Director del Centro de Deambulantes Cristo Pobre niega aumento en esa población
A juicio del director de Cristo Pobre, existe una confusión social en cuanto a las personas que piden dinero en los semáforos, situación que aumentó luego del paso del huracán María.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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"SON LOS mismos”. Eso dice el director del Centro de Deambulantes Cristo Pobre, Juan de Dios Videau Soler, sobre el alegado aumento en la población de personas sin hogar en la Ciudad Señorial.
El administrador de la institución afirmó que luego del conteo realizado en el 2017 que registró 221 deambulantes, son pocas las caras nuevas que solicitan servicios de albergue, comida y otras necesidades que padecen los sin techo.
“Es un conteo en un área determinada y hay que multiplicar por dos o tres veces para saber cuál es la población real. En Ponce que es el segundo lugar en todo el país con más personas sin hogar, te diría que no pasa de 500 personas”, explicó Videau Soler.
“Si comparamos con otros años, realmente ha disminuido la población sin hogar. Con el conteo del 2015 eran 359 en Ponce, y eso se debe a los esfuerzos que han hecho las instituciones y programas del Gobierno que ubican a esta población en una vivienda”, aseguró.
A juicio del director de Cristo Pobre, existe una confusión social en cuanto a las personas que piden dinero en los semáforos, situación que aumentó luego del paso del huracán María.
“Algunos de los que vemos en las luces son adictos y son los que se ponen agresivos porque necesitan la droga, pero tienen a dónde vivir. Hay otros que tienen un techo, sin embargo, desde el punto de vista económico tienen que tirarse a la calle”, reveló.
Videau Soler expresó que para muchas personas, el negocio de pedir se ha convertido en la manera rápida de conseguir dinero, ya que diariamente recogen entre $70 y $80.
De otra parte, Videau expresó la dificultad que enfrenta el Centro Cristo Pobre en la actualidad, para conseguir vivienda permanente a los que reciben servicios de albergue.
“La situación es la poca disponibilidad de vivienda para personas sin hogar, especialmente luego del huracán porque hay muchas familias que se quedaron sin hogar y fueron ubicadas en las unidades disponibles”, dijo.
“Hay gente durmiendo en los carros, pero no quieren que lo sepan, especialmente si tienen nenes. Aquí si vienen con niños, tenemos que avisarle inmediatamente al Departamento de la Familia y por eso algunos ni se acercan”, lamentó.