Lo que por años fue un espacio recreativo idóneo para el disfrute de miles de familias puertorriqueñas, se ha convertido recientemente en un dolor de cabeza para el Municipio Autónomo de Caguas.

La instalación que en el pasado albergó el parque acuático “Moisty Skate and Family”, ubicado en la avenida Garrido, cerró operaciones en febrero del año pasado cuando su operador Moisés Abreu, no pudo asumir los altos costos de energía y agua que requería la facilidad para mantenerse operando.

Actualmente, la estructura, que se construyó en la década del ochenta bajo la administración del entonces alcalde, Ángel Berríos, se encuentra inoperante y clausurada para el público en general.

El proyecto, conocido también como Parque del Turabo, está ubicado en 40 cuerdas de terreno y cuenta con dos piscinas con chorreras, áreas recreativas, un anfiteatro y un teleférico.

Desde su cierre, el Municipio de Caguas se ha visto obligado a darle mantenimiento a las facilidades, pues los terrenos le pertenecen. Al momento, el costo mensual del mantenimiento es aproximadamente $15,000, según el Municipio.

En días recientes, ciudadanos utilizaron las redes sociales para comentar sobre el estado físico del parque. Algunos, subieron imágenes del estado de las piscinas en las redes y criticaron tanto al administrador de la facilidad como al municipio por el acumulo de limo y agua en las albercas. 

La secretaria de Desarrollo Económico de Caguas, Zaima Baerga Torres, aseguró a este medio que el área no está abandonada, ya que las facilidades cuentan con un policía las 24 horas al día para evitar posibles vandalismos y accidentes en el lugar. 

Además, indicó que personal de la Oficina de Manejo de Emergencias del Municipio se encarga mensualmente de mantener las áreas verdes cercanas al estacionamiento principal.  Baerga Torres, aseguró que cada dos semanas los trabajadores de la agencia se encargan de echar pastillas de cloro al agua empozada de las piscinas y las vacía para evitar la propagación del mosquito que transmite virus del dengue y del chikungunya.

La funcionaria indicó que desde su clausura, el municipio ha estado trabajando en un plan de desarrollo para las facilidades pues mantener el área en condiciones representa una carga económica fuerte dada la crisis económica y fiscal que atraviesa la Isla.  Hasta el momento, no han establecido qué hacer con las facilidades.

“Ahora mismo, requiere que yo tenga que hacer unas mejoras, adecuar las áreas de las piscinas para estar en cumplimiento con una serie de leyes federales. He traído inversionistas, pero no hemos podido llegar a acuerdos por la inversión alta que requiere”, indicó Baerga Torres.

La funcionaria destacó que antes de que Abreu decidiera cerrar operaciones, el Municipio hizo acercamientos para ver de qué forma podían ayudarlo a mantener operando la facilidad y hacerla autosustentable. Según detalló, las negociaciones no rindieron frutos debido a los altos costos energéticos del parque y esto provocó que Abreu  les entregara las instalaciones hace un año y medio.

La denuncia ciudadana se lleva a cabo en momentos en que Puerto Rico atraviesa una epidemia del virus de chikungunya.

Ante dicho reclamo, Baerga Torres aseguró que el agua empozada en las piscinas es a causa de las lluvias en días recientes, y aseguró que se está utilizando líquidos especiales para evitar que la instalación se convierta en un criadero de mosquitos.

Baerga Torres enfatizó que la mayoría de las personas que han mostrado interés en arrendar las facilidades, no cuentan con el capital disponible para habilitar las mismas.

Ante ese panorama la oficina que dirige sigue evaluando las posibilidades de desarrollo que quieren en el área.

“Tenemos esperanzas de mantenerlo. Este parque está ubicado a una cuadra de lo que será la parada del tren. En su momento, tendremos que ver qué es viable  mantener aquí. Hemos estado explorando varias cosas”, destacó.

Una de las posibilidades que contemplan es que el espacio se convierta en un lugar para crear huertos comunitarios.  De esta forma, el lugar podría ser autosustentable y se incorporaría bajo el Proyecto de la Corporación Juvenil de la Comunidad Sostenible que maneja el Municipio.

“Otra alternativa podría ser la futura construcción de un hotel o la mudanza de oficinas municipales”, concluyó.