran crecimiento en la isla”, recomendó Acarón.