Detective busca allegados de asiático muerto en la Isla
El hombre de 74 años que murió de cáncer en abril pasado sin que nadie reclamara sus restos, arroja nueva luz.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 11 años.
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La búsqueda de algún familiar de Wong Hong Kong, el hombre de 74 años que murió de cáncer en abril pasado sin que nadie reclamara sus restos, arroja nueva luz.
La tarea ha sido complicada pero un detective privado dio con unas reveladoras pistas que casi acaban en la basura y que espera que lo lleven más cerca de encontrar a alguno de sus allegados.
Fernando Fernández, quien lleva ocho años como detective, dijo que leyó la historia de Hong Kong en Primera Hora y acudió a la residencia de Ana Serrano, la mujer que le dio alojamiento al septuagenario.
Al mismo tiempo usó los datos publicados para adelantar su pesquisa, tales como que tenía una hija gerente de un banco en Chicago y que, antes de vivir en Puerto Rico, residió por 10 años en Nueva York.
A partir de allí, Fernández contactó algunos de los que eran sus vecinos en Estados Unidos. Para su decepción, nadie lo recordaba. Luego se comunicó con las asociaciones de bancos en Illinois y todavía está en comunicaciones para tratar de dar con su hija.
No obstante, como le dicta la experiencia, para realizar investigaciones hay que tener paciencia. Fernández llamó, habló, insistió, y esperó hasta que Serrano, un buen día, mientras recogía el cuarto donde durmió Hong Kong, encontró un tesoro: varias fotos, como una de su amigo con una mujer que podría ser una ex novia, así como varias copias de identificaciones de cuando el hombre vivía en Singapur.
También había un documento legal , una tarjeta de felicitación por el Día de los Padres y una foto antigua de un grupo de jóvenes en la Muralla China.
“Esto estaba en una bolsita pequeña que ella (Serrano) creía que era basura y ya estaba a punto de botarlo con todo”, contó el detective, quien trabaja para la agencia Covert Intelligence.
Aunque ninguna de las fotos tiene el lugar de procedencia, ni fechas ni nada escrito por detrás, el conjunto de las nuevas pistas y datos amplían el margen para encontrar quién reclame los restos.
Fernández señaló que ahora sus esfuerzos se enfilan en rastrear lo encontrado, en colaboración con Bob Rahn, colega suyo de Nueva York, y Ponno Kalastree, de Singapur.
“Yo me identifiqué con el título de la noticia, porque si a mí me pasara algo, a mí me gustaría que alguien se encargara de mi restos y me pudiera llevar flores y dije, ‘déjame ver si yo puedo ayudar a encontrar a los familiares’”, afirmó, al tiempo en que dijo que todos harán la tarea sin cobrar.
Y aunque las autoridades locales debían comunicarse con la Interpol en Puerto Rico, el teniente Kevin Naráez aseguró que esa agencia nunca ha sido notificada de la búsqueda de los familiares del hombre.
A raíz de la historia publicada, Narváez dijo que también colaborará y le dará seguimiento al caso “por razones humanitarias”.
“Nadie nos avisó, pero ahora nosotros esperamos adelantar esto”, indicó.