El nuevo curso escolar en Puerto Rico desata las críticas de los maestros, que acusan a la secretaria de Educación, Julia Keleher, de desorganización ante la falta de docentes por nombrar y los cambios de plazas.

La presidenta de la Asociación de Maestros, Aida Díaz, dijo hoy -fecha de reincorporación de los docentes y a una semana de la vuelta de los alumnos a las clases- que hay una "desorganización total" de la que acusó a Keleher.

Díaz aseguró además que la secretaria de Educación le falta el respeto a los maestros con su política de nombramientos de docentes, muchos de los cuales como denunció no han sido designados todavía para sus nuevos puestos cuando los estudiantes, en días, comenzarán el nuevo año escolar.

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Díaz indicó además que los docentes no saben a qué atenerse, ya que son enviados de un municipio a otro, creando una incertidumbre difícil de conllevar.

La líder de los maestros dijo que cuando se le piden explicaciones a Keleher, responde que el criterio seguido es el de las necesidades del Departamento de Educación y no la conveniencia personal de los docentes.

La inminencia de la vuelta a las clases ha provocado alarma entre colectivos en contra de las medidas anunciadas por Keleher, como la Federación de Maestros de Puerto Rico (FMPR) que hace días auguró un caos en el sistema educativo y desasosiego entre los maestros.

Según denunció la FMPR, hay cerca de 1,200 maestros que no tienen ubicación todavía y más de 2,600 están reasignados a escuelas distantes de los lugares donde tienen sus plazas, en violación a la Ley 312 del 15 de mayo de 1938 y sin respetar los principios de mérito y antigüedad.

Educación asegura que más del 88% de los maestros del sistema público de enseñanza no tiene cambios en su ubicación y que de los 22,000 existentes menos de 2,000 están en proceso de ser reubicados.

La agencia anunció el pasado mes de mayo la reducción de 283 a 265 del número de escuelas que cerrarán para el próximo año académico que comienza el próximo lunes para los alumnos, un número según las asociaciones de maestros todavía muy elevado.

Condicionado en el nuevo presupuesto por las dificultades fiscales de Puerto Rico, el departamento esgrime para el cierre de escuelas la emigración como fenómeno que ha vaciado muchas aulas de la isla caribeña.

Keleher ha reiterado que la falta de alumnos hace imposible que en todas las escuelas hasta ahora en funcionamiento se preste un servicio adecuado a los estudiantes.

Oposición, asociaciones de maestros y padres han criticado la medida al provocar, aseguran, que muchos estudiantes tengan que trasladarse lejos de sus lugares de residencia con los problemas que eso conlleva en transporte y desarraigo.

Algunas asociaciones denuncian que 450 escuelas y 8,500 educadores ya han perdido sus empleos a causa de la política gubernamental.

El Departamento de Educación es el más grande de Puerto Rico y uno de los que más problemas sufre debido a los bajos salarios que se paga a los maestros, el deterioro de las escuelas y la falta de medios materiales.

Puerto Rico sufre desde hace cerca de una década una profunda crisis económica profundizada desde que en 2015 el Gobierno iniciara el primer impago de la multimillonaria deuda de la isla de 70,000 millones de dólares.

El Congreso en Washington, para dar una solución al problema, aprobó la Ley para la Supervisión, Administración y Estabilidad Económica de Puerto Rico (Promesa, por sus siglas en inglés), la cual establece una entidad de control a la Rama Ejecutiva que impone severos recortes presupuestarios de los que no se libra el Departamento de Educación, uno de los más afectados por su tamaño.