Desgarradora situación de familia que vive en guagua escolar
La angustia se apodera de una pareja que se ha visto forzada a vivir ahí luego de que María destrozara su casa.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 8 años.
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Ivonne Huertas Rivera y Ángel López Carrión viven junto a sus cuatro hijos menores en una pequeña guagua escolar en el barrio Tomás de Castro, luego que la casa donde residían junto a otros familiares perdiera el techo de zinc tras el paso del huracán María.
El matrimonio confesó que se siente desesperado y abandonado, porque a estas alturas no han conseguido ayuda del gobierno, o del municipio.
La Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) fue a la casa de su madre, Ivonne Rivera, donde la joven vivía hace dos años junto a sus hijos, y le pusieron un toldo en uno de los cuartos.
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En su dormitorio colocaron el codiciado techo provisional azul, luego de insistirle a la agencia de que el espacio no era una marquesina, pero el agua de lluvia sigue metiéndose, por lo que no pudo quedarse allí con sus hijos y esposo.
Tras la emergencia, sus vecinos de la compañía Homeca Recycling se les acercaron y les ofrecieron la guagüita. También les proveen energía eléctrica a través de una extensión, pero la desconectan a la 5:00 p.m.
“Me siento fatal, bien mal; ya no sé ni qué hacer. Es desesperante porque uno busca ayuda y no encuentra”, reveló Ivonne mientras se le quebraba la voz.
Dijo que fue a solicitar ayuda en los Departamentos de Vivienda estatal y municipal y alegó que no ha recibido respuesta. En otros lugares le han dicho que no están dando solicitudes para apartamentos. Actualmente, Ángel -que quedó desempleado de un restaurante tras el paso de María-, e Ivonne -que es ama de casa- gestionan el alquiler de una casita.
La familia, que pasó el huracán en otra vivienda, lo perdió todo. Lo poco que pudieron salvar fue la ropa, que “está en un cajoncito”. Recientemente, una madre de la escuela donde van los niños recogió ropa para los menores.
Allí en su casita, la guagüita amarilla, hay una cama full para el matrimonio, una litera donde en la parte de abajo duermen dos menores y en la de arriba otros dos; también tienen una estufita de dos hornillas, algún utensilio y en una alacena improvisada guardan alimentos secos y enlatados. Tampoco falta una neverita de playa que rellenan con hielo para las necesidades diarias. Lo trastes los tienen que fregar en la casa de la madre de Ivonne.
Si tienen que ir al baño, usan también el de la casa de su mamá, que cuenta con agua de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA). De lo contrario, utilizan uno portátil que está allí instalado. El agua para consumir la compran embotellada.
Los menores Cristian y Cristofer Egea Huertas son gemelos de 14 años; Joseph Egea Huertas tiene 12, y Gyan Mulero Huertas, cumplió diez. Todos comenzaron sus clases hace una semana.
“Aquí no ha venido nadie. Ni el alcalde (William Miranda Torres)”, dice el matrimonio al unísono. Ángel agrega que el único que se ha dado la vuelta por el barrio Tomas de Castro, sector El Cinco, donde viven, es el representante José “Conny” Varela.
“Desespera, porque por nosotros no es problema, es por los niños… Ellos también sufren y se desesperan… Ellos también nos ven llorar y no es fácil”, comentó Ángel.
En medio de la entrevista, los mosquitos “que parecen aviones” no paraban de picar, y ya las ratas están en sus andadas durante la noche.
“Los niños ya están cansados. Incluso, el chiquito se quiere ir para allá afuera (Estados Unidos) con el papá, porque dice que ya no aguanta más. Él habla mucho de lo que pasó, que si nos quedamos sin casa…”, sostuvo Ivonne.
“Nuestras necesidades son una casa y las cosas para los nenes: ropa, zapatos, cama, nevera, estufa; porque nos quedamos sin nada”, confesó.
Ángel aprovechó para hacerle un llamado urgente al alcalde Miranda Torres para que “no lo haga por los adultos, sino por los niños. Solo pido una casa, que los niños tengan un techo seguro. Nosotros nos encargamos de lo demás. También el llamado sería para el mismo gobernador (Ricardo Rosselló), que nos ayude solamente con un techo para los niños”, indicó.