Docentes y estudiantes universitarios trabajan para proteger al pelícano pardo en la zona de la Bahía de Aguadilla
Una profesora y alumnos de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla son responsables del único censo de esta ave en Puerto Rico
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Aguadilla.- Desde el 2009, la profesora de la Universidad de Puerto Rico en Aguadilla (UPRAg), Adrianne Tossas, ha inspirado a sus estudiantes a entender la importancia de preservar las aves endémicas y a fomentar la compasión por la flora y fauna de Puerto Rico. A través del curso de investigación que enseña a nivel subgraduado, Tossas guía a sus alumnos en el desarrollo de habilidades fundamentales para realizar investigaciones y presentar sus descubrimientos, incluyendo el método científico, la búsqueda de literatura primaria en bases de datos electrónicas, la redacción técnica y el análisis estadístico.
Más allá del salón de clases, los estudiantes de Tossas tienen la oportunidad de aplicar sus conocimientos en el terreno mediante viajes de campo que se realizan cada dos semanas. Uno de los trabajos que impulsa junto a sus alumnos de la UPR en Aguadilla es el único censo de pelícanos pardos en la isla grande de Puerto Rico.
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“La Bahía de Aguadilla es el hogar de la colonia de pelícanos pardos en Puerto Rico. Comúnmente, se reproducen en cayos separados de la isla para protegerse de las perturbaciones humanas. Este es uno de los pocos lugares donde podemos verlos anidando en tierra”, comentó la profesora de biología.
El pasado 7 de diciembre fue el último censo del semestre. Normalmente, los estudiantes hacen el censo desde el tope de una montaña, pero para el realizado en esa fecha, la profesora, varios estudiantes y el equipo de Primera Hora subieron a una yola para observar a los pelícanos de cerca.
Los estudiantes que participaron del censo de pelícanos fueron Favián Acevedo Caro, estudiante de cuarto año de biomedicina, y Daylene Quiñones Pérez, alumna de cuarto año en biología general con interés en ecología marina.
Al llegar a la Bahía de Aguadilla nos recibió Roberto Rafols, mejor conocido como Capitán Pelícano, dueño de la compañía Crash Boat Experiences. El llamado Capitán Pelícano es un abogado de profesión, pero que siempre tuvo gran amor por los animales. Ahora se dedica a realizar excursiones por la Bahía de Aguadilla y a concientizar sobre su importancia y la de los animales que viven allí.
Este proyecto surge a partir de una investigación en la década de 1990 que indicaba que la única colonia de pelícanos pardos se encontraba en la playa Crash Boat en Aguadilla. La profesora Tossas y sus estudiantes asumieron la tarea de localizar la colonia, pero debido a la pandemia del Covid-19, tuvieron que posponer su búsqueda hasta octubre de 2021. Al llegar a la playa en ese momento, encontraron que las aves marinas ya no estaban en Crash Boat. La profesora señaló que las “perturbaciones humanas” habían llevado a los pelícanos a cambiar su ubicación, aunque se han mantenido en la zona costera de Aguadilla.
Acevedo Caro subrayó la importancia de proteger esta especie que “embellece nuestra isla”.
“Hay que cuidar lo que es nuestro”, afirmó el estudiante.
Mientras hablábamos dentro de la pequeña embarcación, llegaban los pelícanos y se colocaban cerca de nosotros. Capitán Pelícano llamaba a los pelícanos gritándoles “¡Top!” y un grupo de aproximadamente cinco a seis pelícanos llegó a la yola. Luego les daba unas pocas sardinas de su neverita y los pelícanos volvían a alzar vuelo.
Esa mañana observamos con incredulidad la cantidad de pelícanos que veíamos en los árboles y dando su primer vuelo del día. Mientras, Tossas explicaba cómo saber si un pelícano es joven o está en su época reproductiva. Durante la época de reproducción, que tiene picos en los meses de octubre y marzo, los pelícanos desarrollan un plumaje en su cabeza y cuello de color marrón.
Durante el censo, se contaron más de 109 pelícanos pardos, incluyendo juveniles y polluelos. Quiñones Pérez explicó que utilizan la aplicación E-Bird para llevar un registro de todas las aves avistadas, no solo pelícanos pardos. La joven mencionó que “Favián toma notas y yo observo las aves, comunicándole lo que veo para que él las registre”.
Según el último mapa del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales del año 2019, la bahía de Aguadilla no es una reserva natural protegida, por lo que grupos comunitarios, organizaciones no gubernamentales y representantes locales se han unido para abogar por lograr que se declare el lugar como una reserva natural marina.
“Mientras tanto, queremos promover el mensaje de que es un lugar del que estar orgullosos, no solo los aguadillanos, sino todos los puertorriqueños”, subrayó la profesora Tossas.