Canóvanas. La proximidad de la tormenta tropical Ernesto ha hecho poco para estorbarle el sosiego de los canovanenses.

Aquellos que conversaron con Primera Hora anticipan la tormenta preparados, pero con serenidad, asegurándose de tener las alacenas con alimentos y los tanques de sus vehículos llenos de gasolina.

“(Me siento) tranquilo, sí. Entiendo que no va a pasar nada”, opinó un residente que únicamente se identificó a este diario como Andino y quien salía de un supermercado con varias bolsas de hielo.

Era evidente el sentido de urgencia para estar preparados ante la llegada del fenómeno en el ronroneo de las gasolineras y de los supermercados, cuyos clientes empujaban carritos repletos de comida enlatada, cajas de agua, platos y vasos desechables, productos de limpieza y arroz, mucho arroz.

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“La región que más va a estar afectada es la de nosotros”, se escuchaba entre las góndolas de un supermercado en la Plaza Rial.

Desde temprano comenzaron a realizar labores ante la llegada del fenómeno atmosférico.

A Canóvanas, además, llegaron residentes de pueblos vecinos para completar su preparación.

“Yo tengo placas solares. Estamos tranquilos”, dijo una residente de Carolina, quien viajó a Canóvanas para completar sus preparativos y llenar el tanque de su vehículo con gasolina.

“Ya estoy preparada, gracias a Dios. (Estoy) tranquila”, coincidió una cagüeña mientras compraba gasolina.

El Centro Nacional de Huracanes en Miami (CNH) emitió esta mañana una vigilancia de huracán para Vieques, Culebra y las Islas Vírgenes ante el posible fortalecimiento de la tormenta tropical Ernesto que se encamina a Puerto Rico.

Al momento, la preocupación mayor de las autoridades es la cantidad de lluvia que pudiera estar en la isla a causa del fenómeno atmosférico, que podría dejar entre 6 a 8 pulgadas, con cantidades máximas de 10 pulgadas de precipitación. Los vientos que arrastraría la tormenta tropical se comenzarán a percibir a partir de esta tarde y noche.

Preparativos del municipio

El director de la Oficina Manejo de Emergencias Municipal (OMME) de Canóvanas, Hommy Vázquez, especificó a Primera Hora que las comunidades que más preocupan, por inundaciones, son: San Isidro, el casco urbano, Loíza Valley y La Central.

Las que más están susceptibles a vientos y deslizamientos incluye toda el área rural, como Campo Rico, Cubuy, Lomas, Las 400 y partes de La Central y San Isidro.

“Nos preocupa que la ciudadanía intente cruzar los ríos y las quebradas. A usted tratar de cruzar un cuerpo de agua que está desbordado o por la escorrentía, puede ocasionar que el río se lo lleve, pone en riesgo a usted y a los rescatadores que van a estar tratando de socorrerlo y darle soporte de vida”, exhortó Vázquez en conferencia de prensa desde el Comité de Operaciones de Emergencias (COE).

“Las personas que se tiran a cruzar los ríos, los que están ahí que van a mirar o están arriesgando sus vidas, esas personas tienen que cuidar sus vidas más”, recalcó, por su parte, la alcaldesa Lornna Soto Villanueva al también informarle a los pescadores a que retiren sus embarcaciones de las villas pesqueras y que las muevan a las plataformas de la Central Azucarera.

La alcaldesa Lornna Soto
La alcaldesa Lornna Soto (Suministrada)

Para la 1:00 p.m. de hoy, Soto Villanueva aseguró en que las brigadas “están en la calle” y que personal municipal continúa “mitigando en las áreas (en lo) que el tiempo ha permitido”.

Los residentes que urgen de albergue, podrán refugiarse en la escuela William Rivera Betancourt en San Isidro y, a partir de las 2:00 p.m., en la Escuela Luis Hernaiz Verone, en el casco urbano.

Ambos refugios tienen capacidad para 550 personas (300 en la escuela William Rivera Betancourt en San Isidro y 250 en la Escuela Luis Hernaiz Verone), aunque sobre 1,350 pernoctaron en los planteles cuando embistió el huracán María en el 2017.

“Si usted vive en una zona inundable, es hora de hacer los preparativos”, exhortó, por su parte, el vicealcalde José D. Candelario.

Soto Villanueva mencionó, además, que, de las más de 850 personas vulnerables, ya sea encamadas, enfermas o que residan solas en el municipio y que dependen de equipo para vivir, el personal de Community Health Workers, de Canóvanas Saludable, ha “impactado”, hasta el momento, a 308 pacientes, proveyéndoles apoyo médico o emocional.

“Se maneja como un ‘telemarketing’ de urgencia”, explicó la alcaldesa a este medio.

Con el fin de evitar obstruir las alcantarillas proyectiles durante el evento atmosférico, Soto Villanueva instó a que sus constituyentes no coloquen escombros fuera de sus hogares. Para evitar esto, la Policía Municipal vigilará las comunidades e impondrán multas de $1,000 por tirar escombros en lugares no autorizados. Mañana, miércoles, no se recogerán escombros ni basura doméstica, adelantó Candelario.

“Una petición que le voy a hacer a los ciudadanos: no saquen más escombros”, recalcó la funcionaria.

Mientras, la alcaldesa indicó que su administración contratará plomeros para, de ser necesario, proveer la mano de obra en caso de la ausencia del personal de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) para mantener las plantas en funcionamiento.