Guánica. Nadie sabe por qué José Antonio Sepúlveda Vargas se quitó la vida, pero su familia asegura que los constantes temblores lo tenían desesperado, sobre todo, por un padecimiento del oído que, al parecer, se complicaba con el ruido previo al remezón.

El fatídico desenlace ocurrió el pasado domingo en la casa de su hermano, José Enrique, en el barrio María Antonia, sector El Fuig de Guánica, cuando un sobrino llegó hasta la entrada para abrir el portón y se encontró con la trágica escena.

Ahí estaba el cuerpo sin vida de don “Tony”, un hombre de 76 años agobiado por los movimientos telúricos, por lo que dormía con su esposa en el carro, situación que, aparentemente, lo llevó a tomar la terrible decisión. El hombre se disparó.

“No sé por qué tomó esa decisión, más en la situación que estaba pasando por los temblores... constantemente me decía que eso lo tenía desesperado… era persona que no bebía, una persona sana. Él me dijo que esa era una de las cosas que no lo dejaba tranquilo y eso se le complicó también con la situación que él tenía en el oído, que eso era un pitito constante y pues, el ruido cuando los temblores, porque eso viene y hace una explosión y después es que se empieza a menear...”, confesó José Enrique, hermano del infortunado.

“Él estuvo aquí ese sábado todo el día conmigo, se fue de aquí ya cerca de las 6:00 de la tarde, estuvimos compartiendo y él se veía agobiado, porque estaban durmiendo en el carro, él y su esposa… Entonces, le expresamos que se quedaran aquí, porque nosotros estábamos durmiendo aquí en la terraza y él dijo ‘voy a consultarlo con ella a ver si ella quiere, porque es que ella tiene temor de entrar a las casas’”, contó sobre el occiso que era vecino del barrio La Luna.

Yo no esperaba que él tomara esa decisión, yo sé que primero fue el huracán María y ahora con los terremotos eso a él lo estaba afectando grandemente

-José A. Sepúlveda, hijo

Sin embargo, su familia se quedó preocupada y como empezó a llover copiosamente salieron a buscarlo, pero no lo encontraron.

“Nos quedamos en esa confianza de que posiblemente regresara, pero tanto mi esposo como yo, nos quedamos preocupados y ese día llovió por la tarde muchísimo. Nosotros nos tiramos y fuimos a los sitios que pensábamos que habían decidido quedarse. Pero no lo encontramos, y pues, yo le dije: ‘Quique, no te preocupes, pues él estará en el carro como había dicho, con la esposa”, dijo, por su parte, Norma Rivera, esposa de José Enrique.

Según expresaron, don “Tony” era muy reservado con sus situaciones personales y evitaba hablar de los problemas para no preocupar a los suyos.

Así confirmó uno de sus dos hijos, José A., quien viajó desde Texas tan pronto se enteró del deceso.

“Yo hablé con él jueves o viernes para ver si se calmaba un poco, pero aparentemente decía que sí, pero como él es muy callado, no es expresivo, prefería no hacer ningún comentario. Yo no esperaba que él tomara esa decisión, yo sé que primero fue el huracán María y ahora con los terremotos eso a él lo estaba afectando grandemente”, compartió el hijo de don “Tony” aun sin creer lo sucedido.

“No le gustaba preocuparme, decía que estaba bien, que estaba tratando de trabajar con lo que había y yo no esperaba que cometiera esta locura. Para

colmo, estoy chequeando en Facebook y sale una fotografía”, lamentó el hombre al denunciar la insensibilidad de una persona que subió una imagen de la fatal escena.

Lo que su familia no sabía era que la hija del occiso había preparado un lugar en su casa para que no tuviera que dormir en la calle.

“Ella le preparó en su casa un sitio para que su papá se quedara durmiendo. Nosotros pasamos y no vimos el carro, no lo vimos… y ella lo vio por la mañana. Era una persona que le gustaba hacer ejercicio, era cuidadoso con su dieta, tomaba vitaminas, alzaba pesas… nos quedamos sorprendidos”, señaló doña Norma frente a la hija de don “Tony”, quien apenas pudo hablar por el dolor.

La fémina expuso la incertidumbre que viven miles de personas en la zona sur ante los constantes sismos, situación que puede agravar el estado emocional de los afectados.

“Son muchas las familias que estamos sufriendo por esto, pero hay ayudas. Hasta yo tuve que acercarme… una sicóloga me ayudó mucho, pero sé que hay tantas personas que no toman esa decisión (y admiten que) ‘me siento mal, no puedo bregar con esto, déjame buscar ayuda, hablar’”, advirtió Norma.

La Administración de Servicios de Salud Mental y Contra la Adicción (ASSMCA) cuenta con la Línea PAS que provee ayuda sicológica. Puede llamar al 1-800-981-0023.

Suicidios reportados

  • Del 6 al 28 de enero 2020: 22
  • 8 más que los reportados para la misma fecha el pasado año.
  • De las 22 muertes en el 2020, 4 se han registrados en los pueblos del sur: 1 en Guayama, 1 en Guánica y 2 en Ponce.
  • Las demás fueron en Bayamón, Hatillo, Santurce, Cabo Rojo, Florida, Barranquitas, Carolina, Río Grande, Jayuya. Se incluye el caso de un hombre que se lanzó de un crucero.
  • El Negociado de la Policía no ha relacionado ninguna de las fatalidades con los movimientos telúricos.

Fuente: Negociado de la Policía.