Don William festeja su cumpleaños agradecido por la vida
El hombre agradece la oportunidad de festejar junto a los suyos cuando hace unos meses estuvo a punto de morir.

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Sabana Grande. Este domingo, don William Torres volvió a ser noticia, pero no por un suceso desgarrador como ocurrió a principios de año, sino porque su familia y allegados se unieron para celebrarle su cumpleaños 91 en un caluroso festejo.
El otrora barbero de Sabana Grande vestía una guayabera clara y un sombrero adornado con una bandera de Puerto Rico. Se acomodó al fondo de la terraza, junto a varios globos dorados y el bizcocho de cumpleaños, recibiendo el fresco que llegaba bajo la sombra de un frondoso mangó, y lucía feliz de ver tanta gente querida a su alrededor. Se emocionó aun más cuando llegó un grupo de estudiantes y facultad de la escuela superior Aurea E. Quiles Claudio, de Guánica, a cantarle feliz cumpleaños, y declamarle el poema que le dedicó un estudiante.
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Don William ya no exhibe marcas físicas de la brutal agresión, pero todavía tiene abiertas las heridas emocionales. En una breve conversación con Primera Hora narró una vez, con tono angustiado, cómo su atacante le agarró y le golpeó salvajemente en el rostro.
“Me siento muy bien, gracias a Dios”, afirmó sonriente. “Recuerdo lo bueno que me ha pasado, y lo malo también que me ha pasado. Recuerdo las trompás que me dieron que todavía tengo esto hinchado aquí, agarrado por el cuello y a trompás limpias por aquí”, explicó el nonagenario.
Sin embargo, al preguntarle si estaba disfrutando de la reunión familiar para celebrar su cumpleaños respondió con un categórico, “eso es así”.
A sus 91 muestra una salud física envidiable, al igual que su hermano Samuel, quien celebró sus 86 el día previo y esta tarde se había unido a la familia para el festejo de don William.
“Un vago bien cuidao es lo más que dura”, bromeó el cumpleañero luego que resaltaran su excelente condición física.
Don William y Samuel estuvieron conversando animadamente durante un rato y, cuando alguien interrumpió con la pregunta jocosa de cuántas veces se habían casado, prefirieron no contestar, mostrando una pícara y cómplice sonrisa.
Por su parte, el hijo de don William, que también lleva su mismo nombre, William Torres, afirmó que “todo el mundo quedó traumatizado” luego del violento asalto contra su padre, pero aseguró que “ahora andan por ahí, a dónde quiera que voy, lo andan felicitando, y se lo encuentran en la calle y me lo saludan, y me le echan las bendiciones, y le han dicho del tiempo que han estado orando por él”.
“Y él se siente bien feliz porque él dice, ‘wao y por qué toda esta gente me conoce’. Él está como qué, ‘yo no conozco a nadie, pero to el mundo me conoce y me llama por mi nombre. A él lo llaman pa donde quiera, ‘don William’, y él dice ‘pero to el mundo me conoce, yo no los conozco, cómo es esto’. Y se siente feliz, porque la gente lo anda saludando. Y él ha dado un cambio tremendo”, aseguró el hijo con evidente satisfacción.
Indicó que en la familia “estamos felices de tenerlo de vuelta”, aunque acotó que “no me quedó muy bien, porque quedó afectado de la mente. Se afectó mucho”.
Agregó que esperan que con el tiempo pueda irse recuperando del trauma.
“Por lo menos físicamente él se ve bien. Se ve normal otra vez. Está de lujo pa sus 91 años. Dios me lo bendiga”, afirmó.
Aseguró que toda la familia está muy agradecida por la solidaridad que ha recibido su padre, y tuvo palabras de agradecimiento para las autoridades que atraparon al autor del condenable ataque contra él.
Fue a principios de este año, cuando don William fue atacado salvajemente.
El pasado 5 de enero, a eso de las 8:00 a.m., su vida cambió cuando recibió una golpiza en momentos en que iba a prepararse su desayuno y un pillo entró a su vivienda en la comunidad Rayo Guaras.
Tras haber pasado un mes en el Hospital de La Concepción, en San Germán, y recuperarse de un infarto, el anciano regresó a su hogar, pero al sentir temor de que algo similar pudiera volver a suceder, optó por ser cuidado por su hijo.
El agresor fue identificado por la Policía como Eliezer Santiago Ojeda, de 37 años. El sujeto fue arrestado gracias a las confidencias recibidas.

La juez Sinia Pérez, del Tribunal de Mayagüez, evaluó la prueba y determinó causa para arresto señalando una fianza global de $500,000. Al no prestar la fianza que pesa en su contra, fue ingresado al Complejo Correccional Las Cucharas, en Ponce.
“Estoy muy orgulloso de las personas que hicieron posible que la persona que lo agredió, pues, cayera rápidamente. Que pague por lo que le hizo a mi papá, y a otras personas que le hizo daño también. Que pague por todo. Y estoy muy agradecido con la justicia, que lo lograron atrapar y darle el merecido que necesitaba”.

En medio de ese suceso negativo, resaltó que han surgido “cosas positivas”, pues muchos amigos de años han venido a visitarlo, y también su familia se ha acercado más.
“Han venido amistades de 30 años que hacía que no se veían, amigos barberos que trabajaron con él, casualmente vinieron ayer a visitarlo. Y él estaba de lo más feliz, y fíjate, se acordaba de sus amistades que trabajaron con él. Y ellos estaban tan contentos de verlo después de tantos años. Bueno, que ni pensaban que lo iban a volver a ver otra vez, y me decían, si no es por esta situación, no volvemos a reunirnos”, comentó.
“O sea que, dentro de todo, le trajo momentos felices. A él, y a nosotros también, porque ahora, pues, ha unido más la familia, que nos estamos buscando más unos a los otros. Esto ha sido una bendición de Dios, por lo que haya sucedido, pero nos ha traído una bendición. De verdad que ha sido bello, bello lo que ha sucedido”, agregó.
De hecho, indicó que hacía años que no se le celebraban cumpleaños, pero ahora con ese acercamiento de la familia, “le vamos a hacer sus celebraciones de ahora en adelante”, así que esperaban reunir allí “nietos, biznietos que no había visto, va a estarlos viendo estar viendo hoy, familiares que hace años que no ve también los va a estar viendo hoy”.
“Así que esto va a ser un bótate para él. Y yo espero que todo se lo disfrute”, auguró.
“Y le digo a la gente de Puerto Rico que me siento muy orgulloso de todas las oraciones que me dieron para mi papá. Oraron mucho, y rindieron fruto. Rindieron buen fruto. Porque gracias a eso yo lo tengo el día de hoy aquí y le puedo celebrar sus 91 añitos. Que Dios me lo bendiga y me le siga dando muchos más. Muchas gracias al pueblo de Puerto Rico por haberme ayudado en esa situación, porque esas oraciones le vinieron muy bien”, agregó, antes de seguir con la celebración, pues “hoy es fiesta… hay que olvidar hoy lo sucedido. Claro que sí. Esto tiene que olvidarse. Y un nuevo comienzo para nosotros con la familia, y que él siga junto con nosotros”.