El lechón navideño sabe mejor
La Lechonera Pagán asó diez lechones para el Día de Navidad.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 9 años.
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Para los puertorriqueños el lechón asado es un plato de todo el año, pero si es Navidad, el sabor –y lo tostadito- del cuerito es aún mejor.
Una visita esta mañana a la Lechonera Pagán, ubicada en la carretera 167 en Bayamón (frente a la Caribbean University), bastó para corroborar que el paladar boricua no conoce horas si de lechón se trata.
Cerca de las 10:10 a.m., 48 personas hacían fila para llevarse un par de libras de lechón, entre otros manjares que compartirían con sus familiares. Y como el dueño de la vistosa guagüita sabe que la demanda es buena, sobre todo en un Día de Navidad, se preparó con 10 lechones asados, de los cuales había picado cuatro al momento en que hablaba con esta reportera.
“Debo terminar temprano”, anticipó el propietario Bilix Pagán al ver el movimiento de gente, en su mayoría residentes de Bayamón.
Sin despegarse de una picadora eléctrica, Pagán indicó que la venta de lechón asado se mantiene durante todo el año y le genera suficiente ganancia.
“Vivimos bien, gracias a Dios y el negocio este año ha ido bien”, afirmó el propietario reservándose el secreto del sazón que utiliza.
Humberto Trillo llegó al negocio ambulante a las 8:30 a.m., para comprar el típico menú navideño, del que prefiere específicamente el lechón, el arroz con gandules y los pasteles de masa.
“Es la (lechonera) que por largos años he probado; soy vecino de aquí y sigo viniendo aquí aunque me mude para otro lado”, dijo el cliente, cuyos deseos para el nuevo año son “que pueda seguir con mi pareja y que pueda sostenerme en mi trabajo”.
Maribel Rivera, de Guaynabo, salió de su casa a comprar desayuno y terminó en la fila. “No quería desayunar en la casa y salí a comprar desayuno, todo estaba cerrado y aquí paré”, contó la mujer, que por tercera vez comería del lugar.
Rivera, al igual que Monserrate Sánchez, de Bayamón, se refirió a esta Navidad como una distinta, “algo triste”. “No es la Navidad de cuando me criaba, ya como que ha bajado un poco la tradición, ya no se ven las parrandas, pero gloria a Dios que todavía queda alguito”, dijo.
Sánchez, asimismo, lamentó el efecto de la crisis económica y se mostró esperanzada en que el nuevo año sea uno más positivo. “Que empiece un nuevo año con mucha felicidad y menos criminalidad, porque necesitamos paz y mucho amor”, compartió la clienta, quien aguardaba por comprar el lechón asado para sus hijos.
El menú de la Lechonera Pagán ofrece además morcilla, guineos hervidos, pasteles, yuca y arroz con dulce.