Los vendedores y productores de café están preocupados porque no solo se prevé un posible aumento en el precio de venta, que está bajo evaluación del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO),  sino que la implementación del Impuesto al Valor Añadido (IVA)  podría resultar en un golpe severo a esta industria.

Jeisha Caraballo Quirós, una estudiante universitaria de 22 años, quien con la ayuda de sus padres montó el negocio “Cafeíto Yauco Puerto Rico” en la plaza pública de la ciudad del café, expresó que le preocupan las ventas y que lo que con esfuerzo ha levantado en los pasados cuatro meses, se vaya por la borda.

“El IVA nos va a afectar grandemente, primero porque las cosechas de café no son tan fáciles en esta época, entonces el precio va a aumentar y las personas no van a querer comprar a un precio alto. Como el precio de ahora es moderado está bien, pero si aumenta (el impuesto) va a haber un bajón de compras de los clientes”, afirmó.

Incluso a mediano plazo su plan era ampliar el negocio con productos similares, pero quizás eso no suceda, lamentó la joven que ahora emplea a tres personas. 

“Es preocupante, para mí nada más no, para todo el pueblo de Puerto Rico”, dijo. 

Miguel Sánchez Semidey quien comenzó una pequeña empresa de venta de café tostado al fogón, como lo hacía su abuelita, señaló que uno de los problemas principales de la industria son las complicaciones del recogido del fruto, y si encima tienen que lidiar con un aumento de impuestos, se va afectar la producción local.

“En cuanto al IVA creo que va a afectar un poquito porque ya el café como tal va a aumentar, y si nos aumentan además un .16%, nos va a afectar el bolsillo. Esto nos preocupa porque para la producción de café la mano de obra es poca, es difícil cultivar ahora el café… es preocupante”, indicó el joven.

Pedro Bengochea quien lleva dedicado al café cerca de 20 años dijo estar confiado en que haya algún tipo de incentivo para los caficultores.

“Nosotros confiamos en que no nos afecte (el IVA), porque del IVU estamos excentos y ha habido un respaldo del gobierno en esta industria. (Es importante) ayuda a salvar esta industria. Aplicarnos más costos más gastos, más impuestos sería poner en riesgo esta industria. La industria del café necesita el respaldo gubernamental”, manifestó el empresario quien vende la marca Castañer Supremo.

A su juicio, las agencias federales tienen un acecho constante para obligarlos a pagar el salario mínimo federal por la recogida de almud de café, pero entiende que “eso es llevar la industria a la liquidación y ponernos un IVA, ni pensarlo porque… seria aumentar costos y eso no podemos tolerarlo, se afectaría toda la industria. Es alarmante y desesperante”, enfatizó. 

Jesseira Cortez ve el cambio con cautela y dijo que era necesario educar más. En su caso, si el IVA le va a ahorrar el proceso de lidiar con Hacienda y el IVU loto, mejor porque pagaría el impuesto y luego podría recibir un reembolso. De ser esa la fórmula, quizás no es tan mala propuesta. 

“Hay que ver pros y contras. Todavía no se ha dicho cómo es que va a funcionar pero si vemos que nos afectó el IVU un poquito puede ser que el IVA nos afecte o puede que nos beneficie. Ahora cuando se trate de venir a actividades y comprar este tipo de productos en ese renglón la gente tiende a aguantarse un poquito y a ser un poquito más selectivos en lo que compra y eso no deja de preocupar”, dijo. 

Mientras, Roberto Oquedo Soto propietario del restaurante Qlantro indicó que el IVA como está propuesto “es un golpe bajo”.

“Llevamos años a gatas. La gente se cree que el dueño de restaurante es millonario y no es así, especialmente cuando uno protege mucho a los empleados que son los que se afectan de verdad  porque uno busca sobrevivir y el daño se le hace al empelado la mayoría del tiempo. El IVA todavía tengo que estudiarlo bien, quizás tiene pros y contra, pero la realidad es que no aguantamos más. Yo llevo cinco años yo soy el que cocino, soy el dueño y tengo más tareas porque no puedo pagar al empleado. Un aumento sería un golpe más”, afirmó.

El propietario del restaurante quien vende la marca Regio cultivada y producida en Yauco, dijo que esa empresa también se afectaría y cuestionó cómo un café de más alta calidad como el que sale de los campos de Puerto Rico es más caro que el que se hace en Estados Unidos que no es tan bueno.

“Eso es insólito, la gente no va a dejar de consumirlo pero se afecta desde la gente que recoge, el patrono, mi familia es de recogedores de café de toda la vida y eso se ha caído… Mientras más duro pinches a la gente, la gente va a seguir yéndose y los que sufrimos somos los pequeños comerciantes agricultores que son los que en realidad sienten un cambio en la contribución”, declaró.