Destiny Pérez supera sus miedos y los transforma en éxitos
Esta chica es un ejemplo a seguir
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 7 años.
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Cuando Destiny Pérez León regresó a Puerto Rico para junio del 2014, vino en busca de un escape para enfrentar su padecimiento de agorafobia. Esta condición, que provoca temor a estar en lugares públicos con demasiadas personas y puede desencadenar en ataques de ansiedad y pánico, le impedía a la joven poder desempeñarse a nivel académico, al punto de hacerla pensar en abandonar sus estudios en noveno grado.
“Me mudé para Puerto Rico porque donde estudiaba estaba teniendo problemas sociales con el ambiente de la escuela. Fui diagnosticada con agorafobia que es miedo a estar con mucha gente en un sitio. Esa escuela tenía dos campus y el de noveno tenía sobre 900 estudiantes. Me sentía fuera de lugar, no me gustaba ir. Quería ser la última en llegar y la primera en salir para no tener que enfrentarme a toda la gente que salía de momento. Mis calificaciones nunca fueron malas, pero no quería estudiar porque solo quería un ambiente diferente, más tranquilo”, comentó la joven de 18 años de edad.
En ese momento, Destiny dice haber encontrado ese ambiente en el Programa de Educación Comunal de Entrega y Servicio (P.E.C.E.S), un proyecto educativo comunitario que se enfoca en aquellos jóvenes de 15 a 21 años que están en riesgo de abandonar la educación tradicional o que ya se hayan convertido en desertores escolares. P.E.C.E.S sirve a estudiantes y familias de los pueblos de Humacao, Naguabo, Yabucoa, Las Piedras, San Lorenzo, Maunabo, Juncos, Fajardo y Gurabo.
“Cuando llegué a PECES me di cuenta que podía superarme porque son personas que están para ayudarte. Todos los estudiantes tienen sus problemas en casa y todos íbamos a esa escuela a dejar todo atrás y enfocarnos en los estudios”, explicó la joven, quien ha tenido que enfrentar duras pruebas de vida, como situaciones en su entorno familiar y el diagnóstico de cáncer de su madre.
Aun así, con todas las pruebas que le ha presentado la vida, Destiny encontró su espacio y se transformó de una chica tímida y sumamente reservada, en una líder y mentora de otros estudiantes con situaciones similares.
“Definitivamente en PECES me desarrollaron como líder y me ayudó mucho porque era una persona tímida y las personas así no tienen ganas de hablar frente a la gente ni de expresarse”, explicó la estudiante, quien fue propulsora en creación de un club de matemáticas.