Desastres naturales que azotaron la Isla en 2022
El más costoso de este año fue el huracán Fiona que dejó daños estimados en $5,000 millones.
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 2 años.
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Un evento “inusual” de fuertes lluvias provocó inundaciones, principalmente en el municipio de Toa Baja en el fin de semana del 4 al 6 de febrero. Cientos de personas enfrentaron la pérdida total de sus bienes. Aunque todos los pueblos de las regiones del este y norte tuvieron, al menos, tres pulgadas de lluvia, fue de San Juan a Vega Baja donde se registraron las concentraciones más altas, que acumularon hasta 12 pulgadas de lluvia en Dorado. Todo por una vaguada.
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Un tornado fue reportado en horas de la tarde el 1 de mayo de 2022 en el municipio de Arecibo, según confirmó el Servicio Nacional de Meteorología. La agencia describió el fenómeno como un tornado EF1 o “tornado débil”. Tuvo vientos de 107 millas por hora.
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Para el mes de junio, la falta de lluvia provocó el racionamiento de agua para varios municipios, en el este del País. Río Grande, Juncos, Las Piedras, Canóvanas, Aibonito y Loíza enfrentaron cortes del preciado líquido.
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Puerto Rico volvió a enfrentarse a otro huracán, esta vez con Fiona que entró a la punta suroeste del país como categoría 1 el 18 de septiembre con vientos de 80 mph. Se le atribuyen pérdidas en la infraestructura pública ascendentes a $5,000 millones y cerca de 40 muertes de manera directa e indirecta.
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Un tornado, de corta duración, se reportó en horas de la tarde del 31 de octubre en el barrio San Antonio, en Quebradillas, según informó el Servicio Nacional de Meteorología (SNM) en San Juan. No hubo mayores daños.
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La secuencia sísmica que comenzó en el suroeste del país en diciembre del 2019 continuó afectando el país este año. Desde enero, hasta el 30 de noviembre de este año se habían reportado 5,205 temblores de tierra en Puerto Rico, la mayoría de ellos en el suroeste.
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El fuerte oleaje visto en la costa norte de Puerto Rico en diciembre fue producto de una gran marejada producida por un sistema frontal que salió de los Estados Unidos. Al desarrollarse sobre el Atlántico, generó energía y creó estas peligrosas olas de hasta 15 pies de alto en toda la costa norteña de la isla.
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