Dueños de paradores exigen apertura limitada de piscinas para atraer huéspedes
La ocupación ha mermado considerablemente desde que se les prohibió su uso mediante orden ejecutiva.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 4 años.
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La Asociación de Dueños de Paradores de Puerto Rico hizo hoy un llamado urgente a la gobernadora Wanda Vázquez Garced para que se les permita el uso de un 25 por ciento de la capacidad de sus piscinas y de las áreas recreativas para poder aumentar su ocupación con el fin de continuar operando en desafío a la crisis económica que enfrentan, muchos de ellos desde principios de año por los terremotos.
El presidente de la asociación, Jesús Ramos, quien también es el propietario del parador Villas de Sotomayor, en Adjuntas, expresó que al presente es imposible calcular las pérdidas millonarias que enfrentan los empresarios debido a que la pandemia del Covid-19 no ha terminado.
Ramos planteó que la voz de alerta la emitieron a todos los niveles desde el mes de julio cuando se impartió la orden ejecutiva para el cierre de las piscinas sin que se atendieran sus reclamos a pesar de que no existe evidencia de contagios en esas áreas recreativas acuáticas, por lo que extendió su llamado para que en la próxima Orden Ejecutiva que entraría en vigor el 12 de septiembre se flexibilice la directriz.
“Estamos pidiendo que, por lo menos, nos abran un 25 por ciento de las piscinas y las facilidades recreativas para poder llegar a un 12% de ocupación, para poder sufragar algo de los gastos operacionales y mantener la operación”, dijo Ramos, quien atribuyó la baja en la cantidad de huéspedes, que en su mayoría hacen turismo interno, a las pocas opciones de entretenimiento que pueden ofrecerles.
El portavoz, señaló durante una conferencia de prensa a través de la plataforma Zoom, que la ocupación hasta las primeras dos semanas de julio llegó a un 71 por ciento, mientras que desde que se les prohibió la apertura de las piscinas hay paradores que solo tienen un 2 por ciento de sus habitaciones ocupadas y otros han optado por su cierre parcial.
Se estima que casi un 76% de sus empleados han sido cesanteados en los paradores de Puerto Rico.
“Con menos ocupación y con los mismos gastos operacionales lamentablemente lo único que ha bajado es el empleo, muchos de nosotros hemos tenido que cesantear y no cesantear totalmente sino darle la oportunidad parcialmente de que la gente pueda venir a trabajar par de horas para mantenerlo, porque entendemos y sabemos que esto va a pasar. ¿Cuándo? No lo sabemos”, declaró Ramos.
De su lado, Tomás Ramírez, vicepresidente de la asociación y representante del Combate Beach Resort, sostuvo que el permiso para operar limitadamente las áreas recreativas acuáticas debe aplicar a todas aquellas hospederías que han invertido dinero en sus negocios familiares para cumplir con todos las guías de salud, higiene y seguridad las cuales están debidamente reglamentados por la Compañía de Turismo.
Manifestó que la industria que representan ha recibido un trato desigual en comparación con los alojamientos independientes a los cuales no se regula ni siquiera el uso de las piscinas, donde se han captado en vídeos de personas en fiestas sin guardar distanciamiento social utilizando ese tipo de facilidades de manera irresponsable.
Mientras que, Juan López, presidente de la cadena Tropical Inns, advirtió que si la gobernadora no accede a sus peticiones evaluaría la posibilidad de demandar o violar la OE permitiendo el uso de las piscinas ya que no existe evidencia de contagios.
Recordaron que los incentivos económicos, ayudas federales y moratorias otorgadas por las instituciones bancarias les fueron de gran ayuda, pero las mismas están por terminar entre los meses de septiembre a octubre.
“La situación va a comenzar a afectar a muchos de los paradores y otras hospederías pequeñas que operan en el marco legal con todos los requisitos y permisos en Puerto Rico porque todas esas ayudas se están acabando y no nos están permitiendo operar responsablemente después que hicimos una inversión gigantesca basada en los protocolos que desarrolló la Compañía de Turismo junto a la industria”, puntualizó Ramos.
Los dueños de paradores se desvincularon los desórdenes observados en zonas playeras y áreas de chinchorreo durante fines de semana, los cuales fueron una de las causas para que la OE fuera más estricta, ya que aseguraron que han sido fieles cumplidores de los reglamentos.