El estado casi comatoso del embalse Carraízo, de seguirse agravando, le acarreará múltiples problemas a todos los que se sirven en la zona metro de San Juan.

De no ponerse  en práctica medidas de prevención, la consecuencia de un racionamiento extremadamente severo puede incluso ocasionar enfermedades entre la población más susceptible, que es aquella que tiene su sistema inmunológico comprometido, dijo ayer el ex secretario de Salud, Johnny Rullán.

El presupuesto personal de muchos puertorriqueños se ha perjudicado  por la sequía y los gastos van a subir  a medida que el embalse se vaya quedando sin agua, dijo la economista Martha Quiñones.

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La industria y el comercio ya están incurriendo en gastos no presupuestados para mantener sus abastos de agua y la situación va a empeorar acorde empeore la condición del principal embalse del País.

Industrias como la del hielo, ya se reunieron para  discutir   “lo que viene”. 

El líder de los hieleros, Ángel Vázquez, dijo que las empresas que no usan agua de pozo son las que podrían salir del mercado,  si no tienen acceso a fuentes alternas  del líquido.

Conseguir agua en camiones se pondrá cada vez más difícil, porque hay mucha demanda del servicio, inclusive de parte del gobierno.

El hielo no es un lujo... lo  necesitan los hospitales y también se exige tenerlo  para los empleados de la construcción, entre otros usos.

Más sobre la sequía

En cuanto al tema de la salubridad, Rullán subrayó ayer  que él comenzaría “desde ahora” a tomar medidas para prevenir  enfermedades.

Mencionó que el agua que llega a los hogares después de varios días de racionamiento debe hervirse por cinco minutos para matar  bacterias; que también se pueden usar tabletas de yodo para “que el agua sea más segura”.

Dijo que la niñez y las personas con su sistema inmunológico comprometidos  no deben usar del agua del grifo para lavarse los dientes; se deben proteger también las áreas mucosas de los ojos y la nariz. 

Otro dato importante: a medida que nos quedamos sin agua, es preferible  que para el consumo humano se use la de los oasis, o embotellada.

Si los abastos de agua siguen esfumándose, las familias deben asegurarse además  de tener hand sanitizer en sus baños, para usarlo luego de orinar, y un galón de agua y  jabón para limpiarse las manos después de defecar.

El efecto en cadena que produce la escasez de agua supone, por otro lado, la  posibilidad de que veamos un alza en el precio de algunos productos, debido a los gastos adicionales en que están incurriendo los comercios, dijo el economista Gustavo Vélez.

“Es lógico pensar que el sector productivo que más se desestabiliza con esto  es el de las pequeñas y las medianas empresas y comercios. Ya algunos hasta han tenido  que limitar sus horarios”, indicó.

Aunque el ex director de la Agencia estadounidense de Protección Ambiental (EPA) en Puerto Rico , Carl Soderberg,    dijo que de no adoptarse medidas drásticas Carraízo podría quedar fuera de circulación el mes que viene, dos de los hidrólogos más prestigiosos del País, Greg Morris y Ferdinand Quiñones, afirmaron que la zona metro de San Juan no se quedará sin agua.

“Carraízo  no se va a ‘secar’  al punto de que no pueda entregar agua. Lo que podría pasar es que el nivel del lago baje a su nivel mínimo operacional y entonces trabajan con el flujo del río”, explicó Morris, un experto en manejo de recursos de agua a nivel internacional.

“La sequía de 1994, terminó con las lluvias de septiembre de ese año. Ojalá eso ocurra en 2015. El peligro real es que se repita la sequía de 1967-68, cuando Carraízo no se llenó por 1.5 años. Si eso se repite, el racionamiento de agua será más severo y podría continuar hasta junio de 2016”, resalta el hidrólogo en su estudio Racionamiento de Agua, Causas y Soluciones; de agosto pasado.

“Si Carraízo se fuese a cero, la zona metropolitana no se queda sin agua. No se puede crear esa percepción. Contamos con otras cinco fuentes adicionales (que le proveen agua)”, advirtió, por otra parte,  Ferdinand Quiñones.

Los pozos de agua son claves también para ayudar a la zona metro de San Juan.

Quiñones indicó que la AAA puede recurrir  al  Acuífero Superior de la zona norte, haciendo que los municipios que ahora se sirven del Supertubo se desconecten de este y usen agua de  pozo.

Eso liberaría más agua  del Superacueducto para que se vaya para  San Juan.

“El USGS estima que a través del acuífero se pueden exportar 20 millones de galones de agua adicionales”, dijo el perito, quien destacó que lo se  haga con los pozos “se tiene que plasmar en un plan de dos o tres semanas”.

El vicepresidente de Operaciones de la AAA, Francisco Martínez, informó que ellos utilizan 17 pozos que le aportan a la zona metro 10 millones de galones de agua al día, mas identificaron otros 19  en las regiones metro, este y norte y “todos están en proceso de reactivarse”. 

Esos  pozos deben estar  funcionando en septiembre.

¿Dragar?  “En esta etapa del juego”, eso sería irrelevante para Carraízo  porque el problema no es la  capacidad del embalse, sino la cantidad de agua que tiene.

Quiñones le sugirió a la AAA que se diseñe un programa de dragado “permanente” para este  y  otros embalses altamente sedimentados.

Ese proceso  puede extenderse por un periodo  de 20 años, lo que implica menos gasto para el erario.

A largo plazo, el problema con los abastos se resolvería, según Morris, desarrollando un  modelo que en época de sequía se reduzca la extracción de agua de los embalses y se aumente el uso de agua de pozos. 

En época de lluvias se haría lo contrario, de modo que se logre mantener estables  los embalses.

La AAA también tendrá que minimizar el agua que se le pierde.

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