Diversas las opiniones sobre la recién inaugurada Intersección de Diamante Divergente en Gurabo
La nueva intersección pretende reducir la congestión vehicular y evitar accidentes de tránsito.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Gurabo. Para Irma Reyes, es “una locura”. A Kenny Figueroa, le “parece bien”, mientras que Damaris Ramos dice que está “totalmente ‘lost’”.
Estos gurabeños, así como los 30,000 conductores que transitan diariamente entre las carreteras PR-30 y PR-189, estrenan, desde ayer, la Intersección de Diamante Divergente (DDI, por sus siglas en inglés), cuyo propósito es reducir la congestión vehicular que ha caracterizado el cruce por largos años.
La intersección novel en Puerto Rico lleva tiempo como tema de conversación entre las góndolas de los supermercados. Hasta ha servido para la creación de memes, al ser comparado con los carriles retorcidos y estrechos de una pista de juguete de Hot Wheels.
Y es que esta intersección, a través de un cambio geométrico, reduce de 26 a 14 “los puntos de conflictos” que pudieran provocar accidentes automovilísticos. Para esto, se cambió el flujo de tránsito al lado opuesto de la carretera, aunque de manera temporal.
En el ínterin de que se normalice el nuevo concepto y se finalice la construcción de las isletas de cemento- rodeadas por drones y barreras anaranjadas por los próximos dos meses-, los semáforos aún se configuran desde un sistema de control. Un generador está colocado detrás del sistema, por si ocurriera una interrupción en el servicio de energía eléctrica. Este generador, en el futuro, se reemplazará con un sistema solar, se indicó.
Las demostraciones y los anuncios para advertir de la nueva intersección no han calado en todos los oídos de aquellos que transitan por el área. Por ende, persiste la interrogativa de los conductores al volante: “¿para dónde me dirijo?”
Así se evidenció esta mañana, cuando entre la lluvia, nubosidad y humedad, algunos conductores reducían la velocidad para cuestionarle a los trabajadores de construcción dónde debían dirigir su rumbo.
“No lo entiendo bien todavía. Me crea confusión, pero no sé”, comentó risueño el gurabeño, Alberto Dugal, desde su camioneta. “Siempre había tapón. Eso sí. Estoy viendo como que está fluyendo mejor. No sé, vamos a ver la hora pico, que es la tarde. Puede ser que cambie”, figuró.
Aquellos que no apalabraron su aturdimiento lo demostraron al detenerse en uno de los ocho puntos de semáforos de la intersección a varios pies de la línea blanca, pues no sabían cuál era la distancia que deberían mantener, mientras que otros cambiaban repentinamente de carril, sin hacer uso de la señal de giro, para tomar la ruta correspondiente.
“Honestamente, yo vengo desorientada. No sé qué hacer. Menos mal que vi el señor ese con el chaleco de seguridad y, entonces, me di cuenta que sí, tenía que doblar para acá. Uno no sabe, realmente, para dónde va”, reiteró Irma Reyes.
“(Estoy) confundido, pero practicando”, confesó por su parte el humacaeño Jonathan Bernasol, mientras pisaba el acelerador de su camioneta.
Entre los desorientados, sin embargo, uno que otro parecían expertos.
“Me parece bien. Me parece que va a ser una buena alternativa para minimizar el tránsito pesado. (Antes el tránsito era) demasiado fuerte”, manifestó Kenny Figueroa quien esta mañana transitó por el área por primera vez.
“Hasta el momento, todo ha funcionado bien. No he tenido ningún problema. Está bien rotulado”, concordó Miguel Nieves, también residente de Gurabo.
Pese a la diversidad de opiniones sobre su funcionalidad, la nueva intersección no se implementa por capricho. Es que esta área se caracterizaba por las largas filas de vehículos, particularmente por el tránsito que genera la Universidad Ana G. Méndez (UAGM), que ubica a solo minutos, y por algunos accidentes de tránsito, sobre todo durante las madrugadas.
Mediante este concepto, se busca dejar como un mal recuerdo estas filas kilométricas de automóviles, que requerían la presencia de hasta siete policías municipales para dirigir el tránsito desde las 6:45 a.m. a las 9:30 a.m. durante los días de semana.
“La intersección divergente es para (reducir) el tapón y la congestión vehicular en esta intersección tan concurrida para la universidad y residentes en el área y esto es para evitar esa congestión de tránsito”, sostuvo Miguel Martínez, el gerente de construcción de Constructora Santiago, empresa contratada por la Autoridad de Carretera y Transportación (ACT), quien precisó que ya los policías municipales no hacen falta para dirigir el tráfico.
“Vamos a ver si esto ayuda”, dijo esperanzada Damaris Ramos.