Puerto Rico no pudo establecer  ayer un  nuevo  récord con el desfile de autos antiguos  más grande del mundo por un tecnicismo  de parte de Guinness World Records que evalúa la posible adjudicación para la Isla.

De acuerdo al  señalamiento de la juez Sarah Casson de Guinness World Records, presente en el evento, la adjudicación no se pudo realizar en la noche de ayer porque hubo espacios muy amplios entre vehículos en el desfile. Los peritos de Guinness evaluarán  esta  semana la posible adjudicación  de la nueva cifra, según comunicaron anoche los organizadores del evento.

La cifra de registro oficial de autos antiguos fue de 2,140 carros que desfilaron por la avenida Rooselvelt.

Al cierre  de  esta edición no se había contabilizado  la cifra  final de  autos de parte  de Guinness.   

Hasta el momento, México  posee  el  récord con   1,690 autos antiguos  en un desfile.   

En la tarde  de ayer, el tráfico  quedo  prácticamente  paralizado en la avenida Rooselvelt  ante  la presencia  de   los miles  de  autos antiguos  que participaron en el evento. Desde temprano en la mañana,  los  portones  del estadio Hiram Bithorn en  San Juan se  abrieron para  recibir a  cientos  de  aficionados y  coleccionistas de autos  antiguos  y curiosos que  quisieron disfrutar  del encuentro. 

Asistir  a este  tipo  de evento  confirma cuántos amantes  de autos existen  en la  Isla.  En el estadio se podían  ver  desde los fiebrus  de carros que  conservan los  automóviles en su  estado original y que  se conocen entre sí,   hasta   familias  que junto a  sus  niños  querían ser   testigos  del  desfile histórico.

Había  todo  tipo, desde vehículos  de  la  década  de  1920 hasta  los populares Toyota  Corolla 1.8, famosos  en los  años 80. La  presencia de autos de la marca Volkswagen y Jeep antiguos fue notable.

El recorrido de autos inició  a  la  1:05 p.m.  y duró   más  de cuatro horas, ya  que  para  romper el récord   se  requería el  registro  del vehículo a la entrada  y salida  del estadio. También los autos registrados   tenían que   tener mínimo 30  años   de  fabricación  para poder  participar y  debían  completar  la ruta  en su  totalidad. Vimos algunos  autos que  tuvieron que ser empujados  porque en la espera se calentaron. 

“Nosotros  terminamos  el registro  con más  de  3,700 autos.  Hoy se inscribieron  unos 3, 400  autos  y  sigue llegando gente, pero  tuvimos  que  cerrar el registro al mediodía por  exigencia de  Guinness  para  poder  empezar el desfile. Para  Puerto  Rico  romper  el  récord  es  importante porque nos  pone  en el mapa a  nivel mundial. Esto  es  un hobby que  tiene  seguidores en todas partes  del mundo  y  establece  una química  de retarnos unos  a los  otros”, sostuvo Ferdinad Pérez, ex legislador que  participó  en el evento  como  organizador  y parte  del equipo  de  producción de  Buena Vibra  Group.

Pérez indicó que  hubo participación de autos de Nueva  York y otros estados que trajeron su vehículo para el desfile.

Una  de las  que ubicó  su  guagua  Volkswagen, apoddada “La nena  de Kitty” de 1969 en el desfile  fue Carmen  Márquez. Ella  adquirió hace  una  año  y  medio  la pintoresca guagua  decorada  con Kitty y la  transformó  con el famoso personaje.

“Me  encanta  Kitty. Soy  bien  pink  y  me  identifico.  Es la primera  vez  que  vengo  y  quise hacerlo para   ser  parte  de  un evento  histórico”, sostuvo  la propietaria de la guagua.

Otro que  llegó  temprano  fue  el  coleccionista  de autos antiguos, Johnny  Valentín. El residente  de Trujillo  Alto llevó  dos  autos  Packand del  1952 y  1954. Compró estos  carros antiguos hace  25  años.