Dueños de mascotas lloran sus pérdidas

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 17 años.
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Jessica Fuentes Calderón narró ayer bañada en lágrimas que el 8 de octubre pasado un empleado de la compañía Animal Control Solutions (ACS) le arrebató de su apartamento, en el residencial Quintas de Barceloneta, su perrito chihuahua “Scooby” al que reconoció tres días después en un reportaje en Univisión sobre la matanza de animales lanzados por el puente Paso del Indio.
La joven declaró ayer en la continuación de la vista preliminar contra el dueño de ACS, Julio Díaz, y sus empleados Roberto Rodríguez Ceballo y Lucas M. Montaño Rivera quienes encaran tres violaciones a la Ley de Maltrato de Animales.
Se espera que la vista preliminar, que es presidida por el juez Nelson Canabal, del Tribunal de Primera Instancia de Bayamón, concluya hoy.
En un emotivo testimonio, Fuentes Calderón relató a preguntas del fiscal Harry Rodríguez que el 8 de octubre, a las 2:00 de la tarde, se acababa de levantar y cuando abrió la puerta de su apartamento se topó con la administradora del residencial y empleados de la Defensa Civil municipal que le dijeron que si no les entregaba sus mascotas le iban a cancelar su contrato.
La testigo relató que luego entró a su casa un empleado de la Defensa Civil, que identificó como “Nino”, en compañía de uno de los imputados y éste se llevó a Scooby “con to' y cadena”. Narró que desde su balcón vio cuando metieron al perrito en una jaula dentro de una guagua van blanca y ella se echó a llorar. Luego, el 11 de octubre, “estaba en mi casa con mis hijos y cuando prendo el televisor, en las noticias de las 6:00 de la tarde, pude ver a mi perro como en un cajoncito blanco con otros dos perritos. Cuando lo vi, conocí a mi perro, pegué a llorar y a gritar y llamé a mi esposo”.
La testigo, quien en ese momento estaba embarazada, explicó que su esposo José Rodríguez fue al puente Paso del Indio y a las 11:00 de la noche le trajo al perrito. “Scooby llegó a mi casa hinchado, no podía evacuar, no podía orinar ni comer”, declaró la mujer. Agregó que el 12 de octubre, en una reunión en el caserío ella le preguntó al dueño de ACS qué habían hecho con los perros y éste le dijo que su otro perro, “Nieve”, estaba muerto.
Otra testigo, Angélica Vargas, dijo que su perrita “Yoli” -una sharpei mezclada-, que también logró salvarse milagrosamente de la terrible matanza, ha sufrido dos operaciones y será operada de una patita trasera.
La también residente del caserío, Carmen Agosto Román, declaró que un grupo de vecinos radicó una querella en la Policía y el 12 de octubre, Díaz se presentó al residencial.
“Nos dijo que quería hablar con nosotros, que él se hacía responsable por lo sucedido y que iba a despedir a sus empleados. Les ofreció mascotas a los niños pero le dijimos que no. Él se identificó como dueño de Animal Control Solutions… Dijo que nos iba a enseñar dónde estaban los otros perros pero nunca lo volvimos a ver”, declaró Agosto.