Feliz con sus criaturas.

Finalmente, ayer, Emilys Rodríguez tuvo el primer encuentro con sus bebés después de una delicada operación para traerlos al mundo.

Los contempló, los tocó y les habló. No podía creer que después de 32 semanas en su vientre ya estuvieran con ella y su esposo Carlos. “Yo no creía que eran míos, yo decía: ‘Diantre, éstos son mis bebés’ porque se veían tan lindos y todos se parecen, de pelito negro, flaquitos”, reaccionó Emilys, quien a pesar del dolor que aún siente se veía radiante con su pelo arreglado y maquillada.

“Yo digo: ‘Dios mío, tan grande y estaban en mi barriga’”, añadió la orgullosa mamá que no recuerda nada después del momento en que escuchó el llanto del primer bebé.

Emilys está sorprendida con el parecido de sus pequeñines a pesar de que son fraternos. Todavía no sabe quién se parece a quién, dijo. “Si a la nena no le ponen aquel lazo, yo no sabía cuál era la nena”, comentó sobre su chiquilla, a quien el equipo de enfermeras le colocó un lazo rojo sobre su oscura cabellera.

José Carlos, Ian Carlos, Emilianette y Carlos José permanecen recluidos en la Unidad de Cuidado Intensivo Neonatal (NICU) del Hospital Pavía de Santurce y allí estarán por tres semanas, tiempo para el cual hubiesen cumplido las 36 semanas de gestación.

Su estado de salud mejora cada día, al punto que ya a Carlos José, el último en nacer, le fue retirado el oxígeno. Su hermanito Ian Carlos permanece conectado a la maquinaria, pero a niveles muy bajos, explicó la pediatra intensivista Leila Malavé, quien dijo que la misma se le retiraría entre hoy y mañana.

Los cuatro están ingiriendo 12cc de leche, casi media onza, cada tres horas, a través de un tubo orogástrico, indicó.

La meta del equipo médico es que, entre ayer y hoy, pudieran ingerir a través de gotero leche materna para estimular el tragado y por lo beneficiosa que resulta para el sistema inmunológico de los niños. “Se ha visto que las gotitas más pequeñas que se den sí sirven para mejorar la inmunidad del bebé”, explicó.

La importancia de que permanezcan en la unidad intensiva, explicó la pediatra, es porque todo bebé nacido antes de las 36 semanas de gestación puede parar de respirar de forma espontánea debido a que, al ser bebés inmaduros, algunos de sus sistemas aún están inmaduros.

José Carlos, Ian Carlos, Emilianette y Carlos José nacieron el miércoles, entre las 10:31 y 10:32 de la mañana, a través de un procedimiento de cesárea a las 32 semanas y media. Un equipo médico veló por cada detalle.

Los pequeñines fueron concebidos, después de un año y medio tratando de ampliar la familia, cuando Emilys se sometió a un tratamiento para acelerar su ovulación, procedimiento que usualmente se realiza antes de una fertilización, lo que en su caso no fue necesario.

Carlos está que no cabe de la emoción. En la tarde, sus compañeros de trabajo les tenían unos regalitos a los bebés con motivo de su nacimiento, por lo que no estaba al momento de nuestra visita.

La pareja, ambos empleados de Familia, vive en un apartamento en la residencia de la mamá de Carlos, pero allí apenas ellos dos caben. Recientemente, compraron una residencia en Manatí, cerca de la familia de Emilys, pero la misma no está habitable.

“Son míos, mis bebés... éste siempre había sido mi sueño”, dijo una emocionada Emilys.