Peñuelas. Los constantes terremotos que se registran en la zona suroeste de Puerto Rico han provocado una erosión de alrededor de 12 pies de costa en los terrenos donde ubica la empresa Industrial Chemicals, ocasionando que piedras de azufre hayan caído hacia el mar.

La situación ha alarmado a los residentes y pescadores del barrio Tallaboa, en Peñuelas, pues opinan que la llegada de este elemento químico a las aguas del mar Caribe viene a empeorar el estado de contaminación en la que se encuentra sumida la comunidad a causa de las petroquímicas, generatrices de energía y empresas de gas que allí se encuentran, así como el depósito de cenizas de carbón en el vertedero.

José Manuel Díaz Pérez, uno de los portavoces del Campamento Contra las Cenizas, explicó que la comunidad ha luchado “por muchas décadas” contra la que llaman la planta de ácido por sus “malos manejos” en las operaciones. Aludió a alegadas descargas de escorrentías al mar y otros incidentes.

El hecho más reciente ocurrió tras los temblores que han afectado al suroeste del país, muchos de los cuales tienen como epicentro el área de Tallaboa, Peñuelas.

“Luego del terremoto de ahora, de enero, unas personas que estaban en lanchas en los lugares cercanos, pues, denunciaron que se estaba contaminando las aguas con azufre. Eso no es nuevo para nosotros. En el pasado también habíamos hecho denuncias similares de los malos manejo de Industrial Chemicals o la planta de ácido, como nosotros la conocemos, en cuanto a los desperdicios que generan y a los materiales que se trabajan ahí”, sostuvo.

Aludió a que esas piedras de azufre ganaron acceso al mar, “porque los planes de control de erosión no existen, nunca han existido y no van a existir”.

Del mismo modo, pescadores de la zona denunciaron que la contaminación de la zona, que incluye la que supuestamente provoca Industrial Chemicals, provoca que peces aparezcan muertos en el área.

“El tema del azufre es lo más que perjudica aquí, para la pesca mayormente, porque eso mata al pez. Al sargazo que hay en el área, que nace ahí, pues lo mata también”, afirmó Pablo Santiago, quien alega ser pescador desde hace 63 años, pues aprendió el oficio a los nueve años.

Otro de los pescadores, Luis Torres, lo interrumpió para añadir que “aparte de que tiran el azufre a la orilla del mar, tiran amonia al agua. Una vez yo fui allá y empezaron a recoger capitanes y pargos en carretillas para que la prensa no viera lo que estaba pasando”.

Según el líder comunitario Díaz Pérez, la culpa de la contaminación en el área de Tallaboa es del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA). Criticó que la agencia se muestre “inoperante” para lidiar con las denuncias que realizan constantemente.

Primera Hora solicitó una reacción del DRNA, a través de su portavoz de prensa, Joel Seijo, pero, hasta el momento, no ha habido respuesta.

No obstante, Primera Hora detectó que la responsabilidad principal de atender esta “posible emergencia ambiental” es la Guardia Costera de los Estados Unidos. Pero, esta agencia federal no tenía conocimiento de la situación hasta que este diario llamó a solicitar una reacción.

El portavoz de la Guardia Costera, Ricardo Castrodad, aceptó que a raíz de la llamada realizada por Primera Hora “estamos enviando un equipo de especialista de contaminación de la Guardia Costera para indagar en el asunto. Sobre todo, cerciorarnos de que este material está entrando al agua”.

Añadió que se están “comunicando con personal de la EPA (Agencia de Protección Ambiental) para que también estén allí”.

Se espera que esta tarde el personal especializado llegue a la empresa a inspeccionar la zona. Castrodad se comprometió a informar sobre el resultado.

Lo que se observó

Primera Hora acudió esta mañana a la zona donde ocurrió la erosión de terreno y de las vetas de azufre que estaban impregnadas en la tierra gracias a que un comerciante de Guayanilla, Herminio Rodríguez, publicó el pasado martes en su página de Facebook una denuncia sobre la “contaminación” que se registraba.

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Posted by Herminio Rodríguez on Tuesday, January 28, 2020

El primer recorrido de este diario se realizó en la lancha del pescador Edson Muñiz, conocido como Papotín. Se pudo apreciar que había varias máquinas excavadoras limpiando el terreno cerca de la zona erosionada. También, se pudo ver la montaña en la que la empresa acumula el azufre. La misma queda a una distancia consideraba del área en que se registró la erosión.

Al observar la presencia de las cámaras fotográficas, el personal de seguridad gritó que se podía entrar a la empresa Industrial Chemicals a conocer lo que ocurría. Una vez dentro de las instalaciones, el gerente general, Donald Milán Hof, y el director de operaciones, el ingeniero químico Lorenz Gómez, dieron su versión de los hechos y llevaron a Primera Hora a la zona erosionada.

Sobre el terreno, se pudo percibir piedras de azufre de pequeño tamaño y en algunas ocasiones pulverizadas. Eran de un color amarillo pálido y brillaban bajo el intenso sol.

Al ir a la pendiente, saltaba a la atención el hecho de que dentro del agua y en la orilla del mar había piedras de azufre pequeñas y medianas. La zona afectada estaba contigua a la erosión y no era en grandes cantidades.

El gerente general de Industrial Chemicals explicó que el azufre se encuentra en sus predios, ya que hasta hace dos años allí se producía ácido sulfúrico. La materia prima utilizada era el elemento químico.

Informó que, “en algún momento dado, (la zona afectada) era un área de almacenaje”. Sin embargo, a través de los años se ha erosionado en esa parte unos “50 pies de costa”, por lo que la montaña de azufre fue trasladada a otra zona.

Ese almacenaje que alguna vez se realizó allí dejó acumulada bajo tierra zonas de azufre. Estas fueron las que quedaron visibles a raíz de los terremotos y las lluvias de los pasados días.

Milán Hof aceptó que “no es hasta ese momento” en que se publicó el vídeo en Facebook con la denuncia “que vimos la erosión”.

Ayer, jueves, la empresa comenzó la limpieza de la zona. El gerente informó que en los próximos días enviarán empleados a recoger con las manos las piedras que cayeron dentro del mar. Alegó que eran del tamaño “de una canica”.

“Acuérdese que eso vino a raíz de una cosa catastrófica, no es a propósito”, destacó el ingeniero, quien pidió no ser retratado o salir en vídeo.

Alegó que el azufre no contaminaría al mar ni afectaría a los animales marinos que se encuentran en la zona.

“Eso no es soluble en el agua. Eso es como otra piedrita ahí”, mencionó.

En cuanto a la montaña de azufre que tienen en sus predios, dijo que no hay posibilidad de que con el viento llegue al mar. Explicó que este elemento se compacta similar al asfalto y que además tienen sistemas de riegos instalados.

La cantidad de azufre que la empresa acumula “no llega a las 300 toneladas, y eso es con la tierra” con la que se encuentra mezclado este elemento, precisó el ingeniero químico.

Tanto Milán Hof como Gómez insistieron que el azufre sería perjudicial si se quema de una manera no contralada.

Primera Hora consultó sobre la situación con el doctor Ernesto Otero, director del Departamento de Ciencias Marinas de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Mayagüez. Este sostuvo que el impacto de la caída de azufre al mar pudiese ser “mínimo”, “localizado” o tal vez “ninguno”.

“Un efecto a largo plazo se determina dependiendo la corriente marina, el oleaje”, sostuvo, al señalar la necesidad de realizar una investigación en la zona para precisar el tipo de impacto.

El biólogo marino recordó que “el azufre, en su estado natural, es parte del ciclo marino”. Indicó que en la sal se encuentra como sulfato y en el mangle se detecta como sulfuro.

Tuberías expuestas hacia el mar

En la zona cercana a la erosión también se observaron tuberías de desagües expuestas.

Milán Hof presentó los mapas de zonificación para ilustrar que en la década del 1950 el terreno en que se ubicó la empresa se utilizó para echar el material que se sacó del mar como parte del dragado realizado para crear los muelles de las petroquímicas. Mostró fotografías antiguas en la que se divisa cómo se instaló la tubería para que saliera el agua que llegaba junto a la sedimentación.

Los funcionarios de Industrial Chemicals alegan que esa tubería no funciona. Sin embargo, los entrevistados insistieron que por allí todavía sale agua de las escorrentías con químicos que pudiesen afectar a la vida marina.

El portavoz de la Guardia Costera reveló que la empresa tiene dos charcas para acumular esa agua de escorrentías. Lo hizo cuando informó que el pasado 16 de enero inspeccionaron la planta, junto a personal de la EPA, a raíz de una notificación que hizo el propio personal de Industrial Chemicals sobre un incidente con tanques que acumulaban en el pasado sulfato de aluminio a raíz de los sismos.

“En aquel momento, el residual del material no estaba cayendo al agua y estaba en proceso de ser limpiado”, informó Castrodad.

En esa visita, ninguna de las agencias federales detectó la erosión costera ahora denunciada por la comunidad.

No saben si darán multas

A eso de las 8:00 p.m., Castrodad se comunicó con Primera Hora e informó que cuando los inspectores llegaron a Peñuelas encontraron que el personal de Industrial Chemicals había concluido la limpieza de las piedras de azufre que habían caído al mar.

El portavoz de la Guardia Costera indicó que todavía se desconoce si la empresa será multada, pues tanto esta agencia federal, como la EPA y el DRNA continuarán con la investigación de lo sucedido y la evaluación ambiental.