El "pavochón" sustituye al tradicional pavo en la mesa boricua
"Lo interesante es ver el pavo en la vara. Como los pollos y el lechón, el pavo también se pone en la varita".
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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Cayey.- En un alarde de su habilidad para fusionar culturas anglo e hispana, muchos puertorriqueños celebrarán mañana el Día de Acción de Gracias con un "pavochón", fruto de una receta autóctona en la que el pavo se condimenta y cocina al estilo del tradicional lechón asado.
Lorna Rodríguez es gerente del restaurante familiar "La casa del guanime", situado en pleno centro de la isla caribeña, en la localidad de Cayey, y reconoce que en estas fechas el "pavochón" es una de las estrellas del menú.
Según explica, los comensales lo piden atraídos por la curiosidad de ver un pavo atravesado en una vara y calentándose sobre el fuego como si fuera un lechón en una "lechonera", el nombre con que se conoce en Puerto Rico a los establecimientos donde se preparan los populares cerdos de pocos años.
"Lo interesante es ver el pavo en la vara. Como los pollos y el lechón, el pavo también se pone en la varita", apunta Rodríguez a Efe mientras atiende su negocio, uno de los tres que administra su padre, Tomás Rodríguez Fonseca, en el barrio de Guavate.
Este barrio de Cayey es conocido en toda la isla por ser donde se encuentra la llamada "ruta del lechón", que cada año recorren miles de puertorriqueños, especialmente durante los fines de semana y las Navidades, para detenerse a comer en alguna de sus pintorescas "lechoneras", repartidas por las carreteras que atraviesan esta bella zona montañosa del centro de la isla.
Una de las "lechoneras" más conocidas de esta ruta es "Los pinos", propiedad también de la familia Rodríguez y que para mañana tiene ya encargadas más de trescientas órdenes de "pavochón".
Esta suerte de fusión entre el tradicional pavo que se toma en EE.UU. el Día de Acción de Gracias -que se celebra todos los años el último jueves de noviembre- y el lechón asado, un clásico navideño en Puerto Rico y en otros países de la región, ha dado lugar a una receta que hoy en día está registrada en la Oficina de Patentes de Washington.
Según Lorna Rodríguez, en los tres negocios familiares -que también incluyen "La picadera del coquí"- el ave se prepara de igual manera que el lechón al juntarle sal, pimienta, aunque se le agrega sazón para darle color y se esperan hasta tres horas antes de servirse.
"El sabor del pavo no es el mismo de esta forma que si lo haces al horno; igual que le pasa al lechón si lo cocinas sobre carbón", apunta Rodríguez, una de seis hijos del popular don Tomás, agricultor de profesión.
Según explican, fue en Puerto Rico donde se inició la idea de cocinar el pavo en una vara y cabe la posibilidad de que se hiciera así porque es más saludable que cocinarlo al horno. Hay quienes incluso lo rellenan de mofongo, un plato de plátano verde frito machacado también autóctono de Puerto Rico.
"El pavochón lleva años dando bandazos por ahí. Hay lugares que también lo venden, pero no lo ponen en la vara, sino que cortan las porciones y los venden en bandejas", apunta Lorna Rodríguez sobre un plato que en los tres negocios de la familia va acompañado de ñames, plátanos y yautías (malangas) que su padre siembra en la finca familiar.
Para Tomás Javier Rodríguez, hermano de Lorna y cocinero de "Los pinos", una de las grandes alegrías de estas fechas es ver cómo los comensales terminan de comer el "pavochón" y acuden a darles las gracias y felicitarles por el buen trabajo.
"Esto fue en lo que me crié. Ver a la gente sonriendo y que te digan que les gustó lo que les cocinaste, me satisface", reconoce a Efe satisfecho este joven de 28 años, quien compagina este trabajo con sus estudios para licenciarse como mecánico de aviación.
Como muchos otros, los negocios de esta familia han tendido que abandonar el carbón y pasar al gas para cocinar sus "pavochones", debido al elevado consumo energético y a la reñida competencia entre los cada vez más numerosos establecimientos del área que también preparan pavo.
En sintonía con la elevada emigración que sufre Puerto Rico, y que ha llevado a que ya vivan más puertorriqueños fuera que dentro de la isla, el "pavochón" se ha exportado igualmente a grandes ciudades de EE.UU. como Nueva York, Orlando o Miami, donde también es posible encontrarlo en estas fechas.