Las concentraciones del polvo del Sahara en isla han disminuido desde ayer y continuará así durante el transcurso de la semana facilitando la caída de lluvia, aseguró el Servicio Nacional de Meteorología (SNM).

“Las concentraciones han disminuido bastante desde ayer por toda la región. El polvo del Sahara ha disminuido bastante en toda la región, pues no se espera que tengamos otro evento del polvo del Sahara hasta la semana entrante”, pronosticó la meteoróloga del SNM, Glorianne Rivera.

La reducción de polvo ha permitido que “a través de toda la región” comiencen aguaceros pasajeros, sobre todo en el área este y, en la tarde, podría haber precipitación en los áreas oeste y noroeste, anticipó Rivera.

“Nos refresca el ambiente para todas aquellas personas alérgica y que tengan condiciones respiratorias”, aseguró la experta.

Además, esto abrirá el paso para una vaguada que se espera para el jueves. Aún se desconoce cuánta precipitación traerá este evento atmosférico.

Por su parte, el Índice de Calidad del Aire (ICA) del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) reflejó esta mañana un pronóstico semejante al del SNM al catalogar la calidad del aire en las regiones del norte y el oeste como buena, que apunta a una calidad de aire “satisfactoria” y que “la contaminación atmosférica presenta un riesgo escaso o nulo”.

En la categoría de calidad de aire buena, que fluctúa entre 0 a 50, el ambiente del norte está en 35 y del oeste en 36. En el sur y este, sin embargo, no hay información disponible. Este cambio se dio en solo días, ya que la calidad del aire estaba “deteriorada” durante el fin de semana.

Por otro lado, Rivera señaló que en el área metropolitana las temperaturas podrían llegar hasta los 88 grados y el índice de calor estaría entre 96 a 102 grados, y podría repetirse el mismo patrón hasta el jueves.

También mencionó que, en todas las playas, incluyendo las de las islas municipios, está vigente un riesgo moderado de corrientes marinas y el oleaje está entre tres a cinco pies en el océano Atlántico y en el mar Caribe de uno a tres pies.