La realidad es que el fin del bolo intraruminal propuesto para evitar el hurtode ganado y demás animales de finca como cerdo, toros, novillos, bueyes, vacas, terneras, becerros, cabras, chivos, ovejas, cordero, etc. no es precisamente este, sino un fin de trazar una trayectoria de procedencia.

A partir del caso de las vacas locas en Europa, se necesitaba trazar de dónde venían los animales infectados. Por lo que se crea la tecnología del bolo intraruminal para identificar a los animales.

Dicho bolo es una especie de identificación que sale a relucir cuando pasa por un campo magnético especializado. Dicho dispositivo electrónico no le hace daño al animal ni daña su carne o leche. Tampoco representa un peligro al consumidor de carne o leche, ya que está metido dentro de un bolo de cerámica resistente a los jugos gástricos y de la única forma que puede ser extraído es cuando se sacrifica el animal.

La información que contiene es un número de registro, cuya información está en un sistema de datos que proporciona la información de a quién pertenece.

“Nosotros tenemos las facilidades de poder tener ese banco de información y entonces uno puede ir y buscar la información en el banco de datos sobre los animales registrados. Toda la data de Puerto Rico estaría en el centro de cómputo de la Universidad Estatal de Carolina del Norte ubicada en Raleig, donde se manejan los récords de ganado lechero de Puerto Rico”, apuntó el presidente de la Asociación de Agricultores de Puerto Rico (AAPR), Héctor Iván Cordero Toledo.

¿Cuán necesario se les hace que este plan de registro se ponga definitivamente en marcha por la amenaza de robo?

“En Puerto Rico viendo la apertura de la trazabilidad, lo vimos como herramienta que podemos usar para prevenir el robo, porque básicamente, sería un segundo beneficio”, destacó Cordero del problema que afecta a los ganaderos del área Camuy, Hatillo y Arecibo, el 60% de la industria y el área de San Sebastían.