La primera Cumbre de Erosión Costera transcurrió este jueves en el municipio de Loíza, con un reclamo de acción urgente para proteger a las comunidades expuestas a la destrucción de playas y costas, al tiempo que expertos científicos y representantes de agencias presentaban estudios ambientales y explicaciones sobre los procesos para obtención de fondos y poner en marcha proyectos.

La cumbre contó con la presencia, entre otras personalidades, de la alcaldesa de Loíza, Julia Nazario Fuentes; la comisionada residente en Washington, Jenniffer González; la secretaria del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Anaís Rodríguez Vega, así como la embajadora del Reino de Noruega en los Estados Unidos, Anniken Ramberg Krutnes, quien es experta en temas ambientales y de manejo de costas. También hubo representantes de otras agencias estatales y federales, y de La Fortaleza.

Asimismo, entre el público presente había representantes de las comunidades de Loíza, incluyendo a las más afectadas por los procesos de erosión costera.

Como parte de los trabajos de la cumbre, se presentó un estudio realizado por la doctora Maritza Barreto Orta, que evaluó el estado de las playas luego del azote del huracán María. Dicho estudio destaca que en los 23 kilómetros de costa de Loíza, de los que el 81.61% son playas, se evidenció un 42% de erosión y 58% de acreción (aumento de arena) en septiembre de 2017.

La mayor erosión se registró en las playas La Pocita, Aviones, Tres Palmitas, Vacía Talega, Ocean Point y Santillana del Mar.

La doctora Barreto presentó 16 recomendaciones para atender el problema de erosión costera, que van desde la presentación de un protocolo de respuesta a dicha erosión, hasta el uso de datos e información científica sobre los cambios costeros locales. Una de las propuestas insiste en dar prioridad al manejo y distribución de fondos a las franjas costeras que presentan migración de playas tierra adentro.

Asimismo, estuvo el doctor Robert Mayer, de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Aguadilla, quien lidera otra de las iniciativas de protección de dunas o montículos de arena en el área de Piñones, para la cual la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) ha destinado $5 millones.

Mayer subrayó que ese proyecto trabaja específicamente en áreas de alto tráfico humano, con movimiento constante de personas y hasta vehículos, que intervienen y afectan el crecimiento natural de flora que sirve para estabilizar la arena de la zona.

El proyecto incluye la siembra de plantas costeras, provenientes de viveros de la UPR, y se realiza con ayuda de sistemas computarizados y fotometría para monitorear el progreso.

Por su parte, la comisionada González Colón, quien actualmente es copresidenta del Caucus de los Océanos en el Congreso, aseguró que desde ese foro ha respaldado medidas y financiamiento para diversos programas de vital importancia para las costas, como restauración de corales y resiliencia costera, incluyendo programas para la jurisdicción de Puerto Rico.

Esos programas incluyen la participación de diversas agencias federales, como Servicio de Pesca y Vida Silvestre de los Estados Unidos (USFWS, en inglés), la Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, en inglés) y el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de los Estados Unidos (USACE, en inglés).

De acuerdo con González Colón, la USACE continúa explorando alternativas para atender los problemas de erosión costera, reconociendo que no en todos los tramos de costa aplicarían las mismas soluciones. Al mismo tiempo, aseguró, aboga En el Congreso por los fondos para llevar a cabo esos proyectos, y que los mismos, tal como reclaman las comunidades de Loíza, reciban una atención prioritaria.

De igual forma, la comisionada resaltó haber asegurado los fondos para estudios de Riesgo de Tormentas Costeras en el Área Metropolitana y el Estudio de Costas de Puerto Rico, para el análisis de manejo de erosión en áreas claves, con una inversión de $9.3 millones, todos de fondos federales.

Dichos estudios han sido importantes para la revisión de planes en Rincón y Ocean Park, incluyendo alternativas que no descansen solamente en la construcción de muros de protección.

Comunidad exige plan de acción

No obstante, si bien agradecieron y expresaron satisfacción por la celebración de la cumbre, más allá de las explicaciones y argumentos, tanto científicos como de trámites y procesos gubernamentales, algunos miembros de las comunidades costeras de Loíza, consideran que se necesita imprimirle mayor urgencia a este asunto y la implementación de soluciones y, además, darles voz a las comunidades afectadas por esa erosión.

“Yo agradezco que se haya organizado esta cumbre. Verdaderamente, es la primera cumbre que se celebra en Loíza sobre la erosión costera. Y entonces invitan a representantes de 14 comunidades de Loíza que son afectadas por erosión. Entonces mi pregunta es, traer un panel exquisito de catedráticos, gente experta, pero, ¿dónde está la voz de la comunidad?, que es la que tenemos que tener aparte de las pruebas científicas, las evaluaciones, las investigaciones, que son sumamente importantes”, cuestionó Modesta Irizarry, líder comunitaria de Loíza, aclarando que se trata de “mi opinión, y es muy personal”.

“Si tengo hoy gente como FEMA, Cuerpo de Ingenieros, que son los que tienen billete y razón de existir por la comunidad, ¿cómo es que esa gente hoy no tiene un plan aquí para decirnos a nosotros, ‘pues, mire sí, levanto bandera y hago el compromiso que en o antes de verano esta asignación va y vamos a empezar con este proyecto’”, insistió la líder comunitaria.

Reclamó, de igual forma, compromiso para asegurar la asignación de fondos necesarios para garantizar que continúen las investigaciones y proyectos de la doctora Barreto y el doctor Mayer, “que están haciendo un trabajo extraordinario con las comunidades”.

“Entonces, ¿dónde está la verdadera urgencia? Estamos diciendo que es importante, que es estamos conscientes de la erosión costera, pues ¿dónde están los chavos?”, insistió Irizarry, al tiempo que hacía un llamado a cooperar con las comunidades y actuar como facilitadores, “para que el trabajo salga”.

“¿Cómo hablan de millones y millones en conferencias de prensa, pero no han sido debidamente asignados a quienes los están solicitando y los necesitan con urgencia? O sea, urgencia es ahora, urgencia no es a cinco años ni a tres”, reclamó Irizarry.

A preguntas de la prensa sobre esa urgencia de acción que reclaman las comunidades que, literalmente, están viendo cómo día tras días el mar se traga tramos de playas, viviendas y carreteras, la comisionada residente admitió que se trata de una situación de “emergencia” que necesita ser atendida cuanto antes.

“Ese es el principal problema. Estamos en una emergencia. Ocean Park está en una emergencia, Loíza está en una emergencia, Rincón está en una emergencia. Y hay unas cosas que se pueden hacer, por la vía administrativa, con permisología, los permisos en algunas agencias, pero conlleva una erogación de gastos que muchas veces las comunidades no tienen, los municipios no lo tienen. Y esa es la parte que depende de los fondos federales y los fondos de competencia”, expresó González Colón, agregando que “con la aprobación del estudio antes mencionado, se acelerarían muchos procedimientos.

“Honestamente, FEMA es el que ahora, a través de los proyectos de mitigación, como ya están asignados por el Congreso, ya se aprobaron, son los que están trabajando con los municipios. Pero hay un proceso también de protección de los fondos federales, que conlleva la burocracia, la documentación, el papeleo. Es la única manera que podemos acceder a los fondos”, sostuvo la comisionada residente.

Por otro lado, a una pregunta relacionada al tema del manejo de las costas, sobre la posibilidad de incluir molinos de viento para aprovechar la energía eólica marina en aquellos proyectos de mitigación de erosión costera que conlleven la construcción de muros, la comisionada sostuvo que es una idea que apoya, y a esos efectos, incluso, radicó en el Congreso un proyecto “para que se puedan utilizar los océanos” en la generación de energía eólica. Aseguró que con el proyecto se impulsaría, primero, la investigación para determinar el potencial de esa energía eólica marina, y luego su eventual aprovechamiento, “y le va a permitir por primera vez a Puerto Rico, antes no lo podía hacer, ahora podemos utilizar las aguas estatales y aguas federales de jurisdicción de los Estados Unidos en Puerto Rico y en las Islas Vírgenes (Estadounidenses) para evaluar si podemos poner molinos de viento y usar energía eólica”.

Además, indicó, en caso que se autoricen los molinos, están incluyendo una enmienda, para se le devuelva a Puerto Rico una porción de los contratos, “para la investigación y la protección de arrecifes y zonas marinas”.

Al cierre de la cumbre, la alcaldesa de Loíza agradeció a las comunidades, los expertos científicos y las agencias por su participación en la cumbre, y comprometió a funcionarios de FEMA, COR3 (Oficina Central de Recuperación, Reconstrucción y Resiliencia), DRNA y La Fortaleza, para una próxima reunión en la que discutirían planes más concretos para atender ese reclamo de las comunidades.