Caguas. “¡Qué clase de ejemplo!”.

Esta frase repetían una y otra vez policías municipales de Caguas y empleados de la escuela intermedia Nicolás Aguayo Aldea de ese municipio ante la “irracional” acción de la directora de la escuela elemental Miguel F. Chiqués contra un perro callejero.

En la mañana de ayer, sin mediar palabra y “ofuscada”, la mujer, identificada como Vanessa Santiago, salió del plantel persiguiendo a un cachorro y rociándolo con blanqueador, según testigos.

“Yo estaba allí parada hablando con el guardia escolar de aquí (escuela Nicolás Aguayo Aldea) y, cuando veo la directora saliendo del plantel escolar que está al frente de nosotros (escuela Miguel F. Chiqués), la veo con un pote en la mano rociándole al perro”, comenzó narrando Milagros Gómez, quien presenció lo ocurrido.

“No sé qué era, pero cuando se acercó acá a la verja, me di cuenta que era cloro, porque ella le quitó la tapa al pote y se lo tiró puro, y el olor me llegó acá”, reveló la conserje. Las escuelas quedan una frente a la otra.

“Los nenes estaban detrás de ella diciéndole que no le echara porque lo iba a matar”, recordó la mujer sobre la acción de los pequeños estudiantes.

El perro aparentemente se refugió en una cancha al lado del plantel y, una vez allí, la directora “sale con una escoba y empieza a agredirlo hasta que llega (la auxiliar administrativa Janette) Estrada a buscarlo”, dijo.

Fue Janette Estrada quien rescató al perro y llamó a las autoridades.

“Cuando fui para allá... los nenes de la escuela elemental iban detrás de la directora diciéndole que no hiciera eso”, contó, por su parte, Estrada.

El animal llevaba apenas unos días merodeando el lugar y nunca se mostró agresivo contra nadie. Fue descrito simplemente como juguetón.

“Le pregunté a una nena que para dónde cogió el perrito y le pedí que me lo trajera. La directora estaba tan ofuscada que ni me vio”, reveló. La menor le trajo el can envuelto en papel de periódico y Estrada lo tomó en sus brazos. El olor a blanqueador rápido la azotó.

“Me tuve que quitar mi camisa porque quedó empapada en cloro. Me metí debajo de la pluma”, contó.

Allí bañó al animal para quitarle lo más que pudiera del químico, que horas después todavía era evidente en el animalito, al que estimaron que tendría poco más de cuatro meses.

“Más que nada, es que nosotros nos quejamos de cómo está la violencia en este país, la falta de valores, y las personas que se suponen que sean los líderes, que sean el ejemplo, ¿qué es lo que están promoviendo?”, dijo angustiada la auxiliar administrativa.

La investigadora de crueldad animal y guardia municipal Milly López se personó al lugar y comenzó la investigación del incidente.

“La mascota se lleva al veterinario y se supone que la persona pague todos los gastos en los que se incurra”, explicó.

Curiosamente, el encargado de la Unidad de Control de Animales, de Manejo de Emergencias de Caguas, José Cruz, explicó a este diario que, temprano en la mañana, la escuela había llamado para que se removiera el animal del plantel escolar.

Unos minutos más tarde, cuando ya se encaminaba la perrera al plantel, se recibió otra llamada de la secretaria de la escuela diciendo que alguien, “un padre” de uno de los estudiantes, se llevaría el perro, por lo que se canceló la remoción.

Después ocurrió el incidente y aparentemente la misma directora llamó a Control de Animales para discutir sobre porqué no se habían llevado el animal.

Luego de consultar con un fiscal, los agentes municipales arrestaron a Santiago.

La vista para enfrentar posibles cargos por violaciones a la Ley 154 de Maltrato de Animales se verá hoy en el Tribunal de Caguas.