Puerto Rico ha permanecido inmóvil en cuanto al tema de reciclaje de desperdicios sólidos se trata.

En tres ocasiones se fijó, mediante la Ley 70 para la Reducción y el Reciclaje de los Desperdicios Sólidos en Puerto Rico, alcanzar una meta de reciclar el 35% de los desperdicios sólidos que se producen. Pero, tras incumplirse la fecha límite en el 1995, en el 2000 y en el 2006, nunca más se estableció cuándo se lograría tal cifra, confirmó el ambientalista y asesor legislativo, Jorge Fernández Porto.

Dijo que el hecho de no fijarse una fecha como meta, es “muy triste”, porque lo que se hizo fue “admitir que somos incapaz de cumplir. Entonces, no voy a cambiar la fecha de cumplimiento”.

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Para demarcar más la situación, el gerente de proyecto del Grant de la Agencia Federal de Protección Ambiental (EPA) para el cierre de vertederos del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA), Antonio Ríos, confirmó que no se cuenta con una cifra actualizada sobre cuánto se recicla en el país. La última disponible es del 2018, cuando se estableció que había una tasa de desvío de 14.5% y una tasa reciclaje de 10.9%.

Para Fernández Porto, no contar con una cifra de reciclaje actualizada representa “el pobre interés del gobierno para cumplir su propia política pública”.

También llegó a demarcar que demuestra la “poca atención que le presta el gobierno de Puerto Rico a sus propias leyes”.

Otro problema que presentó el ambientalista sobre el reciclaje es que poco a poco han desaparecido las industrias que se dedicaban a procesar el material, como el vidrio o el plástico. Señaló que ahora todo depende de la exportación a otros países, como China o Malasia.

Ante este cuadro, la directora de la EPA y exsecretaria del DRNA, Carmen Guerrero describió el reciclaje como “un reto”.

“En Puerto Rico, desde los ‘90 llevamos una meta de llegar al 30%. No hemos llegado a ella. Estamos muy lejos de cumplir con eso. Al contrario, yo creo que quizás estamos alrededor de un 10% de reciclaje y quizás menos. Es uno de los retos más grandes que se tienen en la Isla, de cómo poder sacar ventaja de un proceso industrial que entendemos que tiene una gran oportunidad de desarrollo de empleo y el desarrollo de la economía. Así que lo vemos como un reto que nos trae muchísimas oportunidades. Así lo está viendo el DRNA y la administración del gobernador (Pedro Pierluisi) nos los ha hecho saber”, comentó.

Expuso que la situación del reciclaje no es un reto sólo para Puerto Rico, sino también en Estados Unidos. Contó que el problema es que los mercados internacionales que reciben el material, como China, India y Vietnam, han fijado normas del tipo del producto que interesan adquirir y su calidad.

“No están aceptando todo. Si le vas a mandar cartón, tiene que ser cartón corrugado, marrón, que tenga unos criterios de limpieza altísimos. Si vas a mandar plástico, tiene que estar limpio. No puede tener la tapa. No puede tener el ‘label’ (etiqueta). Y son unos requisitos que ahora se le imponen a la industria general de reciclaje y ha limitado el reciclaje en todo el mundo. En el caso de Estados Unidos, se ha visto ese impacto también y la EPA ha establecido una estrategia nacional de reciclaje, que incluye elementos que son bien importantes, como es medir para poder ver qué es lo que uno necesita hacer con el reciclaje”, indicó.

Fernández Porto señaló que, ante el reducido espacio que tiene la Isla para depositar su basura, el reciclaje es pieza esencial en el manejo de desperdicios sólidos. Comentó que la primera meta es que desde los hogares y comercios se reduzca la cantidad de desperdicios sólidos que se produce y, la segunda, es el reciclaje para que cada vez sea menos el depósito que tenga que ser enterrado en vertederos o sistemas de relleno sanitario.

Tal afirmación fue reconocida por Ríos. El funcionario del DRNA planteó que “nuestro espacio no es ilimitado en términos de área de disposición. O sea, que esa área que nos queda, si lo usamos sabiamente, pues nos va a durar mucho más”.

¿Cómo se puede usar sabiamente?, se le cuestionó.

“Mediante el desarrollo de programas agresivos de reciclaje para desviar lo que se tiene que disponer en estas facilidades”, sostuvo.

Se le demarcó a Ríos los años de incumplimiento que se ha tenido con la meta de reciclar el 35% de los desperdicios sólidos que se generan en la Isla. Lo que expuso fue que, “ahora mismo, como parte de la estrategia que tiene el gobernador (Pedro Pierluisi), se están promoviendo para promover y crear empresas de reciclaje que hagan uso final de esta materia prima que se genera, que son los materiales reciclables, para poder manufacturar. Y un ejemplo de esto es la planta Once for All Tire, que está en Yabucoa. No sé si recuerdan cuando teníamos la crisis de los neumáticos, pues, básicamente dependíamos sólo de la exportación. Pero ya tenemos una compañía en Juncos, que procesa, que es de Eco Green (Tire Recycle), y tenemos también esta de Yabucoa, de Once for All Tire, que hace manufactura y hace productos finales, y se venden los productos finales. Y eso es lo que estamos pudiendo cambiar. Sabemos que la agencia del Departamento de Desarrollo Económico está trabajando para ayudar, entonces, a que se establezcan y puedan manejar de esta misma forma el plástico, el vidrio y otros materiales”.

Según detalló, se supone que el desarrollo de empresas en la Isla que se dedican al reciclaje esté incluido en el Plan de Manejo de Desperdicios Sólidos, que esperan emprender con una asignación de $40 millones que le dio la EPA en el 2018.

Sobre este Plan, Ríos adelantó que el DRNA está próximo a seleccionar la empresa que lo redactaría.

Guerrero también destacó la importancia de medir cómo está el reciclaje. Espera que la cifra actualizada se incluya en el estudio sobre las características de los desperdicios sólidos que se producen en el país, el cual se encuentra en la actualidad en la etapa de evaluación final de los datos.

¿Qué puedo reciclar?

1. Envases de plástico número 1 y 2 – Las botellas de agua, botellones de refresco y recipientes de líquido de lavar ropa son algunos ejemplos. Deben ser entregados limpios, sin etiqueta ni tapas.

2. Latas de aluminio o latones – En estos recipientes, por ejemplo, se venden refrescos, vegetales o salsa de tomate. Deben estar limpios, secos y sin etiquetas.

3. Periódico y papel – No puede ser papel brilloso.

4. Cartón corrugado sin ceras ni impresos. Debe ser una caja color marrón.

5. Textiles - Incluye ropa, zapatos, carteras, corbatas, abrigos, toallas, sábanas, cortinas, manteles, peluches, entre otros. Los materiales deben ser depositados en los contenedores identificados para este reciclaje.

6. Enseres eléctricos – Llamar a su municipio para conocer si pueden recogerlo en su hogar o dónde lo puede llevar.

7. Material vegetativo – Se trata de ramas o troncos de árboles o el desecho que se produce al cortar la grama. Llamar a su municipio para conocer si pueden recogerlo en su hogar o dónde lo puede llevar.

¿Dónde reciclar?

Algunos municipios tienen servicio de recogido de reciclaje casa a casa, como lo son Guaynabo y Carolina. Si su pueblo no tiene este servicio, comuníquese con la Casa Alcaldía para conocer si tienen algún lugar en la que los pueda llevar o saber dónde están ubicados los recipientes de recolección.