¿Descaro? Alquileres a corto plazo ofrecen a sus clientes alimentos destinados a personas sin hogar
A La Fondita de Jesús llegan turistas exigiendo desayunos y almuerzos que les prometieron, pero que son para personas sin hogar.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 1 año.
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Administradores de algunas propiedades que se alquilan a corto plazo en la zona de Santurce están ofreciendo a sus clientes un servicio “all inclusive” con desayunos y almuerzos, pero el problema surge cuando los huéspedes solicitan los alimentos y son referidos a buscarlos en la Fondita de Jesús, una organización sin fines de lucro que sirve exclusivamente a personas sin hogar.
Pareciera una broma, pero no lo es, y la situación mantiene atónitos a los empleados de la Fondita de Jesús, una entidad fundada hace 37 años que sirve a la población de personas sin un techo seguro o en vulnerabilidad de quedar sin hogar a través de servicios de alimentos, duchas, clínicas de salud, lavandería y ubicación en viviendas, entre otras atenciones.
“Un problema que estamos teniendo es que estamos recibiendo en la organización personas que se están quedando en alquileres a corto plazo y llegan verbalizando que les ofrecieron un paquete completo que incluye desayuno y almuerzo en la Fondita”, explicó a Primera Hora el director ejecutivo del lugar, Josué Maysonet.
“Muchos arrendadores le venden a las personas, particularmente extranjeros, como un tipo de “all inclusive”... y realmente, nosotros no podemos dar ese servicio porque trabajamos para la población de personas sin hogar. Pero se nos está haciendo cada vez más retante porque, aunque son orientados, estas personas no entienden que hay un proceso. Para ellos es simplemente una promesa que les hicieron y quieren que se les cumpla. Y se enojan y se ponen a veces violentos”, acotó por su parte, la coordinadora de servicios de la organización, Joanly Rodríguez.
La opción de realizar una querella contra los arrendadores que ofrecen un servicio gratuito que no existe para la población general o turistas, se desvanece porque las autoridades requieren el testimonio de los clientes que son engañados y esta es una dinámica que no ocurre.
La esperanza dentro de la organización es apelar a la conciencia de los propietarios o administradores de alquileres a corto plazo para que por “humanismo” dejen la práctica.
La Fondita de Jesús atiende anualmente a unos 1,500 participantes sin hogar o con experiencia del sinhogarismo. En junio, por ejemplo, han contabilizado 175 casos activos. Sobre el 50% son personas de 50 años o más; el 13% son personas entre 16 a 25 años y el restante tiene entre 30 y 49 años. El 32% son mujeres y el 68% hombres. Asimismo, los informes indican que el 85% llega con problemas de salud mental y el 65% con problemas de uso de sustancias o abuso de alcohol.
“Algo que estamos viendo es un aumento en la población de adultos mayores... algunos son abandonados dentro de su mismo círculo familiar”, puntualizó Maysonet al explicar que otros quedan en una situación vulnerable, pues no pueden costear los altos precios de arrendamiento. Por ejemplo, mencionó el caso de una señora que quedó en la calle, pues de $400 le aumentaron la renta a $800. “Los ponen a escoger entre pagar alquiler o pagar sus medicamentos y atender su salud... es una situación triste”, agregó el director ejecutivo.
Aunque el fin de la organización es buscar rehabilitar a los participantes y ayudarlos a tener una vivienda digna, lo cierto es que el trayecto es cada vez más difícil por la falta de viviendas asequibles que hay en Puerto Rico.
Hace tres años desde la organización se reubicaban anualmente a unos 100 participantes. Ese número se redujo en un 75%. Y aunque tienen fondos y “vouchers” para arrendamientos, lo cierto es que los montos que se otorgan no son aceptados por los dueños de propiedades, quienes salen mejor económicamente rentando los espacios de forma privada o en plataformas de alquileres a corto plazo como Airbnb.
Mientras tanto, desde la Fondita de Jesús se continúan desarrollando estrategias de impacto para la población en riesgo pues, aunque cuentan con un presupuesto de $3.4 millones al año -mayormente subvencionados con fondos federales a través de HUD (Vivienda Federal), lo cierto es que cada vez son más las personas sin hogar que llegan buscando auxilio, incluyendo una nueva tendencia de extranjeros que viven en condición de calle que son enviados a la isla bajo promesas de que el gobierno y las organizaciones sin fines de lucro de la isla les ayudarán en la búsqueda de viviendas y el suplido de alimentos y vestimenta. Además, se suma a la ecuación los altos niveles de inflación que se experimenta en Puerto Rico y otras jurisdicciones de Estados Unidos en todos los renglones comerciales.
Los interesados en colaborar con La Fondita a través de voluntariado pueden llamar al 787-724-4051. De igual forma, puede contribuir a través de donaciones por ATH Móvil en el área de donar con el path/LaFonditaDeJesús.