La moneda oficial de Irak era desconocida a nivel mundial, excepto por el hecho de que los billetes más modernos tenían el retrato del derrocado dictador Saddam Hussein, quien fue ejecutado en 2006.

La moneda, originalmente, valía tres dinares por cada dólar pero, tras los conflictos bélicos en el país, se devaluó a tal nivel que llegó a valer diez centavos por cada dólar.

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El papel moneda alcanzó un estatus mítico entre inversionistas e incautos atraídos por la promesa de que, una vez Irak se "enderezara", verían ganancias extraordinarias al cambiar sus dinares. 

Al momento, no hay banco que cambie dinares por dólares, por lo que se depende de intermediarios y con la esperanza de que darán el cambio a precio "justo". Ese precio ni siquiera se ha determinado.

De acuerdo con un artículo de la revista Forbes, tener dinares es como "tener boletos de lotería" y cualquiera se la juega con tal de recibir un "premio" o, en este caso, dinero a raudales.

En Puerto Rico, el esquema de los dinares data desde poco después de la caída de Hussein.  

Pero hasta el Banco Central de Irak señala en su página web que los dinares viejos (impresos antes de la Guerra del Golfo, en 1991) se intercambiaban con los nuevos a un nivel de intercambio de 1:1, excepto los dinares suizos (impresos antes de 1990) que se pagaban de la siguiente forma: un dinar suizo = 150 dinares regulares.

El dinar actual prácticamente no tiene valor. 

Por cada dólar se pagan 3 mil dinares, y el mercado no está regulado por el Banco Central de Irak. Depende en gran medida de los "inversionistas" y del mercado negro.

Si, de todas formas, cree en que el dinar va a reevaluar y está a un paso de volverse multimillonario, al menos asegúrese de no comprar más de lo que podría perder. O sea: no hipoteque su casa, no entregue sus ahorros ni comprometa su sueldo a cambio de dinares porque el golpe sería devastador.

Sabía que...

Si tiene dinares, compre un boleto de avión y viaje a Irak, porque es donde único se los cambiarán.