Las fuertes lluvias que provocaron inundaciones en el municipio de Toa Baja dejaron a cientos de personas con pérdidas totales de sus bienes en sus hogares, comentó el alcalde Bernardo Márquez García.

“En términos de lo que representa la lluvia, (el municipio) está en calma. En términos de lo que representan las familias afectadas (están) en histeria y tristeza. Tengo familias en distintas comunidades en los barrios que lo han perdido todo”, aseguró el alcalde a Primera Hora mientras hacía un recorrido por el barrio Candelaria Arenas.

Al momento, empleados municipales están visitando cada sector para determinar el número exacto de damnificados. Sin embargo, Márquez García adelantó en un “estimado somero” que podría tratarse de unas 200 a 300 personas.

El agua entró hasta el hogar de Juan Torres, quien perdió muchas de sus pertenencias

“El personal está distribuido buscando información para determinar cuántas familias fueron afectadas (y) en qué magnitud”, indicó.

De los afectados, solamente 14 personas, cifra que representa a cuatro familias, se refugiaron en la cancha del Complejo Deportivo Avoli, espacio predilecto para evitar la interrupción de clases en los planteles escolares.

Eran más las que tenían que salir, pero muchos de ellos se quisieron quedar en sus respectivas residencias”, sostuvo al señalar que algunos de los barrios más afectados incluyen Candelaria Arenas, Campanilla, Ingenio, Villa Marisol y el sector Macún.

Las inundaciones que afectaron a Toa Baja y varios municipios de la región norte de Puerto Rico se trata de una actividad de lluvia “inusual”, según el Servicio Nacional de Meteorología en San Juan (SNM), y es producto de una vaguada fuerte que salió de Estados Unidos.

Márquez García reconoció cuán fortuita fue la actividad climática y resaltó que es por esto que ha sido más impactante para sus compueblanos, quienes no estaban preparados emocionalmente para vivir una emergencia de tal magnitud.

“Perderlo todo- dentro del contexto de un aviso de un huracán- (se puede esperar), pero en esta situación, que no se esperaba en febrero, hay un elemento de (preocupación)”, comentó.

Algunos residentes sufrieron daños materiales luego de que el agua inundara sus residencias.

Una vez tengan un panorama más claro de los daños y de la cantidad de personas afectadas, la administración municipal se preparará para declarar una zona de desastre.

“Aquí va a ser la zona de desastre llanera”, adelantó.

Márquez García esperará hoy la visita de la secretaria de la Familia, Carmen Ana González Magaz, y la posible visita del gobernador Pedro Pierluisi, quien ya conversó con él por teléfono.

Según Márquez García, los sistemas de drenaje estaban limpios previo a la actividad de lluvia.

“La experiencia de María nos dirigió a un estado de alerta y un sistema de mitigación continua. No paramos, porque la realidad es que Toa Baja es un llano donde discurren ríos, lagos, playas, caños, sumideros. Esa composición, teniéndola clara, lo que significa es que tenemos que estar día a día”, dijo al asegurar que se le ha instado también a la ciudadanía a que no lance escombros a los cuerpos de aguas y que las mantengan limpias.