Encantan las estatuas vivientes de los Reyes Magos
Los actores que le dan vida a los reyes son parte del grupo artístico Tercera Llamada.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
PUBLICIDAD
La ilusión del 6 de enero, que hipnotiza tanto a niños como adultos, cobró vida en las tres estatuas vivientes de los Reyes Magos de San Germán, quienes despiertan la ilusión de la Epifanía en los espectadores.
El trío, del colectivo de actores Tercera Llamada con base en el pueblo sureño, traen al recuerdo memorias del ayer y son punto de conversación, por lo que sus imágenes provocaron revuelo en las redes sociales.
“Queremos rendir tributo a estos tres personajes que, a través de todas estas décadas, son inspiración y son motivo de fe para mucha gente y también para que las generaciones pequeñas conozcan sobre nuestra tradición de los Reyes Magos y que las familias tengan la oportunidad de compartir y de explicarle a los más chiquitos por qué los Reyes Magos, de dónde salen y qué significan para todos nosotros”, explicó a Primera Hora Janfra D’Armas, director de Tercera Llamada y maestro de teatro, quien ideó el concepto y creó el vestuario de las estatuas vivientes.
Las estatuas vivientes de los Reyes Magos no sirven únicamente de atractivo ocular, sino como fuente de conversación entre los espectadores. En los mayores despiertan recuerdos del antaño, mientras que los jóvenes interrogan sobre la leyenda y tradición.
En adición a recuerdos, el público se da a la tarea de bautizar a cada actor con los respectivos nombres de los Reyes: Melchor, Gaspar y Baltazar, aunque Tercera Llamada no lo ha hecho.
Personas alrededor de la isla han rogado poder verlos cara a cara y boricuas en la diáspora han solicitado adquirir artículos alusivos a ellos, como camisetas y abanicos.
“Una señora de Barceloneta me dice ‘mira, yo no tengo carro, pero llego hasta en carro público con tal de poder verlos’”, relató el guayamés que radica en San Germán.
La primera presentación de los personajes míticos fue casi por accidente, ya que D’Armas los llevó a las escalinatas del histórico Convento de Santo Domingo de Porta Coeli el 26 de diciembre para una prueba de maquillaje que, de ser de una estética agradable, serviría para una sesión fotográfica.
Empero, la presencia de los sabios del Oriente detuvo el tráfico y atrajo a múltiples personas, deseosos de hacer su Promesa de Reyes.
“La gente pensaba que eran estatuas (reales), porque parecían que estaban pegados de las escalinatas del Porta Coeli, por el color. Una persona llamó a su hija a Estados Unidos por videollamada y le enseñó lo que estaba viendo”, rememoró.
Los actores, abordados con la admiración del público, también quedaron atónitos por el apoyo instantáneo de su breve y súbita presentación.
Para Allen Torres, actor del colectivo quien por primera vez se presentó como estatua viviente, será una experiencia que atesorará para siempre.
“La experiencia de ese día fue bien gratificante experimentar esa atención del público. Fue algo bien, bien gratificante”, comentó el mayagüezano de 32 años quien tiene una maestría en ciencias ambientales.
Asimismo, Yadiel Miranda, el Rey más joven que apenas tiene 15 años, compartió el asombro y agradecimiento de su colega.
“De verdad está bien nítido, porque la reacción del público fue tan rápida, tan positiva ante todo esto, que de verdad está bien chévere. La gente (decía) ‘está bien lindo, felicidades’. Fue bien positivo, la gente le encantó”, manifestó el sangermeño que es alumno de la escuela superior Lola Rodríguez De Tió y visualiza un futuro profesional en la pedagogía.
Además, el tercer rey, Luis Almodóvar, reiteró su agradecimiento a D’Armas, quien le ha abierto la puerta para participar de presentaciones de esta índole.
“Esta experiencia de los Reyes Magos fue bien alegre, bien emotiva poder participar y hacer arte, que es tan bonito. Eso llena, que las personas le gusten lo que estamos haciendo”, señaló el joven de 25 años, que divide su tiempo entre la actuación y su carrera como terapeuta masajista.
Perfecto de una
La ilusión del Día de Reyes y su tradición en la Isla fue el motor principal que motivó a D’Armas en conceptualizar las estatuas vivientes.
Por lo tanto, experimentó con maquillaje y artículos reciclados para crear el vestuario, dándose pocas oportunidades para equivocarse por la falta de recursos económicos. Para lograr la tonalidad del vestuario, D’Armas pintó las túnicas y turbantes a mano con acrílica, aerosol y el mismo maquillaje que utilizó en el rostro de los actores.
“Me inspiré en el color de las escalinatas (de Porta Coeli). Originalmente se supone que la idea fuera que pareciera en madera. Empecé entonces a jugar con los colores, porque lo más difícil es que, luego de que terminamos el vestuario, tengo que buscar la forma que ese maquillaje quede idéntico entre cara y cuerpo”, especificó. “Ese ensayo de error es bien difícil, porque uno no cuenta con los recursos para comprar cosas. Por ejemplo, las tres cosas que llevan en las manos es un vaso de plástico y le puse cosas recicladas y un cofre viejo. Lo que está es uno inventado. No hay recursos para disponer de lo que no sirvió”, aseguró.
Afortunadamente, en el primer intento obtuvo resultados perfectos.
“Esto, de una, dio en el clavo. De una lo logré, y fue bien emocionante, porque uno maquilla, uno hace todo el proceso, uno hasta cuenta las monedas, porque es mucho el maquillaje del vestuario y hay que pintarlo por dentro y por fuera y, cuando finalmente lo veo en un lugar tan histórico como el Porta Coeli y veo la respuesta de la gente, es sumamente emocionante, porque uno piensa que no lo va a poder lograr”, indicó.
“La gente quiere verlos”
Previo a presentar a los Reyes Magos, ya el público había disfrutado de las estatuas vivientes de la estampa típica del jíbaro boricua, concepto que D’Armas exhibió en más de 25 municipios. Sin embargo, el alza de contagios al COVID-19 cambió los planes en la agenda de Tercera Llamada, por lo que se cancelaron las próximas presentaciones de los jíbaros y nubló la primera presentación oficial de los Reyes.
Tercera Llamada buscará establecer una logística para llevar a los Reyes Magos a las plazas. Una idea para evitar que el público se le acerque a los actores es que se paren encima de pedestales, adelantó D’Armas.
Una vez tengan los detalles, utilizarán sus redes sociales para anunciar las fechas y las medidas que se tomarán.
“La gente quiere verlos. Estamos buscando la logística para nosotros no ser el motivo de que la gente se aglomere, porque automáticamente…la gente hace grupo”, atestiguó.
Veteranos en la actuación
Los actores que protagonizan las estatuas vivientes aseguraron tener que soportar calor, picadas de mosquitos y la curiosidad de la gente, quienes en ocasiones intentan hacerlos reír o se tiran sus comentarios incómodos. Para mantenerse quietos, practican técnicas de respiración y tensan la mandíbula, describieron.
“Casi siempre lo hago es ignorar, pero lo que sí me molesta un poco es la gente que se me pega mucho de frente. Lo que yo hago es- si están de cara a cara- es mirar un poquito hacia abajo, o cerrar los ojos, mirar hacia arriba, ignorarlos”, detalló Miranda, quien con su corta edad ha dominado el método de inercia.
Por amor al arte
Tercera Llamada nació tras la pandemia de coronavirus, cuando D’Armas optó por agrupar a artistas locales para ofrecer talleres, pantomimas y obras de teatro por Internet.
“Inventamos de cuanta cosa se podía mediante lo que eran las redes sociales como único medio y la gente empieza a unirse. Como parte de este revolú que se formó por la cuarentena, la gente estaba buscando un escape y todas estas personas que tenían estos deseos de ser actores, de ser actrices, o de simplemente hacer algo artístico en su vida y no habían tenido la oportunidad, el espacio, el lugar ni el tiempo, pues ahí llegamos”, narró.
Para ser parte del grupo, no hay límite de edad ni se escatima por experiencia, dijo D’Armas. En adición de las estatuas vivientes, el grupo también ha escrito y presentado obras de teatro- la mayoría por Internet- y tiene un programa en la estación local de Radio Sol 1090, donde también utilizan un salón para maquillar a los Reyes.
“Yo adoro el teatro y todo lo que tenga que ver con arte. Lo apoyo y lo fomento, no solamente para mí como director, sino con todas las personas, niños, adultos y jóvenes. El tener gente de diferentes edades, desde los cinco años hasta las setenta y pico de años, haciendo teatro sin deseos de convertirse en gente famosa, simplemente por el mero hecho de que les apasiona y les gusta, es una satisfacción increíble. Si a eso yo le puedo añadir que en un país donde usualmente la cuestión de arte siempre está relevada a lo último, (ya que) el arte no está tan ligado como el apoyo que hay para el deporte, para la gastronomía, el arte siempre está ahí, pero no está en primer lugar, y el yo poder entonces catapultarlo, enseñarlo y decir ‘esto es arte, esto es cultura’, es una satisfacción increíble, porque no es solamente para un sector es para todo el mundo”, puntualizó.
“La satisfacción de hacer arte, de preservar lo que es nuestra tradición, nuestra cultura en tiempos tan difíciles y tiempos tan pandémicos como estos es una satisfacción que ni el dinero ni todo el trabajo que pasé pintando el vestuario (de los Reyes Magos) me va a dar. Es algo que no puedo cambiar”, reiteró.